El director señaló que el Estado mantiene un control riguroso sobre los privados de libertad vinculados a estas facciones.

Fuente: ANF
El director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, afirmó que la aplicación de inteligencia penitenciaria y traslados estratégicos ha permitido frenar el avance de las bandas criminales brasileñas dentro del sistema carcelario boliviano. Según explicó, las acciones preventivas se han enfocado en evitar que grupos como el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital (PCC) logren consolidar estructuras de poder al interior de los penales.
Limpias diferenció entre los grupos de poder internos —de origen histórico en las cárceles bolivianas— y las bandas transnacionales que intentan influir actualmente. Recordó que, años atrás, la violencia al interior de los recintos penitenciarios estaba casi siempre vinculada a estos grupos internos.
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“Antes, cuando había una muerte violenta, casi todo estaba relacionado a los grupos de poder dentro de los centros penitenciarios”, explicó a ANF.
Sin embargo, el panorama ha cambiado. El director sostuvo que hoy las muertes violentas en las cárceles no responden tanto a enfrentamientos por control interno, sino a hechos aislados o personales.
“Actualmente los incidentes suelen ser rencillas entre dos privados de libertad, incluso por situaciones que vienen de afuera. Ya no son como antes, entre grupos organizados dentro del penal”, precisó.
Respecto a la posible presencia de bandas brasileñas, Limpias confirmó que existe información de inteligencia que da cuenta de intentos de infiltración por parte del Comando Vermelho y el PCC, organizaciones con amplia trayectoria criminal en la región.
“Estos grupos importan violencia y buscan manejar las cárceles”, advirtió. También reconoció que se tiene información sobre bolivianos “bautizados” por estas organizaciones, aunque aclaró que su capacidad de acción es limitada.
El director señaló que el Estado mantiene un control riguroso sobre los privados de libertad vinculados a estas facciones. Una de las principales estrategias consiste en trasladarlos constantemente de un penal a otro para impedir que consoliden redes de influencia. “Cuando tenemos antecedentes de estas personas, los movemos de cárcel en cárcel. No les damos tiempo para estructurar grupos de poder”, detalló.
Limpias remarcó que, a diferencia de las estructuras criminales brasileñas, los grupos de bolivianos que han sido incorporados por estas bandas carecen del soporte financiero y logístico que caracteriza a las organizaciones originales.
“Las verdaderas estructuras económicas de drogas y armas están en manos de los brasileños. Los bolivianos bautizados no tienen ese nivel de poder ni de organización”, sostuvo.
El funcionario destacó que los mecanismos de vigilancia y la inteligencia penitenciaria han sido determinantes para evitar que estas facciones extranjeras tomen el control de los centros de reclusión. Según dijo, los resultados son evidentes: “Si realmente tuvieran el control, estaríamos viendo muertes todos los días y un sistema completamente desbordado”.
Limpias reiteró que el sistema penitenciario boliviano mantiene el control y que las medidas preventivas continuarán reforzándose. “El trabajo de inteligencia nos permite anticiparnos. No hay margen para que las bandas extranjeras se consoliden. La seguridad dentro de los penales es una prioridad permanente”, concluyó.
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Fuente: ANF