La lepra ignora al periodismo, Guider


Lucas en la Biblia fue un médico, compañero del apóstol Pablo, y autor del Tercer Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. Se lo conoce por su atención a los pobres y marginados, y por su obra, que narra detalladamente el ministerio de Jesús. En el capítulo 17, versículos del 11 al 17, narra que “en su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él, gritando” ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Y Jesús los curó de tan grave enfermedad con solo pedirles que tengan fe en Dios. Sin embargo, poco después solo vino uno de ellos glorificando a Dios y entonces Jesús preguntó ¿acaso no eran diez los que fueron limpiados”, Y fue entonces que habló de la importancia de recibir y saber agradecer, en una de las fuentes de las que nace el conocido refrán: “Mano que te da de comer, no has de morder”. Le debes agradecer.

Y ¿por qué recordar ese pasaje bíblico?. Porque uno de los mejores periodistas investigadores de Bolivia, ha sido despedido de su fuente laboral después de 35 años de trabajo con los más altos estándares de profesionalismo, humildad e impacto social que llevaron a ese medio de comunicación donde trabajaba a ocupar uno de los sitiales referentes de la prensa escrita en Bolivia.



Heredero de una familia de periodistas. Guider fue mi compañero en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Evangélica Boliviana y compartimos la misma pasión por el Derecho cuando nos graduamos como abogados y aunque trabajamos en periódicos distintos, enfrentamos los mismos retos del ejercicio del buen periodismo, cuando los narcos nos secuestraron en Santa Ana de Yacuma, la cobertura de los ajustes de cuentas después del asesinato del profesor Noel Kempf Mercado en 1986 y cuando se revelaron los nombres de los proveedores de sulfato base al laboratorio mas grande descubierto en Huanchaca, provincia Angel Sandoval, en un fuego cruzado en el que cayó acribillado el diputado Edmundo Salazar que encabezaba la comisión investigadora.

Inmortalizado por la frase: «el trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz»,… para que la gente vea cómo quedan al descubierto”, el célebre reportero del siglo, el periodista polaco, Ryszard Kapuscinki, nos marca la ruta que debemos seguir. Y Guider prendió muchas luces que hicieron que un ministro de Gobierno de Evo Morales lo increpara por teléfono, que un narco fuera a la sala de redacción de su diario a amenazarlo de muerte, el destape del caso del Narco, Pedro Montenegro, la desaparición de los bienes incautados a Ostreicher, las vinculaciones de Marset. entre otras, dicen mucho de la talla de Arancibia.

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Y su despedida, el inicio de investigaciones en un hangar del aeropuerto El Trompillo, sobre una avioneta presuntamente propiedad de uno de los hijos del presidente Luis Arce y lo mas grave, no solo la falta de apoyo en su propio medio, si no también el pecado mortal que han cometido al revelar la fuente que pasó el dato al periodista, en una flagrante violación al artículo 8 de la Ley de Imprenta, son entre otras, evidencias que esa terrible enfermedad, de la lepra y de la falta de reconocimiento al trabajo, intentan corroer los cimientos del buen periodismo, hoy atacado por las redes sociales, la Inteligencia Artificial, las noticias falsas y hasta el nomeimportismo de empresarios que solo ven negocios y no servicio a la sociedad.

Por ello, mi solidaridad con Guider Arancibia y la oferta para que enseñe todo lo que sabe sobre periodismo de investigación en las aulas de la carrera Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, como me lo han sugerido varios alumnos

Por Roberto Méndez, director de Carrera Cs. de la Comunicación de la UAGRM