En el departamento del Beni, las comunidades indígenas tsimanes del sector Yacuma viven días de tensión. Según denunció el dirigente indígena Whitman Merena, los pueblos del área no pueden salir de sus comunidades debido a un bloqueo instalado por grupos interculturales en la vía que conecta sus territorios con la carretera principal.
Punto de bloqueo en el sector Yacuma. Foto: ANF
Fuente: Sumando Voces
Yenny Escalante
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Las comunidades tsimanes del sector Yacuma, en la provincia Ballivián del departamento del Beni, denuncian que los bloqueos instalados por interculturales impiden la salida de sus productos agrícolas y ponen en riesgo su seguridad. Aseguran que la deforestación avanza dentro de su territorio y piden la intervención de las autoridades.
Las comunidades indígenas tsimanes del sector Yacuma viven días de tensión. Según denunció el dirigente indígena Whitman Merena, los pueblos del área no pueden salir de sus comunidades debido a un bloqueo instalado por grupos interculturales en la vía que conecta sus territorios con la carretera principal.
“Están buscando pleito en las trancas, en las entradas troncales. No nos dejan ingresar compradores para que vengan a comprar la producción que tenemos de plátano”, manifestó Merena, señalando que el bloqueo afecta directamente a la economía de las familias tsimanes, que dependen de la venta de productos agrícolas como su principal sustento.
El Subconsejo Tsimane del sector Yacuma, que agrupa a las comunidades de los municipios de San Borja y Rurrenabaque, emitió un pronunciamiento público en el que denuncia amenazas, restricciones y daños ambientales dentro de su territorio ancestral.
En el documento, los tsimanes expresan su preocupación por la deforestación creciente que estaría siendo impulsada por grupos interculturales que ingresan al bosque para desmontar y ampliar áreas de cultivo o asentamiento.
“Ellos no conocen la vida sencilla y profunda de un tsimane, esa vida que se respira entre los árboles, que camina junto al río y que escucha el canto del bosque. Pero ahora, nuestro bosque llora. Están entrando a nuestro territorio, destruyendo la selva, derribando los árboles que son nuestro hogar, los que nos dan aire, salud y esperanza”, señala el comunicado.
La organización indígena alertó que la deforestación representa una herida abierta en el corazón de la naturaleza, y recordó que sus territorios no solo son el hogar de sus comunidades, sino también espacios vitales para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio climático.
Además, denunciaron que los bloqueos instalados en las rutas de acceso impiden la libre circulación de las familias tsimanes y la comercialización de su producción, lo que agrava las condiciones de pobreza y aislamiento en la región.
“Nos quitan el sustento, la libertad y la dignidad de vivir en paz en nuestra propia casa”, reclaman en su pronunciamiento. “Pedimos a las autoridades y al pueblo boliviano que escuchen este clamor, porque cuando se destruye el bosque, no solo muere la selva, también muere un pedazo de humanidad”.
El Subconsejo Tsimane exhortó al Gobierno nacional, la Gobernación del Beni y las instituciones defensoras de derechos humanos a intervenir de manera urgente para garantizar la seguridad de las comunidades y el respeto a sus territorios.