La dictadura advirtió a Washington y a una embajada europea no identificada sobre el supuesto complot, que calificó como una “operación de falsa bandera” en medio de crecientes tensiones bilaterales.
ARCHIVO – La bandera de Estados Unidos ondea fuera de la embajada del país en Caracas, Venezuela, el 24 de enero de 2019. (AP Foto/Fernando Llano, Archivo)
Fuente: infobae.com
Venezuela advirtió este lunes de un plan de “extremistas” para colocar “explosivos” en la embajada de Estados Unidos en Caracas, en un contexto de creciente tensión entre ambos países por el despliegue militar de Washington en el Caribe.
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Según un comunicado del jefe de la delegación de Venezuela para el diálogo con Estados Unidos, Jorge Rodríguez, “mediante una operación de falsa bandera preparada por sectores extremistas de la derecha local, se intentan colocar explosivos letales en la embajada de EEUU”.
Rodríguez, quien también preside el Parlamento venezolano, informó en un comunicado difundido en su canal de Telegram que advirtió del supuesto plan a través de “tres vías distintas” a Estados Unidos. Además, dijo que se ha “advertido de estos hechos a una embajada europea”, que no precisó, con el fin de que “se sirva comunicar de la gravedad de esta información a personal diplomático” estadounidense.
Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos están rotas desde 2019 y desde entonces la embajada solo está ocupada por algunos empleados. “Hemos reforzado las medidas de seguridad en dicha sede diplomática que nuestro gobierno respeta y protege”, añadió Rodríguez, quien calificó el presunto plan como una “grave amenaza”.
La denuncia se produce en medio de fuertes tensiones bilaterales generadas por el despliegue militar estadounidense en aguas del mar Caribe cercanas a Venezuela. Washington sostiene que las operaciones buscan combatir el narcotráfico procedente de la nación suramericana, un argumento rechazado por Caracas, que insiste en que se trata de una “amenaza” para propiciar un “cambio de régimen”.
El jefe de la delegación de Venezuela para el diálogo con Estados Unidos Jorge Rodríguez (REUTERS/Leonardo Fernández Viloria)
Estados Unidos mantiene en el Caribe al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como más de 4.500 soldados.
Hasta el momento, al menos 21 personas han muerto en los ataques, según funcionarios estadounidenses. La Casa Blanca afirma que los ataques han destruido al menos cuatro barcos, algo que evitó que las drogas lleguen a Estados Unidos. Sin embargo, los demócratas y expertos cuestionan la legalidad de usar la fuerza letal en aguas extranjeras o internacionales contra sospechosos que no han sido interceptados o interrogados.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el domingo que los ataques letales contra pequeñas embarcaciones cerca de las costas venezolanas han sido tan exitosos que “no hay más botes” en esa área del Caribe, a la vez que sugirió que la nación norteamericana podría pronto trasladar sus operaciones antinarcóticos del mar a la tierra.
El último ataque anunciado por el Pentágono fue el viernes, cuando funcionarios dijeron que mataron a cuatro personas no identificadas acusadas de ser “narcoterroristas” en un pequeño bote frente a Venezuela. Un video del incidente publicado por el Pentágono mostró una lancha rápida repentinamente envuelta en humo y llamas.
En respuesta al despliegue militar estadounidense, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, solicitó recientemente al papa León XIV, a través de una carta, su “apoyo especial” para “consolidar la paz” del país caribeño, según informó el canciller, Yván Gil.
El pasado sábado, se llevaron a cabo ejercicios de organización en Venezuela para, dijo Maduro, afinar “aún más todos los mecanismos de defensa territorial”.