El acuerdo incluye la liberación de rehenes, la salida progresiva del Ejército israelí, el desarme de Hamas y un programa internacional de reconstrucción y desarrollo económico para la Franja.
Punto por Punto: en qué consiste el plan de Trump para poner fin a la guerra en Gaza (REUTERS/Evelyn Hockstein)
(Con información de AFP y EFE)
Fuente: infobae.com
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel y el grupo terrorista Hamas llegaron a un acuerdo para un intercambio de rehenes por prisioneros, en el marco de la primera fase de un plan global para la finalización de la guerra en Gaza.
El plan, estructurado en 20 puntos, establece los pasos a seguir en la zona de Medio Oriente. El primer punto del esquema establece que Gaza debe convertirse en “una zona desradicalizada y libre de terrorismo para que no represente una amenaza para sus vecinos”. La segunda cláusula agrega que el enclave “será reconstruido para beneficio de su población, que ha sufrido más que suficiente”.
El tercer apartado fija la condición de que, si ambas partes aceptan, “la guerra terminará inmediatamente”. Israel deberá retirarse a la línea acordada para preparar la liberación de los cautivos, mientras se congelan las operaciones militares. El cuarto punto impone un plazo estricto: “Dentro de las 72 horas de que Israel acepte públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos y muertos, serán devueltos”.
El plan, estructurado en 20 puntos, establece los pasos a seguir en la zona de Medio Oriente (Europa Press)
El quinto punto establece el componente recíproco: tras la liberación de los rehenes, Israel pondrá en libertad a “250 prisioneros condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños”.
También se estipula que, por cada rehén fallecido que se devuelva, Israel entregará “los restos de 15 gazatíes”.
El sexto punto aborda el tratamiento de los combatientes de Hamas. Quienes se comprometan a la “coexistencia pacífica y a entregar sus armas” recibirán amnistía, y quienes deseen salir de Gaza contarán con un pasaje seguro hacia otros países.
El séptimo compromiso abre la puerta a la asistencia humanitaria: “Al aceptarse este acuerdo, la ayuda ingresará inmediatamente en Gaza”, con volúmenes mínimos iguales a los pactados en el acuerdo del 19 de enero de 2025, incluyendo reparación de infraestructuras esenciales.
El quinto punto establece el componente recíproco: tras la liberación de los rehenes, Israel pondrá en libertad a “250 prisioneros condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños” (REUTERS/Dawoud Abu Alkas)
Según el octavo apartado, la distribución de esa ayuda quedará en manos de la ONU, la Cruz Roja y otras instituciones neutrales. El cruce de Rafah se abrirá en ambas direcciones bajo el mismo mecanismo del acuerdo de enero.
El noveno punto crea un gobierno provisional: Gaza quedará bajo la administración de un “comité tecnocrático palestino, apolítico, con supervisión internacional de una ´Junta de Paz´, encabezado por Donald Trump y figuras como Tony Blair”, encargado de la financiación de la reconstrucción hasta que la Autoridad Palestina pueda asumir el control.
El décimo punto introduce un “plan económico de Trump para reconstruir y revitalizar Gaza”, a cargo de expertos en desarrollo urbano del Medio Oriente. El undécimo crea una “zona económica especial con tarifas preferenciales y acceso negociado con países participantes”. El duodécimo apartado garantiza que “nadie será forzado a salir de Gaza”, aunque quienes deseen emigrar pueden hacerlo con derecho de retorno.
El punto trece excluye al grupo terrorista Hamas del futuro político del enclave: “Hamas y otras facciones acuerdan no tener ningún papel en el gobierno de Gaza, directa o indirectamente”. Todo el arsenal militar será destruido bajo supervisión internacional, con un programa de recompra de armas y reintegración financiado por donantes externos. El decimocuarto punto asegura la participación de actores regionales en la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones para garantizar que “la nueva Gaza no represente una amenaza”.
El décimo punto introduce un “plan económico de Trump para reconstruir y revitalizar Gaza”, a cargo de expertos en desarrollo urbano del Medio Oriente (Europa Press)
El decimoquinto establece una Fuerza Internacional de Estabilización, que “se desplegará de inmediato en Gaza” para entrenar a la policía local y cooperar con Egipto e Israel en el control fronterizo. El decimosexto compromete a Israel a no ocupar ni anexar el territorio, con una retirada progresiva en función de la desmilitarización, conservando solo un perímetro de seguridad transitorio.
El decimoséptimo apartado prevé medidas de ayuda y reconstrucción en zonas “libres de terrorismo” bajo control internacional en caso de que Hamas dilate o rechace el plan.
El decimoctavo punto impulsa “un proceso de diálogo interreligioso basado en la tolerancia y la coexistencia”. El decimonoveno sugiere que “al avanzar la reconstrucción y cumplirse el programa de reforma de la Autoridad Palestina”, podrían darse condiciones para avanzar hacia “la autodeterminación y el Estado palestino”.
El vigésimo y último punto establece que Estados Unidos “abrirá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político de coexistencia pacífica y próspera”.