El expresidente advierte que Bolivia llega a la segunda vuelta con un Estado quebrantado, una economía en crisis y un sistema político debilitado. Pide al futuro gobierno medidas urgentes y alianzas basadas en diálogo y programas comunes.
eju.tv / Red América TV
El expresidente Carlos Mesa afirmó este jueves que la segunda vuelta presidencial que Bolivia celebrará este domingo representa una ‘reparación histórica’ para la democracia, tras lo ocurrido en 2019, cuando una supuesta jugada política impidió que se consolide su victoria frente a Evo Morales Ayma; además, advirtió que el país enfrenta una crisis económica, institucional y política sin precedentes, que exigirá al nuevo mandatario acciones inmediatas y visión de largo plazo.
“A diferencia de lo que pasó en 2019, en que nos robaron la segunda vuelta, en esta oportunidad vamos a vivir por primera vez una segunda vuelta que es extraordinaria para la democracia boliviana”, dijo Mesa, al destacar el valor de la inédita jornada electoral. “El votante sabe que su voto cuenta no solo para elegir a un presidente, sino para elegir a quien tiene la responsabilidad de sacar a Bolivia de la crisis”, reflexionó el exmandatario.
Mesa subrayó que el país llega a esta definición en un contexto ‘muy crítico en lo económico, en lo político y en lo social’, con una economía quebrantada tras dos décadas de políticas de los sucesivos gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) que, según él, deterioraron la institucionalidad y el aparato estatal, tal cual se observa en la actualidad con las largas filas por carburante, los altos precios de los productos de la canasta familiar y la ausencia de divisas.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“El resultado lamentable que tenemos estos 20 años es el de un desfondamiento del Estado, de la institucionalidad, del proceso democrático y, sobre todo, de la economía, que tiene que ver con los subsidios, que tiene que ver con la falta de combustible, que tiene que ver con la falta de dólares y con una inflación que está generando una profunda problemática en la canasta familiar”, sostuvo el jefe de Comunidad Ciudadana (CC).
El expresidente Carlos Mesa. Foto: captura de pantalla
El exmandatario identificó dos escenarios para quien asuma el poder el próximo 8 de noviembre: uno de emergencia inmediata y otro estructural de largo aliento. “La lógica te dice que el presidente electo tiene una tarea doble. Primero, la de corto plazo inmediato que es resolver la crisis extremadamente grave; y la segunda, en el largo plazo, reconstituir el proceso democrático e histórico del país”, puntualizó sobre esas acciones necesarias, según su punto de vsta.
Para graficar la magnitud del desafío, Mesa evocó el momento de ajuste que marcó la historia democrática del país y puso como ejemplo lo sucedido en 1985 cuando el entonces presidente Víctor Paz Estenssoro emitió el polémico Decreto Supremo 21060, ‘que estableció una lógica compleja de solución de largo plazo resuelta en el corto plazo’. Según su criterio, si bien fue una medida dura que tuvo un costo social significativo, permitió retomar la estabilidad económica del país.
“Estableció una lógica compleja, una lógica de una solución de largo plazo que fue resuelta en el corto plazo, es decir, el largo plazo para la estabilidad económica y un costo social significativo que tiene que ver con el esfuerzo que haga la sociedad boliviana. En este caso, la petición es que el peso de la crisis no sea asumido solamente por los más pobres y los más débiles. Pero eso ya es un tema de punto de vista y de opinión personal que le dejo al presidente como acción para quien sea elegido”, remarcó.
Mesa también apuntó al vacío político y partidario que atraviesa el país y que, a su juicio, debe ser subsanado si se pretende gobernar con estabilidad y legitimidad. “Hay que recuperar dos cosas: un sistema de partidos vigente y un sistema de partidos vigoroso, primero. Y, segundo, una idea de que la alianza entre dos fuerzas políticas para lograr una mayoría en el Congreso no es un negociado, ni una cosa espuria, ni es la democracia pactada. Es parte del proceso de concertación en el sentido más positivo político”, razonó.
Infografía: Panorama informativo Trinidad
En consecuencia, Mesa reivindicó la necesidad de pactos programáticos entre las fuerzas con representación parlamentaria y rechazó el concepto de ‘democracia pactada’ como sinónimo de reparto de poder. “Hay elementos comunes que nos permiten estar cerca y que nos dan lugar para que hagamos una alianza que nos permita gobernar con mayoría. Por lo tanto, recuperamos un espacio nuevo en la democracia, en la democracia de diálogo, de concertación y de promesas, que tienen que ser cumplidas a partir de programas comunes”, remarcó.
De cara a la nueva correlación de fuerzas, el expresidente se sumó a las voces que proyectan un escenario de gobierno compartido, pero sustentado en acuerdos entre bloques ideológicamente afines. “Me da la impresión de que podemos contar con una alianza segura de dos fuerzas, ¿y quién sabe de tres? Hay tres fuerzas importantes en el Congreso Nacional: la que obtuvo el 32% de los votos, la que obtuvo el 27% y la que obtuvo el 20%. Potencialmente, por la configuración ideológica que tienen, podría ser una alianza de tres o, en el peor de los casos, una alianza de dos”, precisó.