Un efectivo policial que presenció los violentos enfrentamientos entre barras de Guabirá y Blooming en las afueras del estadio Gilberto Parada habló con DIEZ bajo reserva por temor a represalias. El uniformado responsabilizó a los dirigentes por permitir la presencia de hinchadas que “ponen en riesgo la vida de las personas”, confirmó que se precintó el estadio y advirtió que la única solución es jugar sin barras.
Fuente: diez.bo
La violencia volvió a empañar el fútbol boliviano. Luego del empate 1-1 entre Guabirá y Blooming por la Copa Bolivia, los alrededores del estadio Gilberto Parada de Montero se convirtieron en un campo de batalla. Piedras, petardos y objetos contundentes volaron entre las barras de ambos equipos, mientras los asistentes y vecinos corrían para ponerse a salvo.
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Los primeros reportes policiales confirman que hubo varios heridos, algunos trasladados en ambulancia a centros médicos de la zona. Además, varios vehículos estacionados fueron apedreados y saqueados. El miedo se apoderó de familias y transeúntes que solo buscaban disfrutar de un espectáculo deportivo.
Un policía que estuvo en el operativo de seguridad conversó con DIEZ y relató el caos vivido. Pidió mantener su identidad en reserva para evitar represalias, pero fue categórico al señalar a los responsables: “Es una pena, las autoridades no hacen nada. Esperábamos que este partido se juegue en Santa Cruz. Cada vez que vienen barras a Montero hay incidentes”.
El efectivo reveló que tras los hechos se procedió a abrir un caso y se precintaron sectores del estadio. “Aperturamos un caso inmediatamente. En coordinación con el fiscal tuvimos que precintar las curvas del estadio. No es la primera vez que pasa esto. Cada partido debemos persinarnos para que no haya una tragedia”, contó.
“Precintar el estadio ha sido una medida acertada por parte de la FELCC y el Ministerio Público de Montero”, agregó.
Visiblemente indignado, el uniformado cuestionó la falta de medidas firmes por parte de los dirigentes. “Los principales responsables son los dirigentes que permiten esto. Ponen en riesgo la vida de las personas. Había charcos de sangre en varias partes del estadio. Estoy muy molesto y preocupado; no se debe jugar más con barras”, expresó.
También señaló que la violencia se ha vuelto incontrolable pese a los esfuerzos policiales. “No hay que ser científico para darse cuenta del problema. Los culpables son las barras. Aquí vi venir familias a compartir, pero los inadaptados lo arruinan todo. La única medida que puede tomarse es jugar sin barras. Ya está de buen tamaño, algún día puede haber un muerto”, advirtió con preocupación.
El agente detalló que, tras el operativo, se registraron varios arrestos. “Tenemos 15 arrestados, seis son menores de edad. Además hay más de cuatro heridos”, informó. Y remarcó que el problema no terminará mientras los clubes mantengan su complicidad: “Si los dirigentes no le regalan entradas a las barras, esto no pasa. La única solución es cortarles el acceso al estadio”.
Los disturbios en Montero dejaron una vez más una imagen desoladora: vidrios rotos, heridos y miedo. La advertencia del policía resuena como un llamado urgente a las autoridades y al fútbol boliviano: sin decisiones firmes, la violencia seguirá ganando terreno dentro y fuera de las canchas.
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