La jaula está abierta, ¡salgan!


El MAS finalmente se fue el 17 de agosto, pero hay una buena parte de la población que se rehúsa a dejar el pasado y no se da cuenta de que todo ha cambiado. Los que antes gritaban por Mesa, Camacho, Manfred, Samuel y ahora son fanáticos circunstanciales de Tuto Quiroga, hoy vuelven a repetir la misma cantaleta de la conspiración, pero esta vez con un enemigo que ya no está. El socialismo los dejó anclados en la derrota, sin saber cómo saborear la victoria se quedaron con la mentalidad de opositores.

Se han sometido al papel de críticos eternos, han caído el resentimiento, y usan la parte negativa de la política como válvula de alivio. Hoy que tenemos un presidente emergente, les cuesta aceptar que la historia dio una vuelta y los dejó sin libreto. Siguen repitiendo consignas que pertenecen a los tiempos del MAS, incapaces de entender que el país decidió salir del ciclo del odio y la revancha. Les cuesta entender que Bolivia es nacionalista.



Como ya he dicho antes, esa parte opositora del país padece del Síndrome de Estocolmo, porque fue secuestrada por sus propios líderes y terminó enamorándose del cautiverio. Se sienten cómodos en el papel de la injusticia, de la víctima y parece que no supieran qué hacer sin un enemigo que los justifique.

Compatriotas, el MAS se fue, y el gobierno actual no nació del fraude, sino de una elección limpia y legítima. El país cambió, y el tiempo no espera a quienes se empeñan en quedarse atrás. La jaula está abierta, ¡salgan!

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

 

Marcelo Ugalde Castrillo

Político y empresario