La crisis económica que atraviesa Bolivia golpea con fuerza al sector de la micro y pequeña empresa (MyPE).
Fuente: Red Uno
Según el secretario general departamental de la Federación de la Mediana y Pequeña Empresa (Fedemype), Félix Huaycho, alrededor del 20% de las unidades productivas manufactureras cerraron definitivamente, mientras que el 80% restante opera en condiciones críticas.
“En estos meses deberíamos estar produciendo masivamente para las fiestas de fin de año, pero la mayoría de los productores está en agonía. Muchos compañeros están sin capital y han tenido que cerrar. De las 650.000 unidades productivas que existen en el país, el 20% ha cerrado y el resto está en agonía”, afirmó Huaycho.
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El dirigente explicó que la falta de diésel y de dólares ha incrementado los costos de producción, ya que la mayoría de los insumos y maquinarias son importados.
“En el sector textil importamos telas e insumos de China, Perú, India y Brasil. Lo hacemos con dólar paralelo, a 12 o 13 bolivianos, lo que encarece el producto. Pero la población no tiene capacidad de compra, así que producimos sin utilidades, solo para sobrevivir”, agregó.
Huaycho señaló que la inestabilidad económica también ha deteriorado la relación con los proveedores y frenado las oportunidades de expansión hacia otros mercados.
“Hay países vecinos como Argentina y Perú que nos compran parte de nuestra producción, pero las políticas del Estado no son favorables, hay demasiadas trabas y una Aduana que en vez de frenar el contrabando, se ensaña con nuestros productos nacionales”, cuestionó.
Aunque existen oportunidades para exportar a mercados regionales, el dirigente advirtió que la falta de capital y divisas impide producir en grandes volúmenes.
“Argentina nos están comprando jeans, poleras o ropa escolar según la temporada, pero no tenemos capacidad para responder a una gran demanda”, dijo.
Frente a este panorama, Fedemype trabaja en un paquete de medidas de emergencia que incluye un régimen tributario diferenciado, incentivos a la producción y acceso a infraestructura y mercados internos.
“Somos pequeñas empresas, pero nos tratan como grandes. Nos imponen la misma carga tributaria y laboral. Necesitamos políticas de incentivo para levantar Bolivia”, remarcó Huaycho.
Con miras al cambio de Gobierno, el representante del sector manifestó tener expectativas positivas, pero advirtió que se debe reconstruir el modelo productivo nacional.
“Estamos cerrando un ciclo de 20 años de un modelo económico que poco o nada hizo por las pequeñas y medianas empresas. Es momento de levantar al sector productivo”, concluyó.