El veterano cineasta destinó una fortuna personal a su ambicioso proyecto de ciencia ficción, pero el fracaso comercial de la película lo dejó sin liquidez.
Por Evelin Meza Capcha

Fuente: Infobae
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El cineasta estadounidense Francis Ford Coppola, de 86 años y ganador de varios Oscar, ha anunciado la venta de siete relojes de lujo de su colección personal, incluidos un modelo personalizado valorado en más de un millón de dólares, después de que su proyecto personal más ambicioso, la película Megalópolis (2024), financiado en gran parte por él mismo, se haya convertido en uno de los mayores fracasos comerciales de su carrera.
Coppola invirtió alrededor de 120 millones de dólares de su fortuna personal para llevar a cabo Megalópolis, un filme de ciencia ficción con reparto coral y largamente gestado.
La cinta recaudaría tan solo unos 14,3 millones de dólares a nivel mundial, cifra muy por debajo de su presupuesto estimado.
Ante esta situación, Coppola ha reconocido que necesita liquidez para “mantener el barco a flote” y ha optado por subastar piezas muy valiosas de su patrimonio.
Financiación y fracaso comercial

Coppola, responsable de clásicos como El Padrino y Apocalypse Now, amasó buena parte de su fortuna no solo con el cine sino también con negocios vínicos y de estilo de vida. En 2021 vendió su marca de bodegas a Delicato Family Wines en una operación valorada en unos 650 millones de dólares.
Sin embargo, para Megalópolis utilizó su participación en ese negocio como garantía y habría obtenido préstamos de hasta unos 200 millones de dólares para producir el filme. La cinta, ambientada en una Nueva Roma futurista y protagonizada por actores como Adam Driver y Giancarlo Esposito, se estrenó en septiembre de 2024 después de un largo desarrollo.
La recaudación fue desastrosa: en EE.UU. alcanzó aproximadamente 7,6 millones de dólares, y otros 6,7 millones en internacional, totalizando unos 14,4 millones. En su apertura apenas logró 4 millones de dólares, cifra muy inferior a lo proyectado. Analistas estimaron que el filme perdería decenas de millones, dada la combinación de producción, marketing y distribución.
La venta de relojes: un patrimonio en subasta

Para hacer frente a sus apremios financieros, Coppola ha decidido poner en subasta siete relojes de su colección personal a través de la casa de subastas Phillips en Nueva York los días 6 y 7 de diciembre. La pieza estrella es un prototipo único de la marca F.P. Journe llamado “FFC”, diseñado por el propio Coppola junto al maestro relojero François-Paul Journe durante ocho años. Su estimación de partida supera el millón de dólares.
Los otros seis relojes incluyen otro F.P. Journe, dos modelos de Patek Philippe, un Breguet Classique, un IWC Portugieser Chronograph y un Blancpain Minute Repeater.
Coppola explicó al New York Times que “raramente usaba” el modelo FFC, que le resultaba “demasiado caro para asegurar”. En su declaración más reciente indicó: «Necesito conseguir algo de dinero para mantener el barco a flote».
Reacciones críticas y premios negativos
La acogida de Megalópolis fue dividida desde su presentación en el Festival de Cannes, donde generó elogios por la ambición de Coppola pero críticas por su falta de coherencia narrativa.
Además, la película ganó dos premios «Razzies» (Premios Frambuesa): uno a peor director para Coppola y otro a peor actor de reparto para Jon Voight.
Coppola aceptó estos galardones con tono irónico y cargó contra la industria cinematográfica por ser “cobarde” y poco dispuesta a asumir riesgos. En sus propias palabras, se comparó con el cineasta francés Jacques Tati, quien se empobreció al hacer su obra Playtime.
Legado y expectativas a futuro
Aunque hoy atraviesa una situación financiera complicada, Coppola mantiene la convicción de que Megalópolis podría ser rentable a largo plazo. En una entrevista recordó que muchas de sus películas “se amortizan con el tiempo”.
Sin embargo, los analistas señalan que el contexto actual del streaming y la desaparición de grandes ventas de vídeo doméstico dificultan esa recuperación financiera, a diferencia de filmes como Apocalypse Now que se beneficiaron de otras épocas del mercado.
En distintos momentos de su carrera, Coppola sufrió quebrantos financieros por otros proyectos de alto riesgo. Su cinta de 1982 One from the Heart costó unos 26 millones de dólares y recaudó apenas 637.000 dólares, lo que llevó a la bancarrota del estudio Zoetrope.
Luego, en 1988, su película Tucker: El hombre y su sueño también fracasó comercialmente pese al buen recibimiento crítico. Su filosofía frente al dinero sigue siendo clara: “No hice esto para ganar dinero, lo hice para hacer algo más bello que ganar dinero”.