Hoy puedes reinar, mañana ser polvo


Cuando Marco Aurelio retornaba a Roma después de apagar varias rebeliones de los pueblos que dieron orígenes a los hoy países de España, Alemania e Irán, todos vitoreaban su nombre mientras la caravana ingresaba a la ciudad. El gran emperador romano , que gobernó entre los años 161 y 180 d.C permanecía erguido saludando sonriente, pero a la vez escuchando a un esclavo que tenía la única misión de repetirle: “Eres mortal”

Ese pasaje lo cuenta en su libro “Meditaciones” y lo traemos al recuerdo a propósito del balotaje histórico que viviremos los bolivianos, este 19 de octubre del 2025, en el que elegiremos al presidente del Bicentenario, el número 65 y que seguramente será tentado por esa borrachera de poder que ha escrito historias funestas en nuestro país.



Los bolivianos elegiremos al nuevo presidente entre Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que, en la primera vuelta de las elecciones, el 17 de agosto, logró el primer lugar con el 32,06% (1.717.432 votos), y Jorge Quiroga, de la Alianza Libertad y Democracia (Libre), que se ubicó en el segundo lugar con el 26,70% (1.430.176 votos).

Por normativa, el que gane con hasta un solo voto de diferencia será electo presidente de Bolivia para el periodo 2025-2030. De acuerdo al Tribunal Supremo Electoral, en total, están habilitados para sufragar 7.937.138 electores, de los que 7.567.207 votará en Bolivia y 369.931, en 22 países del mundo. Siendo Argentina, España, Brasil, Chile y Estados Unidos, los que concentran la mayor cantidad de electores en el exterior, mientras que en nuestro territorio nacional, la mayor cantidad de electores reside en los departamentos de Santa Cruz (2.071.967), La Paz, 2.047.825) y Cochabamba (1.443.013). La nueva administración asumirá el 8 de noviembre.

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Borrachera de poder que cierra un ciclo de 20 años del Movimiento al Socialismo paradójicamente con sus dos líderes enfrentados a muerte en los últimos cinco años: Evo Morales que pretendía volver a toda costa y Luis Arce que se enamoró del sillón y terminó dejando al país con un decrecimiento económico del 2%, con largas colas en los surtidores de combustible, con deudas de casi 4 mil dólares de los bolivianos al nacer y una escalada de precios de la canasta familiar que se resumen en una frase que vi esta semana en un letrero colgado en el pecho de un limpiador de parabrisas, “Arce, tengo hambre”

Pero también con otra palabra que figura en el imaginario colectivo: Es “Esperanza” que es elemento ordenador de los 12 millones de bolivianos que esperamos que los nuevos gobernantes se pongan de acuerdo por el país, considerando que en la Asamblea Legislativa Plurinacional convergerán las tres fuerzas políticas mas votadas, incluyendo la del empresario Samuel Doria Medina e inclusive la del Movimiento al Socialismo

Pero lo que no podemos repetir son esas frases rimbombantes de “revolución del comportamiento”, “500 mil empleos”, “orden paz y trabajo”, que en los 20 años anteriores al Movimiento al Socialismo, fueron igualmente lapidarias porque representaron el loteamiento de los ministerios de Estado y las principales instituciones, especialmente las recaudadoras, la complicidad flagrante expresada en los narco-vínculos con el narcotráfico, el despido de miles de trabajadores y la venta de las principales empresas estatales a precios de gallina muerta.

Por eso sugerimos a los nuevos gobernantes leer a Marco Aurelio. Cada día es un regalo, cada momento es único. No olvides que la vida es fugaz, que todo lo que hoy ves puede desaparecer mañana. Acepta tu mortalidad no con miedo, sino con gratitud: vive plenamente, actúa con propósito y sé consciente de la belleza de lo efímero y por eso pedía que le recuerden que el final estaba siempre cerca. En medio de victorias, desfiles y honores, se decía a sí mismo: “Eres mortal. *HOY PUEDES REINAR, MAÑANA SER POLVO.”

Por Roberto Méndez, Periodista