Los ministros de Áñez: entre el reciclaje, la cárcel, la lucha por la salud y clandestinidad


Tras un exilio de tres años, Jerjes Justiniano regresó a Bolivia. Branko Marinkovic, por su lado, está en campaña con Libre. Oscar Ortiz se dedica a podcasts en Youtube

ROMINA SAAVEDRA

De izquierda a derecha, Branko Marinkovic, Jerjes Justiniano y Fernando López./ ARCHIVO Y RRSS
De izquierda a derecha, Branko Marinkovic, Jerjes Justiniano y Fernando López./ ARCHIVO Y RRSS

 



Fuente: Opinión

Mientras algunos, como Jerjes Justiniano (exministro de la Presidencia) y Karen Longaric (excanciller) ven que el “peligro” ya pasó y anclan de nuevo su mirada en Bolivia tras transitar sus exilios, otros, como el polémico Fernando López (exministro de Defensa), se mantienen ocultos en la clandestinidad y vigilan la coyuntura política del país desde las sombras. Desde allí tuitean, se regocijan con el presente del masismo -al que identifican como su principal enemigo-, o aplauden gobiernos ajenos, como el del libertario Javier Milei en Argentina.

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La suerte de los que acompañaron a Jeanine Áñez en el gobierno transitorio no es la misma. Obligados a reinventarse, varios atravesaron un proceso de reciclaje. Adoptaron otros colores, se abrieron espacio en nuevos partidos, están en plena campaña y en trincheras enfrentadas, como Branko Marinkovic, que pasó de comandar el Ministerio de Economía a exclamar que “es con Tuto”, con miras al balotaje del 19 de octubre. O como Marcel Rivas, el exdirector de Migración de Jeanine que ahora es vocero del Partido Demócrata Cristiano (PDC) e intenta convencer en redes sociales que el futuro de los bolivianos va de la mano de Rodrigo Paz y Edmand Lara.

Los funcionarios más fuertes de Áñez dividieron sus caminos. Aquí, una aproximación a sus presentes, cuando el país está cerca de estrenar gobernantes y han pasado ya más de cinco años de la gestión interina que lideró la ahora presidiaria Jeanine.

DE REGRESO

Jerjes Justiniano ya está en suelo boliviano. El hombre que comandó el Ministerio de la Presidencia por apenas un mes (desde el 13 de noviembre de 2019 hasta el 3 de diciembre) dejó atrás su exilio de casi tres años en Estados Unidos. Lo hizo ayer en la mañana. Vestido con prendas blancas y un sombrero de saó, se apresuró para abrazar a sus familiares y confesar que no hubiera regresado a su tierra si otra fuera la estructura judicial. “Ahora decido volver porque veo que hay un cambio en la estructura. Por lo menos hay una intencionalidad de cambio”.

Jerjes, al igual que otras 15 exautoridades, fue incluido dentro de la causa por la masacre de Senkata de 2019. Sin embargo, el caso resultó archivado y ello le permitió volver.

La excanciller Karen Longaric, una de las autoridades más controversiales del equipo de Áñez, también mira a Bolivia. La llenó de esperanzas la postura que ha mostrado el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Romer Saucedo, en favor de los exiliados y de las figuras políticas como Luis Fernando Camacho, que recuperaron su libertad.

“Pienso volver a mi país porque allí está mi vida. Allí he construido mi vida, mi carrera profesional, y pienso volver ni bien se aclare la situación porque, efectivamente, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia nos ha devuelto la esperanza a los bolivianos”, fue la confesión en nota con Erbol.

La pérdida de fuerza del Movimiento Al Socialismo (MAS) también fue clave para la activación del plan retorno de aquellos que temían pisar suelo boliviano. Un gobierno desgastado, un Luis Arce de salida y complicado con denuncias, y un Evo Morales apartado del círculo de poder suponen los elementos de un coctel que favoreció el regreso de los transitorios.

DIVIDIDOS POR LA CAMPAÑA

Branko Marinkovic y Marcel Rivas, que fueron parte del mismo equipo de Jeanine y defendieron, entonces, una misma línea, ahora están en trincheras políticas opuestas. El empresario cruceño y exministro de Economía se ha volcado de lleno a la campaña por la Alianza Libre, motivado por el deseo de que Jorge Tuto Quiroga se convierta en presidente. De hecho, es senador electo por esa agrupación.

“Se ha juntado gente de derecha, de izquierda y de centro. Es una verdadera unidad la que tenemos. Contento a todos no les podés dar”, había dicho Marinkovic, en defensa de la candidatura del “vice” Juan Pablo Velasco.

En el frente se encuentra Marcel Rivas, el exdirector de Migración que estuvo preso durante tres años en San Pedro por, supuestamente, haber permitido la salida ilegal de los exministros Fernando López y Arturo Murillo.

