Los desaciertos a la hora de declarar hacen mella en la alianza de Tuto y provocan protestas. Para la socióloga María Teresa Zegada, los frentes polarizan el escenario y tocan viejas heridas.
Fuente: Opinión
Aquel “mascacocas hediondos” desafortunado caló hondo. Tanto, que incluso Milton Navarro, el exministro de Deportes de Jeanine Áñez que fue noticia en 2020 por derribar, extasiado, un busto de Evo Morales a combazos ante el embeleso y los aplausos de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), se declaró en contra de la Alianza Libre de Jorge Tuto Quiroga y fue parte de una movilización en las calles de La Paz.
Caló tan hondo, que los cocaleros yungueños ahora asumen al mentor de la frase, Juan Carlos Velarde, exdiputado electo de Tuto, como enemigo de los Yungas y lo declararon como persona no grata de los productores de la hoja y la clase trabajadora del país.
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Los actos de discriminación y racismo se han posicionado en el plano político y han ensuciado la campaña de Libre, la agrupación que buscará la victoria de Tuto Quiroga y Juan Pablo Velasco el 19 de octubre, cuando los bolivianos vuelvan a las urnas y elijan a sus próximos gobernantes.
Del otro lado de la zanja se da una figura particular. Allí están Rodrigo Paz y Edmand Lara, el binomio del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que ha capitalizado a su favor la mancha de sus adversarios. Al menos, desde la óptica de la socióloga María Teresa Zegada, se están hallando elementos de polarización que resultan funcionales a la hora de competir en la batalla electoral, y ello va en detrimento de viejas “heridas históricas” que hacen a la discriminación enraizada.
Aquí, un repaso por los hechos de discriminación que enturbian a Libre, en la recta final rumbo a la segunda vuelta de las Elecciones Generales 2025, los actores sociales y políticos que han levantado la voz para condenarlos y la mirada de la socióloga Zegada para explicar el fenómeno de fondo.
“COLLAS” Y “MASCACOCAS”
Tres situaciones puntuales complican a la fuerza política de Tuto. La primera, aunque pasó un tanto desapercibida, se dio al inicio de la campaña con miras a la primera vuelta. En mayo, al calor de un acto proselitista en Trinidad (Beni), el concejal Arnoldo Méndez refirió, de manera desatinada: “Para que no venga ningún colla de m… a faltarnos el respeto”.
Días después Méndez apareció abrazando a un hombre y pidió disculpas, alegando que se dejó ganar por el “sentimiento” ante la crisis.
“Yo soy parido de una mujer sucrense que hace 45 años llegó a este municipio y que orgullosamente se ganó el respeto de todos los trinitarios. Por favor, si mi término por el sentimiento de ver las colas largas, la falta de empleo y toda la situación paupérrima me llevó al extremo de dar esa mención, pido disculpas. Si exageré en ese comentario, pido disculpas. No se trata de racismo”.
El segundo caso involucra nada más ni nada menos que a Juan Pablo Velasco, el “vice” de Tuto. “JP” fue vinculado con tuits con fuerte connotación discriminatoria que datan de 2010 y 2011. Luego de que un streamer argentino mostrara los tuits en la red social X mediante una transmisión en vivo, las verificadoras Bolivia Verifica y ChequeaBolivia dieron por reales los posts y concluyeron que provinieron de la cuenta registrada por “JP”. En ellos se leía: “¡A los collas hay que matarlos a todos!”, «hay que quemar la wiphala; que se mueran todos los que la veneran, son animales”, entre otros.
Fue pobre la defensa que montó Velasco para intentar negar su nexo con los tuits. Apenas dijo que “son falsos”. Y aunque tanto su entorno como el propio candidato adelantaron que presentarían “pruebas contundentes” para demostrar que los posts responderían a un “montaje” y a una “guerra sucia”, hasta la fecha no hubo conferencia de prensa ni comunicado oficial.
Germain Caballero, diputado electo por Libre, trata de comprender el silencio de su “vice”. Para él, Velasco debe estar siguiendo una estrategia “estrictamente de campaña”, algo que “debe estar manejando seguramente con su equipo para hacerlo (el fundamento) más preciso”.
Por casualidad o causalidad, lo cierto es que “JP” se ha ido mostrando vestido con poncho rojo, mascando coca y compartiendo momentos con comunidades indígenas del occidente. Hace poco estuvo en Uncía, Potosí.
