Tras apartar a Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), la expresidenta transitoria Jeanine Áñez señaló este lunes que el país no necesita de quienes cuestionen su derecho soberano a elegir a sus autoridades constitucionales ni su independencia.
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Además, sostuvo que, si el nuevo gobierno decide abrir Bolivia al mundo y promover una apertura recíproca, “el Alba puede quedarse con sus gestos simbólicos cargados de sectarismo e inútil dogmatismo”.
“Al fin Bolivia dejó de depender de grupos que se han convertido en trincheras ideológicas que someten a sus pueblos en apéndices de doctrinas y ahora avanza hacia la construcción de espacios de cooperación”, escribió Áñez en sus redes sociales.
El viernes, el bloque regional comunicó su decisión de suspender al nuevo gobierno de Bolivia, al que calificó de “antibolivariano, antilatinoamericano, proimperialista y colonialista”.
Por su parte, el presidente electo Rodrigo Paz restó importancia al pronunciamiento y cuestionó la postura del bloque. “¿Quién es el Alba para determinar lo que es mejor para los bolivianos?”, respondió.
Paz aclaró que su gobierno mantendrá relaciones con todos los países del mundo, priorizando los intereses nacionales. “Se debe dejar claro que Bolivia no solo va a tratar con Estados Unidos; por ejemplo, también tenemos relaciones con China. ¿Se va a enojar el Alba porque tengamos vínculos con China o con Europa?”, señaló.
El mandatario enfatizó que su gestión buscará generar beneficios concretos para la población. “Si el Alba tomó esa decisión, no sé en qué nos afecta. Vamos a abrir Bolivia al mundo, no por un aspecto ideológico, sino para generar beneficios para la gente. Me tiene sin cuidado lo que pueda decir el Alba”, sostuvo.
En respuesta, el canciller de Venezuela, Yván Gil, calificó de “ignorancia” los comentarios del presidente electo tras el anuncio de suspensión del nuevo gobierno al bloque regional.