Rivas hace campaña por Rodrigo Paz, en su condición de portavoz. Su cuenta oficial de Facebook refleja su trabajo en favor del binomio y lo muestra impulsando la “democracia cristiana”. Recientemente celebró la reinauguración del Centro de Estudios de la Realidad Nacional e Internacional (Cereni), mediante la que el exfuncionario pretende “fortalecer el proyecto político” y transmitir los principios que acuña la denominada democracia cristiana.

Otro que también estuvo en campaña fue el exministro de Salud Aníbal Cruz. Alejado del gobierno interino, se abocó a su cargo como secretario de Salud de Manfred Reyes Villa, en la Alcaldía de Cochabamba. Mientras tanto, se mostró a favor de la ya excandidatura presidencial de Reyes Villa, con APB-Súmate.

TUITERO DESDE EL ANONIMATO

El exministro de Defensa Fernando López, ese que detesta a Ernesto Che Guevara y que en octubre de 2020 advirtió que los “terroristas cubanos o argentinos encontrarían la muerte en nuestro territorio”, continúa abrigado por las sombras de la clandestinidad. Es un frecuente habitué de la red social X, desde la que se define como “perseguido y refugiado política”, y tuitea y retuitea constantemente.

De hecho, acompañó a Manfred al colegio Don Bosco, donde el burgomaestre emitió su voto en primera vuelta arropado por sus funcionarios y militantes.

Es simpatizante de Javier Milei, el presidente argentino que enfrenta una bataola al frente del gobierno por escándalos de corrupción de su hermana y funcionaria Karina, por el nexo de su candidato a diputado José Luis Espert con un narco, y los números de la crisis económica.

López también estuvo atento a lo sucedido el viernes, cuando Camacho y algunos cívicos resultaron agredidos durante una intervención en un predio avasallado en Montero, Santa Cruz.

“¡Son fuerzas subversivas y debieran ser tratadas como tal! Se disfrazan de avasalladores para delinquir. Es un síntoma muy complicado antes del balotaje, nada es al azar. Es factible que la narcosubversión tenga trazada la ruta del conflicto. Quieren el poder para la impunidad”, alertó.

El exministro de la Presidencia Yerko Núñez, quien sucedió a Justiniano hasta el último día del gobierno transitorio, también dio señales indirectas. Poco antes de la realización de la primera vuelta de las Elecciones Generales 2025, sus familiares se mostraron a favor de la candidatura de Samuel Doria Medina (Alianza Unidad), razón por la que las críticas le llovieron al empresario paceño.

En un video compartido en redes sociales, la madre de Núñez dijo que “faltaba poco”, en alusión a la cuenta regresiva que hubiera existido en caso de que Doria ganara las elecciones y el exministro pudiera transitar por las calles del país libremente.

CUADRO IRREVERSIBLE

Eidy Roca, la mujer que tomó las riendas del Ministerio de Salud desde el 20 de mayo de 2020 hasta el 8 de noviembre del mismo año, y que fue la tercera funcionaria en esa cartera, luego de un desfile de nombramientos al calor de polémicas, está grave. Los médicos le dan pocas expectativas de vida.

En julio pasado, su hermana Lady admitió que “su vida se encuentra en la recta final”. “Ya no mueve nada. Gira la cara un poco y los ojos. Ya nos habían avisado los médicos cómo iba a ser la evolución de esa enfermedad”, había dicho, con relación al cuadro de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece la exautoridad.

Recientemente, su familia recibió los 70 mil bolivianos de fianza que había depositado dentro de la causa que investiga la adquisición presuntamente irregular de 324 respiradores chinos.

En 2021, la Justicia ordenó que Roca guardara detención domiciliaria, arraigo y otras medidas de carácter personal por la causa de los respiradores.

PRESO EN SAN PEDRO

Arturo Murillo, el “hombre fuerte” del gobierno de Áñez y que lideró el Ministerio de Gobierno, ahora está preso en San Pedro. Le dieron detención preventiva dentro de la causa “Gases de Brasil” y, además, enfrentaría 15 procesos penales. Ello, tras haber sido deportado de Estados Unidos.

Murillo arribó al aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz, el 4 de septiembre, en un vuelo de Boliviana de Aviación (BoA). Un contingente policial ingresó al avión y lo detuvo, para posteriormente llevarlo a una celda y, finalmente, trasladarlo a San Pedro.

Sobre él recaen investigaciones por el caso “Gases de Ecuador” y “Gases lacrimógenos”, ambos ya con sentencias. Además, Murillo está implicado en el expediente sobre las muertes de Senkata.

DE FRENTE, CON OSCAR

Oscar Ortiz, que fue ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, ahora se dedica a conducir podcasts con tinte político, académico y social. Tiene su canal de Youtube. Su programa se llama “De frente con Oscar Ortiz”.

Fuente: Opinión