Anoche, finalmente, se dio el debate organizado en la ciudad de La Paz por el Tribunal Supremo Electoral entre los candidatos presidenciales que ganaron la primera vuelta: Rodrigo Paz Pereira y Jorge Tuto Quiroga.
La escenografía pareció un tanto lóbrega, oscura, para un encuentro inaugural en la historia democrática de Bolivia, donde por primera vez se celebra un balotaje. El formato y las reglas fueron similares a los establecidos para el criticado debate vicepresidencial, sólo que la actitud de los contendientes guardó la compostura que se espera de aspirantes a conducir el destino del país y la ausencia de errores de los moderadores contribuyó a dos horas bien llevadas y de exposición de propuestas en el marco de la estrategia de cada candidato.
Los parecidos de los candidatos
Rodrigo Paz Pereira y Jorge Tuto Quiroga son políticos profesionales y se conocen desde hace casi tres décadas.
Tuto Quiroga fue ministro del gobierno del presidente Jaime Paz Zamora, padre de Rodrigo. Ambos tienen roce internacional por diferentes circunstancias. Rodrigo nació en Santiago de Compostela (España) durante el exilio de sus padres, vivió y estudió en varios países precisamente por la vida de exilio de su familia. Tuto Quiroga estudió en Estados Unidos, donde radican sus cuatro hijos, fruto de su matrimonio de casi 20 años con Virginia Gillum. Además, desde la finalización de su mandato como presidente de Bolivia, ha dedicado gran parte de su trayectoria a las relaciones internacionales en diferentes grupos de expresidentes iberoamericanos, incluso como representante presidencial durante un corto período del gobierno de Jeanine Añez.
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Ambos han sido funcionarios públicos. Los cargos de Rodrigo Paz han sido todos electos (diputado, concejal, alcalde, senador). Tuto Quiroga fue elegido vicepresidente junto al Gral. Hugo Bánzer Suárez como presidente y le sucedió un año en la primera magistratura, tras su renuncia por enfermedad; fue subsecretario de inversión pública y ministro de finanzas del gobierno del MIR entre 1989 y 1992.
Ambos llegan a la elección final sin partido político propio. Rodrigo Paz ha hecho alianza con el Partido Demócrata Cristiano y Jorge Tuto Quiroga con el Frente Revolucionario de Izquierda y con Demócratas.
Las diferencias de los candidatos
Si bien la diferencia de edad es de sólo 7 años (Rodrigo, 58 años; Tuto, 65 años) la exposición pública del ex presidente durante los últimos 35 años ha sido mayor, lo que le reditúa una ventaja comparativa al candidato Paz en cuanto «imagen de renovación».
En cuanto a la experiencia política, Tuto Quiroga ha sido viceministro, ministro, vicepresidente y presidente de Bolivia y por tanto, tiene conocimiento de primera mano de la administración estatal central y de los entresijos de la vida parlamentaria. Rodrigo Paz cuenta con la experiencia de la administración autonómica municipal, además del ejercicio legislativo en ambas cámaras congresales.
El equipo técnico de confianza de Jorge Tuto Quiroga está conformado por dos ex ministros del gobierno de Banzer (1997-2001): Luis Vázquez Villamor, asesor político y jurídico, y Ramiro Cavero, asesor económico. El equipo económico de Rodrigo Paz está liderado por el economista Gabriel Espinoza, ex presidente del Banco Central de Bolivia y ex responsable del equipo económico de la alianza Unidad (Doria Medina – Lupo).
Rodrigo Paz tiene 21 procesos judiciales iniciados por el MAS. Tuto Quiroga recibió amnistía del ex presidente Evo Morales al igual que Carlos D. Mesa, por juicios también iniciados por el MAS, a los fines de apoyar la demanda marítima boliviana -que se perdió- en La Haya.
Dos estrategias para ganar una elección
A diferencia de anteriores debates, Rodrigo Paz Pereira, de habitual tono narrativo horizontal, esta vez agregó a su discurso enunciados concretos sobre las medidas que adoptará en caso de resultar electo. Vestido de traje y corbata, dio la impresión de seguridad, aplomo y dominio escénico. En el debate en primera vuelta al que también asistió Tuto Quiroga, éste varias veces le había preguntado si lo apoyaría en tal o cual medida de gobierno. Esta vez, quien se apropió de ese personaje fue Paz que preguntó a Tuto si contaría con su apoyo para llevar adelante su plan de gobierno e incluso, que en caso de perder, se quedara en el país a trabajar con las bancadas parlamentarias en los cambios necesarios.
Por su parte, Tuto Quiroga por primera vez sin traje formal en un debate, al inicio se lo notó sorprendido y nervioso. No mencionó su propuesta de «cambio radical»: La cambió suavizándola por un «cambio con esperanza». Llamó «hermanos transportistas» al sector y buscó contar historias como la de «Tania» que le habló en Sucre u otra persona que le pidió buscar «washingtones» (no escuchaba el término desde el siglo pasado), imitando el estilo de Rodrigo Paz que mencionó a lo largo de su campaña las historias que le sucedían como la de un ambulante de la Feria 16 de Julio de El Alto o la de la «famosa» Anita que le regaló el chicle como aporte de campaña. En el tercer bloque, Tuto recuperó su habitual rapidez aunque no logró deshacerse del lenguaje que lo desconecta de sus oyentes.
