Ramiro Sánchez Morales
La sanción de la “Ley corta, excepcional y transitoria para garantizar el abastecimiento de diésel y gasolina en situación de emergencia” por la Cámara de Diputados, impulsada por el Comité pro Santa Cruz, marca un hito en la política energética boliviana. Esta norma, que autoriza la importación y comercialización de combustible por privados durante tres meses, y permite a las estaciones de servicio adquirir carburante sin la mediación de YPFB en este periodo excepcional, surge como una medida de urgencia frente a la persistente escasez que afecta al país.
A continuación, analizamos las fortalezas y debilidades de esta disposición en el contexto actual de Bolivia.
La Disposición Clave: Apertura a la Importación y Comercialización Privada
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La medida más relevante de la ley es la autorización temporal para que actores privados, incluidas las estaciones de servicio, puedan importar y comercializar diésel y gasolina directamente, sin la obligatoria intermediación de la estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que históricamente ha monopolizado la importación y la distribución subsidiada.
La necesidad de esta ley excepcional se fundamenta en la grave crisis de escasez de combustible que atraviesa Bolivia, marcada por largas filas en surtidores, afectación al sector productivo (agroindustria, transporte, minería) y un incipiente mercado negro con precios elevados (Fuente: El Deber, Infobae, Economy). La falta de dólares en la economía boliviana ha limitado la capacidad de YPFB para asegurar los volúmenes de importación necesarios para la demanda nacional (Fuente: Infobae, El Deber).
Fortalezas de la Ley Corta
- Descongestión del Abastecimiento y Respuesta Inmediata
La principal fortaleza es la capacidad de agilizar la distribución y aumentar el volumen total de combustible disponible en el país. Al permitir que los privados y las estaciones de servicio adquieran directamente el producto en el mercado internacional, se supera el cuello de botella que representa la dependencia exclusiva de YPFB, que ha demostrado estar operando «al límite» (Fuente: Infobae). Esto alivia la presión sobre el sector productivo y el transporte, elementos vitales para evitar una crisis alimentaria y la paralización económica (Fuente: El Deber).
- Mayor Resiliencia ante la Emergencia
La diversificación de los actores importadores reduce la vulnerabilidad del país ante contingencias financieras o logísticas que afecten a la estatal. En un contexto de crisis de divisas (dólares) que frena las importaciones de YPFB, la inyección de capital privado, incluso a precios internacionales, puede mantener la actividad en sectores que no pueden parar (Fuente: Economy, Swissinfo).
- Foco en Sectores Críticos a Precios no Subsidiados
La ley permite que sectores productivos clave (como la agroindustria, el transporte pesado y en su caso los cooperativistas mineros), a los que les interesa más la continuidad de sus operaciones que el precio subsidiado, puedan adquirir combustible de importación privada a un valor más alto, garantizando así su funcionamiento y mitigando el riesgo de pérdidas en cosechas o retrasos en la exportación (Fuente: Swissinfo, Ahora El Pueblo).
Debilidades y Riesgos
- El Riesgo del «Gasolinazo» y la Inflación
El principal argumento de los diputados “evistas” que rechazaron la norma fue que era un «gasolinazo» encubierto. Dado que los privados importarán a precios internacionales, este combustible será más caro que el precio subsidiado que mantiene YPFB (Bs 3.74/litro). Si bien inicialmente se buscaría dirigirlo al sector productivo, la coexistencia de dos precios puede llevar a que:
- El combustible más caro se filtre al consumo general, elevando el costo de vida.
- El transporte público, si no es estrictamente controlado para recibir solo combustible subsidiado, podría argumentar costos mayores y subir las tarifas, afectando directamente a las familias de menores ingresos.
- Dualidad del Mercado y Posibles Distorsiones
La coexistencia de un mercado subsidiado (YPFB) y uno a precio internacional (privados) requiere una reglamentación y fiscalización rigurosas por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Existe el riesgo de que el combustible subsidiado sea desviado y revendido en el mercado paralelo para obtener ganancias, exacerbando la escasez en las estaciones de servicio controladas.
- Carácter Temporal y Falta de Solución Estructural
La ley es «corta, excepcional y transitoria» (90 días). Si bien soluciona la emergencia, no aborda la raíz del problema, que es la dependencia casi total de Bolivia de la importación de combustibles (hasta el 90% en diésel, según Infobae), la falta de dólares para financiar esa importación y la insostenibilidad del subsidio a largo plazo. Una vez culminado el plazo, el país podría volver a la misma situación de crisis si no se toman medidas económicas y energéticas estructurales.
Conclusión
La Ley Corta es un remedio de emergencia necesario y pragmático para enfrentar una crisis de abastecimiento que amenaza la estabilidad económica y social de Bolivia. Su fortaleza reside en su capacidad inmediata de inyectar combustible al mercado, aliviando la parálisis en sectores productivos. Sin embargo, su debilidad intrínseca radica en el costo político y social de liberar parcialmente el precio, con el riesgo latente de un alza generalizada que afecte a la población más vulnerable.
Esta medida debe ser vista no como el fin del problema, sino como una ventana de tres meses que el Ejecutivo debe utilizar para: 1) Normalizar las finanzas de YPFB y la asignación de divisas para la importación subsidiada, y 2) Diseñar una estrategia energética de largo plazo que reduzca la dependencia de importaciones y garantice la sostenibilidad del subsidio o su transición ordenada, abordando de fondo la falta de recursos y los desafíos de la producción nacional de hidrocarburos.
Fuentes Citadas:
- Brújula Digital. Información inicial del texto.
- El Deber. «Bolivia vive días dramáticos por escasez de combustible y prevén carestía en 2026»; «Llega buque con más gasolina y apuran ley para libre importación». (octubre, 2025).
- Infobae. «Escasez de combustible en Bolivia: YPFB opera ‘al límite’ y solo tiene tres días de autonomía de gasolina»; «Crisis en Bolivia: el suministro de combustible bajará hasta el 70% esta semana». (octubre, 2025).
- Swissinfo.ch. «Bolivia autoriza a privados a importar y comercializar combustibles ante la escasez». (noviembre, 2024).
- Ahora El Pueblo. «YPFB: El combustible importado por privados será destinado esencialmente a los sectores productivos». (noviembre, 2024).
- Economy.com.bo. «Empresas privadas importan solo 3% del combustible que se les autorizó». (Julio, 2025).
