El astrofísico Avi Loeb ha sugerido la posibilidad de tecnología extraterrestre en el cometa, aunque la comunidad científica descarta un origen artificial

Fuente: infobae.com
El cometa 3I/ATLAS ha captado el interés de la comunidad astronómica internacional al tratarse del tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el sistema solar, después de ‘Oumuamua y 2I/Borisov.
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Descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS situado en Chile y financiado por la NASA, este cometa presenta características únicas que permiten ampliar el conocimiento sobre los objetos provenientes de fuera del sistema solar.
El cometa 3I/ATLAS alcanzó el 29 de octubre de 2025 su perihelio, es decir, su punto más cercano al Sol, ubicándose a poco más de 203 millones de kilómetros de la estrella, según Universe Today. Sin embargo, la mayor cercanía respecto a la Tierra no ocurrirá hasta el 19 de diciembre de 2025, cuando el cuerpo pase a una distancia de 1,8 unidades astronómicas, aproximadamente 270 millones de kilómetros.
Las agencias espaciales insisten en que se trata de una distancia segura y que el cometa no representa riesgo alguno para la humanidad.

Descubierto en julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, el cometa 3I/ATLAS amplía el conocimiento sobre cuerpos provenientes de fuera del sistema solar. (MICIU)
Durante varios meses, su observación se volvió limitada a medida que el cometa quedaba oculto por la brillantez solar desde la perspectiva terrestre. Los astrónomos esperan que las condiciones de visibilidad mejoren progresivamente a partir de diciembre de 2025, cuando será posible reiniciar la vigilancia mediante telescopios terrestres y avanzar en nuevas campañas de seguimiento.
La NASA recalca que “lo más cerca que se aproximará es alrededor de 1,8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros, o 170 millones de millas)”, subrayando la imposibilidad de que esté vinculado a una amenaza real para el planeta.
Por qué llama tanto la atención el cometa 3I/ATLAS
El movimiento hiperbólico de 3I/ATLAS lo distingue de los objetos típicos del sistema solar. Esta trayectoria implica que el cometa no está gravitacionalmente ligado al Sol y, tras su paso fugaz, seguirá su recorrido por el espacio interestelar. Los datos orbitales muestran un valor de excentricidad superior a 6, indicando con claridad su origen externo.
Las observaciones recientes destacan que el núcleo del cometa podría situarse entre los 0,32 y 11 kilómetros de diámetro, dependiendo de las fuentes y de la precisión de los instrumentos empleados. Se desplaza a velocidades superiores a los 58 kilómetros por segundo en relación al Sol, una cifra considerable respecto a los movimientos habituales de cuerpos en el sistema solar.

El perihelio de 3I/ATLAS se produjo el 29 de octubre de 2025, acercándose a 203 millones de kilómetros del Sol, sin representar riesgo para la Tierra. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los registros indican que el cometa se mueve en una órbita retrógrada, es decir, en sentido opuesto al tránsito habitual de los planetas, y se acerca relativamente al plano de la eclíptica.
Las características físicas investigadas por astrónomos de todo el mundo ratifican la naturaleza excepcional de 3I/ATLAS, ya sea por su tamaño, su velocidad o por el singular comportamiento de su cola, que ha reaccionado a la presión de radiación solar de manera consistente con los objetos cometarios.
Qué dice la inteligencia artificial sobre el cometa 3I/ATLAS
Herramientas de inteligencia artificial y modelado científico han desempeñado un papel cada vez más relevante en la interpretación de los datos generados por las observaciones de 3I/ATLAS.
Estas plataformas han contribuido a compilar estimaciones sobre la probable procedencia galáctica del cometa, examinar su composición química inusual y simular las condiciones de viaje interestelar a partir de análisis espectrales y dinámicos.

La NASA y agencias espaciales aseguran que la máxima aproximación del cometa a la Tierra será de 270 millones de kilómetros, una distancia completamente segura. (Imagen Ilustrativa Infobae)
El análisis automatizado ha permitido proyecciones como que 3I/ATLAS podría provenir del disco grueso o delgado de la Vía Láctea, y que se trata de un objeto con una antigüedad de miles de millones de años. También, la inteligencia artificial ayudó a identificar patrones de polarización extremos en la luz reflejada por el cometa, lo cual sugiere una diversidad poco explorada en la población de objetos interestelares.
La recopilación de datos sobre compuestos volátiles en la coma y la correlación de tasas de sublimación de agua o dióxido de carbono se agiliza al integrar métodos de IA, que redondean el esfuerzo colaborativo internacional. Estos enfoques han reforzado la certeza de que el riesgo de impacto con la Tierra es nulo.
Teorías extraterrestres sobre el origen de 3I/ATLAS
La llegada de 3I/ATLAS ha generado teorías alternativas que trascienden el ámbito académico tradicional. Uno de los planteamientos más notorios proviene del astrofísico Avi Loeb, quien ha sugerido la posible existencia de tecnología extraterrestre oculta tras la apariencia del cometa.
Loeb propuso que la fase del perihelio podría prestarse a maniobras de propulsión o incluso al despliegue de minisondas tecnológicas, comparando el cuerpo celeste con un “caballo de Troya” de la ingeniería alienígena.

El astrofísico Avi Loeb ha sugerido la posibilidad de tecnología extraterrestre en 3I/ATLAS, aunque la comunidad científica descarta un origen artificial. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Algunos argumentos mencionan la hipotética proporción inusual de níquel respecto a hierro detectada en el cometa, así como su alineación con el plano eclíptico, aseverando que esos factores podrían indicar un origen artificial.
A pesar de la fascinación mediática por estas perspectivas, la mayoría de la comunidad astronómica mantiene una posición firme: hasta el momento, ningún dato verificado avala la hipótesis de un origen no natural para 3I/ATLAS.
Organismos internacionales y agencias espaciales sostienen que el comportamiento del cometa se ajusta a las previsiones de los modelos científicos para objetos con órbita hiperbólica, alta velocidad y composición volátil extraordinaria.