Las propuestas sin apoyo parlamentario no son posibles
-Para aprobar cualquier préstamo internacional se requiere mayoría parlamentaria.
Tuto Quiroga insistió de forma recurrente en gestionar un préstamo de 12.000 millones de dólares ante el FMI para arrancar su plan de «salvar Bolivia». Lo que no dijo es si tenía consenso parlamentario en la Asamblea para asegurar la aprobación de esos recursos, lo que pone en duda su ejecución como ya se ha visto la negativa de las bancadas políticas durante el mandato de Arce.
Rodrigo Paz se apartó de esa idea y aseguró que ya hay para el país 3.500 millones de dólares aprobados por la Asamblea que Arce no ha podido ejecutar. Esto supone que ya cuenta con un equipo de tecnócratas capaces de agilizar los trámites necesarios pero no lo mencionó.
-Para reformas judiciales se requiere cambios en la Constitución con dos tercios de aprobación parlamentaria.
Existen coincidencias en la necesidad de transformar la administración de justicia y la lucha sin cuartel contra el narcotráfico. Tuto Quiroga instó a que las bancadas electas comiencen a trabajar el 20 de octubre y Rodrigo Paz propuso que Sucre sea la sede del gran consenso nacional para la transformación del servicio judicial.
-Para profundizar la descentralización a través de las autonomías, se requiere cambios en la Constitución con dos tercios de aprobación parlamentaria y de la Ley Marco de Descentralización y Autonomías.
Existen coincidencias en fortalecer las autonomías departamentales y municipales. Sin embargo, ambos candidatos se quedan con el slogan 50/50 (Rodrigo Paz) y 62/38 (Tuto Quiroga) sin exponer qué competencias serán transferidas, cuál es su posición respecto a la sindicalización de la salud y la educación y sus escalafones, qué condiciones de control y de responsabilidad tendrán las autoridades autonómicas con el fin de garantizar la prestación de ambos servicios. La salud y la educación son derechos humanos y ciudadanos que precisan garantías.
Rodrigo Paz, incluso, habló de transferir recursos a las autonomías para el apoyo a la minería, la agricultura y el turismo.
Ninguno de los candidatos habló de la inviabilidad de alrededor de 250 autonomías municipales, con lo que sólo 77 autonomías municipales serían capaces de asumir responsabilidades con garantías para los pobladores de sus territorios.
Los gafes
En el bloque de justicia, fue llamativo que Tuto hablara de las cárceles bolivianas como countries. Debe ser que no ha visitado a los presos políticos ni en San Pedro, ni en Miraflores, ni en Palmasola. Ni él ni Rodrigo se refirieron a la ex presidente Jeanine Añez, condenada injustamente por asumir la presidencia por sucesión constitucional, quien continúa privada de libertad hace cuatro años y siete meses.
Rodrigo Paz, de tanto repetir su recorrido por el país, confundió los 230 municipios visitados con miles de kilómetros y, al finalizar, se despidió llamando al ciudadano que «vote libre», por decir en libertad, lo cual inmediatamente generó una avalancha de memes y usos a favor de la alianza de Tuto Quiroga.
Bolivia, entre la crisis y el hartazgo
El 19 de octubre concluye una campaña política electoral agotadora. Con el inicio tempranero de Samuel Doria Medina seguido de Jorge Tuto Quiroga, Bolivia se encuentra con más de 14 meses de confrontaciones desgastantes y extenuantes.
El cansancio en la población también se nota en los candidatos. Ha sido una campaña demasiado larga y la segunda vuelta se extendió demás innecesariamente. Los problemas económicos que aflige, en primer grado, a la ciudadanía en general se hallan irresueltos y sin perspectivas de solución. Pensar que al día siguiente de la posesión del nuevo Presidente, las filas por combustibles, el alza de los precios, la inflación y la falta de dólares se resolverán como arte de magia es mentirse.
La diferencia de fondo entre ambas propuestas en materia financiera radica en el préstamo del FMI que Tuto Quiroga enfatiza como imprescindible para rescatar la economía (pero que no dice cómo y quién lo pagará) y la reingeniería interna que propone Rodrigo Paz con la que parte de la inyección de dólares se produciría por la liberación de las exportaciones y la eliminación de trabas a la libertad económica.
Como sea, el final feliz no se sabe cuándo y cómo llegará, pero que las condiciones políticas están dadas para que se produzcan las reformas prometidas, están.
Los resultados de las elecciones del 17 de agosto determinaron el fin del poder al MAS en el Estado y, como hacía más de 20 años que no sucedía, en el debate oficial todos pudimos escuchar que la noche del domingo 19 de octubre el Presidente electo tendrá apoyo del contendiente.
Por Gabriela Ichaso Elcuaz.