Carolina Tohá: “Chile va a las urnas con el crimen organizado ya instalado»


Carolina Tohá, ex ministra del Interior y Seguridad Pública de Chile y ex candidata a las primarias de la coalición de izquierda Pacto Unidad por Chile, estuvo en RFI hablando de los desafíos del país andino que elegirá un nuevo presidente el 16 de noviembre. Describió una criminalidad «no masiva pero impactante», la instalación de mafias «la mayoría de origen exterior» y denunció las soluciones de «mano dura» de los candidatos de la  derecha y extrema derecha.

Por: Paola Ariza

Carolina Toha fue ministra de Interior del gobierno Boric hasta marzo 2025, cuando se alejó para participar en unas primarias del PPD para la presidenciales, que perdió frente a la comunista Jeannette Jara.
Carolina Toha fue ministra de Interior del gobierno Boric hasta marzo 2025, cuando se alejó para participar en unas primarias del PPD para la presidenciales, que perdió frente a la comunista Jeannette Jara. AFP – RODRIGO ARANGUA
Fuente: RFI

RFI: Se acercan las elecciones en Chile, que tendrán lugar el 16 de noviembre. ¿Cómo se encuentra el país para recibir estos comicios?



Carolina Tohá: Chile ha llevado en los últimos años un debate político muy intenso. Ha habido dos procesos constitucionales, ambos resultaron en rechazo ciudadano de las propuestas que se hicieron. Toda la recuperación después de la pandemia fue un esfuerzo enorme, salir de la inestabilidad económica, y se ha enfrentado además con una agenda en los temas de seguridad que ha ocupado el interés público de manera prioritaria en los últimos años. Creo que hay un ciclo que se está cerrando, que es el que estuvo condicionado por el estallido y por los procesos constitucionales y son definiciones muy relevantes las que se van a tomar, porque además hay propuestas muy distintas para gobernar Chile en los próximos años.

¿Cuáles cree usted que son los principales desafíos para el país en estas elecciones?

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Las temáticas que la ciudadanía más reclama y por lo tanto han estado en el centro de la discusión, son los temas de seguridad y los temas económicos. Los temas económicos son una preocupación muy grande por el empleo, en particular por el poder adquisitivo de las familias. Pero en el trasfondo de este asunto, lo que es muy visible es que tenemos candidaturas que hacen una mirada muy sombría de Chile, muy crítica. Es normal, en las campañas siempre se habla de los problemas, pero lo complejo de eso es que Chile es un país con muchas posibilidades, con muchas alternativas que están a su alcance y que dependen de que la política la sepa aprovechar y generar acuerdo entre distintos sectores para sacar esas oportunidades adelante.

Hablaba usted de seguridad, que ha sido un punto álgido en Chile recientemente. ¿El voto puede priorizar a quien aporte soluciones o al menos promesas de seguridad? ¿O no es tan así?

Sí, probablemente es de las cosas que está condicionando más fuertemente el voto. El problema es que la seguridad es un tema que tiene muchas dimensiones. Si uno quiere tener resultados efectivos ante fenómenos complejos, hay que tener una política seria, consistente desarrollarla en el tiempo y no cambiar cada vez. Hoy día hay muchos incentivos por los cuales en la política lo que vemos es un populismo penal y propuestas que parecen recetas fáciles y rápidas, pero muy probablemente la evidencia nos muestra no son los caminos para tener verdaderos resultados. Entonces, así como todo el mundo habla de seguridad, hay algunas candidaturas que proponen atajos que creen que es cosa simplemente de insistir en el concepto de mano dura. Y a veces importa mucho más tener instituciones modernas, instituciones que comparten información, que colaboran, que tienen buena tecnología, profesionalismo. Más que este discurso así, tan sencillo y simple, de mano dura.

Al chileno de a pie, lo que le preocupa cuando hablamos de materia de seguridad, ¿es que salga a la calle y que pueda ser agredido?

Si. Es que lo que sucede en Chile, que no es tan fácil de entender, sobre todo cuando se ve con ojos exteriores, es que los indicadores de Chile, en términos comparados, no parecen indicadores tan negativos ni parecen sustentar una sensación de alarma tan grande como hay. Sin embargo, en los últimos años en Chile ha existido una instalación de crimen organizado que en el país no se conocía y que se manifestó de manera muy abrupta después de que terminó la pandemia (… ) Estos grupos se instalaron, prosperaron. Muchos tienen origen exterior, internacional, la mayoría en realidad. Y esa criminalidad, aunque no es masiva, es muy impactante, comete delitos para intimidar y lo logra.

Según las encuestas, el candidato republicano José Antonio Kast y la candidata del oficialismo, Jeannette Jara, militante comunista, se disputan el primer lugar y ambos pasarían a segunda vuelta. ¿Cómo se vislumbra ese panorama? ¿Sería un escenario de extremos?

En teoría, si uno lo ve así, una candidata que es del Partido Comunista y un candidato que es de la derecha radical, efectivamente sí, pero si uno analiza más en profundidad, en realidad Jeannette Jara es una candidata de toda la centroizquierda. O sea, ella tiene una militancia comunista, pero no está representando el Partido Comunista, está representando a todos los partidos progresistas y ella en sí misma, en su trayectoria, en sus definiciones políticas, es una persona moderada y no está arriba de una ola comunista en el mundo. Muy distinto de José Antonio Kast, que es el candidato de un solo partido, que es el Partido Republicano, que es un partido de ultraderecha y él está en una ola de ultraderecha que existe en el mundo. Entonces, aunque pueda parecer que son dos candidatos radicales, ciertamente que hay mucha más radicalidad por la derecha que por la izquierda.

¿Qué espera o qué se espera en Chile en esta última ronda electoral?

Yo espero que tengamos un debate serio, que hablemos realmente del país, no solo hablemos de los temores que tenemos, sino también de las maneras serias de enfrentar esos temores que no frustremos a la ciudadanía, que tengamos y pongamos por delante el bienestar de las personas. Después de dos procesos constitucionales fracasados, no hay oportunidad, no hay espacio para frustrar de nuevo a las personas e ir a una pelea sin destino y dejar al país, digamos, en un retroceso. Yo espero que eso no pase.