En Santa Cruz, el presidente electo Rodrigo Paz se reunió con líderes empresariales y productivos del país. Prometió una economía “para la gente”, transparencia, apertura internacional y respeto a la propiedad privada.
Fuente: El Deber
El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, reunió este sábado en Santa Cruz a una amplia representación del empresariado boliviano y a sus principales asesores económicos, José Gabriel Espinoza y José Luis Lupo. Fue el primer encuentro formal del nuevo mandatario con los actores que deberán acompañar la reactivación económica del país desde el 8 de noviembre, cuando asuma el mando en La Paz.
En el encuentro, denominado “Primer Encuentro Nacional con el Sector Empresarial y Productivo”, Paz trazó las primeras líneas de lo que será su relación con el sector privado y el rumbo económico de su gestión. Ante los medios, anunció que el 7 de noviembre se realizará en Santa Cruz un “gran encuentro” entre empresarios nacionales e internacionales que llegarán al país con motivo de su toma de posesión.
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“Anunciarles que, a través del esfuerzo del empresariado nacional, pero con las capacidades instaladas en Santa Cruz, el 7 de noviembre generaremos un gran encuentro del empresariado nacional, pero también con aquel empresariado internacional que llegará para la convocatoria de ese encuentro, y también para la toma de posesión del 8 de noviembre”, explicó Paz.
El presidente electo definió este evento como un punto de partida simbólico para “iniciar un cambio en el destino de la patria, una economía para la gente y un Estado eficiente”, y lanzó una frase que definió el tono de su discurso: “Estamos dando el primer paso para aprovechar de poner a Bolivia en el mundo y el mundo venga a Bolivia”.
Paz enfatizó que su objetivo es eliminar “ese Estado tranca” que obstaculiza la inversión y reemplazarlo por un modelo de cooperación público-privada que impulse el desarrollo regional. “Tenemos que construir la economía y el Estado desde la región, con una base del 50-50”, afirmó, al agradecer a Santa Cruz y al empresariado nacional por su respaldo.
El presidente electo insistió en que esta nueva etapa significará también una transformación institucional basada en la transparencia, el respeto a la propiedad privada y la seguridad jurídica. “Iniciamos una nueva etapa de inversión, lo cual significa transformar una serie de necesidades de la patria: seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada, crecer, producir, desarrollar la patria”, señaló.
Rodrigo Paz presentó a los primeros integrantes de su equipo económico, confirmando que José Gabriel Espinoza y José Luis Lupo serán piezas clave del gabinete. “Ya contamos con un gran equipo para presentar al país, como el actual asesor económico, José Gabriel Espinoza, y el excandidato vicepresidencial José Luis Lupo. En otras instancias será ya parte del equipo que representará al gobierno de Bolivia en los siguientes cinco años”, adelantó.
Por su parte, Espinoza explicó que el gobierno de Paz presentará un nuevo enfoque en la política económica del país, con énfasis en la apertura internacional y la recuperación de la confianza empresarial. “Por ahora, tiene que ver con la presentación de las primeras acciones que el gobierno del presidente Paz va a llevar adelante para que el sector privado empiece a tener un nuevo enfoque en la política económica”, señaló.
El asesor adelantó que durante la posesión presidencial se anunciará una primera gran actividad orientada a poner nuevamente a Bolivia “en los circuitos internacionales de inversión y comercio”. En ese contexto, el empresariado boliviano manifestó su optimismo, particularmente ante la posibilidad de encontrar una salida a la escasez de combustibles que desde hace meses limita la productividad nacional.
En su intervención final, el mandatario electo combinó el mensaje económico con una advertencia política: “Nadie le debe tener temor a aquellas instituciones de orden internacional que quieran cooperar con Bolivia, de diversos países, entendiendo no solo a los Estados Unidos, sino al Brasil, a la Argentina, a Paraguay, al Perú y a Chile, que son fronterizos con Bolivia, para luchar contra los ilícitos”.
Paz fue enfático al señalar que “el que quiera oponerse a esa lucha tendrá que meditar claramente cuál es su situación en Bolivia, porque aquí se tiene que aplicar la justicia, la transparencia y la lucha contra los ilícitos, contra la trata de personas, contra los movimientos financieros ilegales”.
