El Pentágono confirmó el envío del USS Gerald R. Ford para reforzar las operaciones contra el narcotráfico en el área del Comando Sur. La maniobra, ordenada por una directiva presidencial, busca “desmantelar organizaciones criminales transnacionales”

Imagen de archivo: El portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford, navega junto al USNS Laramie (T-AO-203) durante un reabastecimiento de combustible en el mar en el Mediterráneo oriental (REUTERS)
Fuente: infobae.com
El Pentágono anunció este viernes el despliegue del portaaviones Gerald Ford, el mayor de la flota de Estados Unidos, en el mar Caribe para reforzar el combate al narcotráfico en América Latina. Esta decisión se produce en medio de un aumento de las tensiones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela tras una serie de ataques militares contra lanchas presuntamente utilizadas para el tráfico de drogas.
Sean Parnell, portavoz del Pentágono, informó a través de la red social X que el despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford responde a una directiva presidencial. La misión consiste en “desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria”, según indicó el vocero en su comunicado.
Parnell detalló que la presencia reforzada de las fuerzas estadounidenses en el área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM) permitirá aumentar las capacidades del país para detectar, monitorear e interrumpir a actores y actividades ilícitas que ponen en riesgo la seguridad y la prosperidad del territorio nacional, así como la estabilidad en el hemisferio occidental. Explicó además que estos elementos “mejorarán y complementarán las capacidades ya existentes para interrumpir el tráfico de narcóticos y degradar y desmantelar las TCOs”.
El Gerald Ford y su grupo de ataque se suman así al contingente desplegado por EEUU en el Caribe desde septiembre. Esta fuerza ya incluye tres buques de asalto y transporte anfibio, aviones de combate F-35B, aeronaves de patrulla P-8 y drones MQ-9, los cuales operan desde una base ubicada en Puerto Rico, según informó la Secretaría de Defensa estadounidense.
En las semanas recientes, las tropas estadounidenses han destruido una decena de embarcaciones de presuntos narcotraficantes tanto en el Caribe como en el Pacífico, con un saldo de varios muertos cerca de las costas de Venezuela y Colombia.
Este mismo viernes, el secretario de Defensa Pete Hegseth señaló que el Ejército estadounidense hundió otra lancha en el Caribe que, de acuerdo a sus declaraciones, estaba operada por la banda venezolana conocida como Tren de Aragua. El funcionario detalló que en la operación habrían muerto seis personas, a quienes calificó de “narcoterroristas”.
“Si eres un narcoterrorista que trafica drogas en nuestro hemisferio, te trataremos igual que a Al Qaeda. De día o de noche, rastrearemos tus redes y nos aseguraremos de neutralizarlas”, escribió Hegseth en la red social X.
La situación es particularmente delicada con Venezuela, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado a la CIA ejecutar operaciones encubiertas en territorio venezolano, mientras el régimen de Maduro sostiene que Washington busca llevar a cabo ataques dentro de su país para provocar un “cambio de régimen”. El propio Trump acusa a Maduro de encabezar un cartel de drogas, acusación que el líder bolivariano rechaza públicamente.
Imagen de archivo de Nicolás Maduro junto al ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, el día en que anunció que su país desplegaría defensas militares, policiales y civiles en 284 «frentes de batalla» en todo el país, en medio de tensión con Estados Unidos, el 11 de septiembre de 2025 (Palacio de Miraflores/REUTERS)
En la mañana del jueves, el dictador venezolano Nicolás Maduro anunció el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), cuerpos policiales y milicianos a lo largo de las costas del país, en el marco de unos ejercicios militares que se extenderán durante 72 horas.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, confirmó las acciones del régimen en un acto también difundido por el canal estatal, subrayando la importancia de alcanzar el “punto óptimo” de coordinación y preparación de todo el Estado frente al despliegue naval estadounidense en el Caribe. “Ellos pueden desplegar no sé cuántas unidades afiliadas a la CIA en operaciones encubiertas… y cualquier intento fracasará”, añadió.
La tensión también escaló el jueves después de que Trump informara que su administración pretende ampliar la campaña militar contra el narcotráfico a operaciones terrestres, sin precisar el lugar exacto de dichas intervenciones. “La tierra será lo siguiente”, declaró el mandatario en un encuentro con la prensa y en presencia del secretario de Defensa Pete Hegseth, según información recogida por Bloomberg.
El líder de la Casa Blanca insistió en la necesidad de mantener la ofensiva por la lucha contra el tráfico de drogas. “Vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país”, afirmó.
Pete Hegseth, secretario de Defensa de EEUU, junto al presidente Donald Trump en la Casa Blanca el 23 de octubre de 2025 (REUTERS/Jonathan Ernst)
Además, el anuncio del despliegue del portaaviones Gerald Ford ocurre tras la confirmación de que el jueves al menos un bombardero B-1B sobrevoló el Caribe cerca de la costa venezolana, precedido por una exhibición de fuerza con bombardeos B-52 la semana pasada, reportada por el comando militar estadounidense como parte de una misión de disuasión y entrenamiento.
Por su parte, el gobierno de Brasil expresó su rechazo a cualquier intervención militar en Venezuela, advirtiendo -según declaraciones de Celso Amorim, asesor principal en política exterior de la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva- que una acción de ese tipo podría fomentar el resentimiento y la radicalización política en todo el continente.