El tercer evento fue también fuerte y apunta al ahora exdiputado electo por Libre Juan Carlos Velarde. En medio de un debate en una plataforma digital, refirió: “Que yo no ponga a un par de mascacocas hediondos como representantes de países con los que tenemos las relaciones comerciales más importantes”. De inmediato, debido a la alta connotación discriminatoria de su frase, fue censurado en la transmisión.
La controversia creció velozmente. Diputados y concejales, entre otros, repudiaron las declaraciones de Velarde y exigieron, casi al unísono, que ofreciera disculpas a la población. Y las disculpas llegaron, pero limitadas solo a Jorge Tuto Quiroga. En una nota, Velarde confirmó su renuncia a la diputación e intentó despegar a Tuto de sus expresiones. De hecho, manifestó que su intención de dar un paso al costado fue para “no hacer daño” a la candidatura del de Libre.
MOVILIZACIONES EN EL PAÍS
Como consecuencia de los hechos puntuales de discriminación, se dieron varias protestas en el país. Hubo movilizaciones en La Paz, El Alto y Santa Cruz.
El 9 de este mes, se dio una marcha protagonizada por simpatizantes del PDC en las calles de La Paz. Los manifestantes exclamaban “nadie puede insultar la dignidad de otro y quedar impune” y “hoy somos todos collas, cambas, y chapacos”. Claro que aprovecharon para exaltar al binomio Paz-Lara, pues llevaron pancartas con los rostros de los candidatos.
En Santa Cruz, por su parte, un grupo de autoconvocados tomó las calles para repudiar a “JP”. “No podemos permitir que una supuesta autoridad pueda llegar a este cargo con esas palabras irreproducibles”, lanzó un movilizado, dando cuenta de que la marcha partió desde el Cristo Redentor con la meta puesta en el Palacio de Justicia. Los autoconvocados llevaron carteles en contra de la discriminación y se manifestaron sin banderas políticas.
En La Paz, también una facción de la plataforma 21F protestó contra el racismo. Llamó la atención la presencia del exministro de Deportes del gobierno interino, el potosino Milton Navarro, quien no ocultó su indignación y reveló que votará por Paz y Lara.
“Primero, la democracia, primero, los derechos, sin actos de corrupción, sin actos de discriminación (…). Hemos visto que un diputado electo, el señor Velarde, ha mencionado, ha discriminado, se ha manifestado con racismo. Ha dicho que los representantes bolivianos son mascacocas hediondos. Las plataformas rechazamos esos actos de discriminación y racismo. Hemos tomado la decisión de apoyar la candidatura de Rodrigo Paz. Vamos a estar firmes”, avisó Navarro, el mismo que en 2020 destrozó, a combazos, un monumento erigido en homenaje a Evo Morales, en el Polideportivo de Quillacollo.
“ENEMIGO DE LOS YUNGAS”
La Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) declaró “enemigo de los Yungas” y persona no grata a Velarde, tras sus dichos deplorables.
En un comunicado, la institución defendió la hoja milenaria y emplazó a Velarde a oficializar su renuncia no solo ante Quiroga, sino ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). También le exigió que pida disculpas a la clase trabajadora de Bolivia.
LA POLARIZACIÓN FUNCIONAL
La socióloga y politóloga María Teresa Zegada, coescritora del libro “Mi delito es ser indio”, analiza el escenario electoral. Para ella, se está generando una suerte de polarización un tanto forzada en la que las fuerzas políticas intentan sacar rédito para posicionarse mejor en el tablero.
Según su visión, que ha compartido en una entrevista con la periodista Maggy Talavera, el binomio Paz-Lara intenta identificarse con la “gente humilde”, “el pueblo”, para contraponerse con el otro, es decir, la élite.
“En el caso concreto de Lara, él está usando en sus tiktoks esta alusión a ‘mi gente’, aludiedo a la gente humilde, que ‘somos discriminados’, que ‘somos víctimas’, que ‘somos del pueblo’. Todo esto se contrapone a lo otro, una élite que sí existe, pero que se la asocia con el discurso a ser blanco, al racismo, a la corrupción. Lo que se está haciendo en esta elección es encontrar elementos de polarización que sean útiles a una de las dos fuerzas políticas. Esto duele porque, en el fondo, están tocando heridas históricas que están presentes en la realidad, pero que no son un factor de división, o no deberían serlo”.
Y, en efecto, Rodrigo Paz, en una declaración muy reciente, apuntó que su binomio es “el de las grandes mayorías”, mientras que el de Quiroga y Velasco es el binomio “de los poderosos”.
Fuente: Opinión