Por Raúl Domínguez

Fuente: eldeber.com.bo
Las familias bolivianas continúan restringiendo sus compras y casi la totalidad del presupuesto es solo para abastecer de alimentos al hogar. De acuerdo a un reciente estudio de la empresa de inteligencia de mercado Zoomin Group, la variación acumulada de precios entre enero y septiembre del presente año, en el eje central de Bolivia, es de 29%, por lo que un consumidor, para comprar una cesta de 28 productos esenciales, pasó de pagar Bs 363,5 a Bs 463,4, es decir, Bs 104 más en ocho meses.
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El estudio, denominado ‘Indicadores Zoomin Bolivia tercer trimestre 2025’, al que tuvo acceso EL DEBER, señala que los consumidores optan por dispersar sus compras entre más canales (tiendas, mercados y supermercados) en la búsqueda de los mejores precios, sin embargo, desde el 2024, la ausencia del contrabando restó un canal de abastecimiento, situación que se consolida más en el 2025”, resume.
La variación a septiembre (1,4%) muestra una ligera reducción en el ritmo de crecimiento de los precios respecto de los últimos cuatro meses. Lácteos continúa generando el mayor impacto acumulado, alcanzando un 45,2%; cuidado personal y hogar, 32,5% y alimentos y bebidas, 22,8%. Santa Cruz sigue siendo la ciudad con el mayor incremento acumulado de precios (30,9%), seguido de Cochabamba (29,4%), La Paz (28,3%) y El Alto (27,5%).
Juan Carlos Jara, gerente General de Zoomin, explicó que el estudio se centró en las ciudades del eje central (La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz), donde se encuestaron 2.500 puntos de venta. Un aspecto relevante se da con las “compras inteligentes”, en la que el consumidor busca la mejor relación precio-cantidad, por “razón de conveniencia” y por la dispersión de canales, donde el consumidor maximiza el rendimiento de su dinero.
“Esta dispersión de canales no implica necesariamente un abandono total de un canal por otro, sino más bien una estrategia de compra inteligente”, aclaró Jara.
Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes es el Índice de Confianza del Punto de Venta (PDV), es decir, el nivel de confianza que las tiendas tienen en la economía, con vista en sus resultados de ventas actuales y expectativas a futuro. Este índice registró esta vez una caída de -3 puntos respecto del segundo trimestre. El Alto presenta el punto más bajo del índice de confianza y Santa Cruz el más alto.
En los PDV continúan calificando las ventas como negativas, con -4 puntos y la perspectiva de cómo estará el negocio en los próximos 12 meses, también cayó -2 puntos, aunque no como venía cayendo desde el tercer trimestre de 2024.
“Este resultado marca un punto de desaceleración de la tendencia negativa que venía trayendo y se explica por un dólar con cierta estabilidad desde agosto y la expectativa por un cambio de gobierno a partir del 8 de noviembre de este año”, expresa el estudio.
“Ante el incremento de precios impulsado por el distribuidor, la decisión del consumidor se ve afectada. El distribuidor puede mitigar la subida del precio unitario introduciendo formatos más pequeños. El consumidor termina comprando menos cantidad para mantener su presupuesto”, explicó Jara.
En cuanto a la sustitución de marca, el experto indicó que cuando el precio de una marca sube significativamente, el consumidor puede migrar a marcas más económicas buscando una opción de mejor precio para mantener el consumo.
Efecto dólar
La presidente de la Asociación Boliviana de Supermercados (Asobsuper), Rosario Schamissedine, sostuvo que a pesar que el precio del dólar paralelo bajó con relación a mayo, cuando rozó los Bs 20, algunos productos como la carne y el tomate más bien siguen subiendo, lo que incide en el consumo.
La principal razón, sostuvo, es el tipo de cambio paralelo, que el próximo gobierno debe empeñarse en bajarlo, porque incentiva el contrabando hacia países limítrofes. “Por ejemplo el queso, en Brasil y Argentina están pagando mejor precio ¿y el productor dónde va a preferir vender? Donde le pagan mejor, es natural y contra eso, pretender poner restricciones, lo único que va a generar es desincentivar a los productores. Lo que tiene que hacer el gobierno es liberar (las exportaciones)”, consideró.
Señaló, por ejemplo, que la carne de res aumentó un 100% su precio, pero las ventas no han acompañado ese incremento, por lo que las compras a los proveedores se ha reducido un 40%. La empresaria resaltó que más bien se debe aumentar la producción para que haya excedente y que la diferencia entre el dólar paralelo oficial, debe estar entre un 10% y 30% de diferencia.
Con relación al comercio de productos importados, Schamissedine explicó que el stock de los supermercados no pasa del 35%, pero está incidiendo en el cierre de empresas proveedoras. “Por lo menos un 10% han dejado de trabajar, han cerrado las empresas. Es triste la realidad”, agregó.
Las ventas
La presidente de Asobsuper aseguró que los supermercados incluso tiene precios más bajos que otros canales y son un “contenedor” de la especulación.
“Negociamos directo con los proveedores, revisamos mutuamente cuál es el margen que ellos tienen que tener y ellos también controlan nuestro margen. El margen de utilidad está más plano, estamos en un trabajo de sobrevivencia, todos los días buscando cómo bajar gastos, costos, reducir los procesos, los procedimientos para ser más eficientes y no terminar rendidos y cerrar las puertas”, afirmó.
Se refirió también a la necesidad de flexibilizar las leyes laborales como la libre contratación, que daría “un respiro” a personas desempleadas y que se pueden contratar por medio tiempo. “Si no, vamos a estar hundiéndonos y cayendo en el abismo. Puede doler a la clase trabajadora, pero ante situaciones críticas hay que tomar decisiones valientes”, consideró Schamissedine.
Agregó que se tiene la confianza que el próximo gobierno libere el mercado y facilite el comercio.
Prioridad para consumidores
Según los datos de Worldpanel by Numerator Bolivia —que monitorea más de 74 categorías y más de 392 millones de ocasiones de compra—, la canasta de consumo ha experimentado un incremento de precios del 21% entre enero y agosto de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Alejandra Collao, gerente de la firma, resaltó que este aumento de doble dígito ha impactado directamente en los hábitos de compra y en las decisiones del shopper. “Frente a este escenario, los consumidores han optado por resignar productos prescindibles y priorizar alternativas más económicas en categorías esenciales como aceites, fideos, leche y detergentes. Asimismo, se observa una preferencia por formatos más convenientes que permiten ahorrar, como los envases doypack en salsas frías, los repuestos (refill) en productos de limpieza y los envases retornables en bebidas gaseosas”, afirmó.
Las marcas, por su parte, han respondido con portafolios más accesibles, reforzando la propuesta de valor (value for money), adoptando una comunicación más empática y desarrollando estrategias omnicanal centradas en el shopper como eje principal de sus decisiones.
