Para el diplomático y presidente de la Asociación de Egresados de la Academia Diplomática de Bolivia, Javier Viscarra Valdivia, la denominada «diplomacia de los pueblos», practicada por el Movimiento Al Socialismo (MAS) durante sus periodos de gobierno (2006-2019 y 2020-2025), aisló al país más de lo que lo acercó al mundo.
«La llamada ‘diplomacia de los pueblos’ que practicó el MAS, lejos de acercarnos al mundo, nos aisló al reducir nuestra acción internacional a un conjunto limitado de alianzas ideológicas con países como Cuba, Irán, Venezuela, Nicaragua y Rusia, mientras se debilitaban los vínculos con Europa, Estados Unidos y, lo que es peor, con nuestros propios y cercanos vecinos limítrofes», afirmó Viscarra.
El diplomático participó con una intervención durante la presentación del «séptimo pilar» de su plan de gobierno, relacionado precisamente con el área de Relaciones Exteriores, fortalecimiento del pasaporte, seguridad y turismo.
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Durante el acto, las juventudes afines a la alianza Libre, que postula a Jorge Tuto Quiroga a la Presidencia, presentaron una agenda orientada a la inserción internacional del país. Esta propuesta se estructura en torno a varios ejes: Carrera Diplomática, Academia Diplomática, Embajadas, Agregadurías Comerciales, Diplomacia Digital y Marca País.
También destacaron otros ejes de su propuesta, como la promoción de la Democracia y los Derechos Humanos, la elaboración de una nueva Ley del Servicio Exterior, la creación de una Comunidad Sudamericana del Litio, el impulso a la cooperación internacional y la seguridad, además del fortalecimiento del pasaporte boliviano.
Por otro lado, Viscarra lamentó que el Ministerio de Relaciones Exteriores haya perdido “su capacidad técnica e independencia estratégica”, en una clara alusión a las gestiones del Movimiento Al Socialismo (MAS). Durante los gobiernos de ese partido, la Cancillería estuvo bajo la dirección de David Choquehuanca, Fernando Huanacuni, Diego Pary, Rogelio Mayta y, actualmente, Celinda Sosa.
“En los últimos casi 20 años, la Cancillería perdió su capacidad técnica y su independencia estratégica. Se construyó una diplomacia con propaganda, en medio de la militancia, y la representación del Estado se confundió con la del partido”, dijo el diplomático.
Finalmente, hizo énfasis en la necesidad de trabajar en una nueva ley del servicio exterior, no necesariamente partiendo de cero.
“Es hora de cambiar la óptica, con una diplomacia de Estado y no de gobierno, una diplomacia profesional, abierta y moderna. El país necesita una nueva ley del servicio exterior, no necesariamente partiendo de cero y, quizás, ahí tenemos un punto no de discusión, pero sí de diferente enfoque”, propuso.