Para avanzar en el tema, Bolivia necesita nuevas leyes de hidrocarburos y de electricidad, así como de inversiones.
Fuente: El Diario
Ante la creciente demanda de servicios en la nube, Internet de las cosas (IoT), Big Data e inteligencia artificial (IA), la región tiene oportunidades para atraer inversión y Bolivia no es la excepción; al respecto expertos plantean proyectos de ley para que el país pueda constituirse en un hub de centro de datos.
Los expertos Carlos Delius, José Kreidler Guillaux, Boris Gómez Úzqueda y José Padilla, proponen leyes en pro de la inversión privada que, en los últimos años, cayó por la falta de seguridad jurídica.
Las empresas tecnológicas miran a países que presenten garantía al retorno de su inversión, pero también al capital humano que posee, por ello naciones vecinas avanzan en la captación de capital foráneo para complejos tecnológicos y Bolivia no puede quedarse rezagada.
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Informe
Según el informe de Mordor Intelligence (2025), el mercado de construcción de centros de datos en América Latina está valuado en 5.590 millones de dólares en 2025 y se proyecta que alcance los 8.480 millones de dólares para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 8,71%. Este crecimiento está impulsado por la demanda de servicios en la nube, IoT, Big Data e inteligencia artificial.
Ese estudio muestra que Latinoamérica puede, entre otras, ser proveedor del servicio: proveer centros de datos para las gigantescas tecnológicas del globo.
“Para que suceda eso, tenemos que ser un país atractivo, y para ello debemos tener nueva ley que permita inversiones privadas tanto en exploración y certificación de gas natural como en proyectos de generción eléctrica renovable. Ambos se complementan perfectamente”, indicó el expresidente del Comité Boliviano de la Comisión de Integración Energética de Latinoamérica y el Caribe (Bocier), Boris Santos Gómez Úzqueda.
El experto enfatiza que, sin una ley de electricidad moderna que atraiga inversiones, no sólo no se podrá reformar el sistema eléctrico nacional, sino que es urgente atraer inversiones privadas para pensar más allá, de forma específica en hacer de Bolivia un hub de data centers (centros de datos).
Un centro de datos, es de alto consumo energético, dependiendo del tamaño y volumen de procesamiento de datos y de agua. Actualmente, la generación de electricidad viene de las termoeléctricas, en un 70% y el resto de alternativas.
“Obviamente cada inversionista privado que esté en el país amparado en una ley que le permita invertir con seguridad, debe proyectar su propia planta generadora eléctrica solar, preferentemente, y adicionalmente de forma paralela debe haber mayor exploración gasífera porque el gas seguirá siendo la más importante fuente eléctrica del país”, dijo.
Subrayó que los estados deben promover incentivos fiscales, vale decir no “ahogar” al inversionista con impuestos y gravámenes: exenciones fiscales de hasta el 85% en impuestos de importación de equipos para centros de datos, lo que reduce la carga fiscal para las empresas.
Destacó, como ejemplo, en Argentina, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) exime a las empresas tecnológicas de ciertos impuestos, afectando la recaudación directa, pero incentivando la inversión a largo plazo.
“El presidente Milei incluyó beneficios fiscales para el sector tecnológico, para motivar inversiones adicionales en energía y, nuevamente, el ejemplo: la región conocida como Vaca Muerta y Patagonia son atractivas por sus recursos energéticos y bajas temperaturas, atractivas para este tipo de emprendimientos”, sostuvo.
Las declaraciones forman parte del extenso vídeo del analista Gómez Úzqueda, recogido de su cuenta en Instagram @borissantosgomezuzqueda, hace mención sobre la IA, que ya forma parte de la sociedad, de la economía y debemos ajustarnos a estas exigencias, ofreciendo para ello posibilidades de inversión privada en nuevas iniciativas, como los centros de datos.
Gas
Fue explícito en indicar que se debe estimular inversión en exploración para gas natural, porque seguirá siendo la principal fuente de generación eléctrica boliviana; al mismo tiempo estimular inversión privada en generación solar, eólica e hidro, y uno de los “disparadores” de la demanda son, cabalmente, los centros de datos.
Desde hace más de una década, los expertos José Kreidler Guillaux (expresidente de la Empresa Nacional de Electricidad y exvicepresidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), Carlos Delius (expresidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía) y José Padilla (exgerente estratégico de la Empresa Nacional de Electricidad), indicaron que el país necesita inversión privada para mayor exploración de gas, de acuerdo con archivos de EL DIARIO.
Hasta el 2024, las generadoras eléctricas del Estado (ENDE y sus filiales) pagaban por el gas natural (fuente principal de generación eléctrica) 1,23 dólares por MMBtu (por uso de casi 5 millones de metros cúbicos/día) versus 10 dólares por MMBtu que paga el mercado internacional. Como hubo una reducción de reservas, porque no fueron repuestas de forma intensiva por ausencia de capitales privados internacionales, obviamente a medida que las reservas se agotan, surge la pregunta ¿Cómo se generará electricidad en el futuro?, reflexionó Gómez Úzqueda.
Mientras Padilla, en ese entonces, aseguró que “mínimamente se necesitan 8.500 millones de dólares anuales para reactivar el sector hidrocarburos” y los recursos presupuestados por la empresa estatal de petróleo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunciaron que en tres años la inversión superaría los 1.500 millones de dólares, cifra por debajo de lo planteado por el experto.
Entretanto, Kreidler propuso, públicamente, una “Doctrina Nacional de Energía” y expresó que “resulta oportuno hablar en nuestro país de crisis energética cuando se sabe que menguan las reservas de hidrocarburos, especialmente gaseosa -paradójicamente- cuando se cuenta con un enorme potencial hídrico para generación de electricidad; vastos territorios para el aprovechamiento de la energía solar, con zonas de gran potencial para la generación eólica y con las suficientes áreas fértiles para sembrar vegetales aptos para producir biocombustibles, las energías alternativas del futuro”, publicado en “publico.bo”.
Asimismo, Carlos Delius fue siempre un defensor de la industria de hidrocarburos, con urgente necesidad de inversión privada internacional o nacional.
Ante esa cuestionante, el analista Gómez Úzqueda insiste en que el mix es inversión para gas y para renovables, porque sin electricidad no habrá crecimiento de la economía, industria, comercio, etc.
Fuente: El Diario