Raúl Velásquez: “Bolivia necesita una nueva ley de hidrocarburos para volver a ser atractiva”


El experto propone una nueva ley “atractiva para la inversión privada” y alineada a la transición energética global.

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Planta de YPFB, imagen referencial. Foto: Internet

Fuente: ANF

 



 

 

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El analista en temas energéticos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, advirtió sobre la urgente necesidad de una nueva ley de hidrocarburos en Bolivia ante la caída sostenida de la producción, la pérdida de mercados y la falta de inversiones privadas en el sector.

En entrevista con ANF, Velásquez sostuvo que la normativa vigente, la Ley 3058 de Hidrocarburos y sus posteriores modificaciones, ya no responde al contexto actual y ha demostrado ser “rentista y estatista”, lo que ha generado un sistema poco atractivo para la inversión extranjera.

Tenemos una ley de hidrocarburos que es rentista porque está orientada a que el Estado se quede con la mayor tajada posible del pastel; es estatista porque apuesta todo a que YPFB lo haga todo, y además está centrada únicamente en el gas natural”, afirmó el experto.

Velásquez señaló que el país necesita una nueva norma moderna y flexible, que redefina los roles institucionales del sector, como los de YPFB y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), y que corrija el actual régimen fiscal, considerado uno de los más duros de la región.

“Según un estudio nuestro, el Estado boliviano se ha quedado con 92 dólares de cada 100 que ingresan por renta petrolera. En Argentina, el Estado se queda con 22 dólares de cada 100. Con ese desequilibrio, ningún inversor serio apostará por Bolivia”, explicó.

El analista fue contundente al calificar la política hidrocarburífera boliviana de las últimas dos décadas como un “fracaso estructural”. Aseguró que las decisiones adoptadas tras la nacionalización de 2006 provocaron una caída del 54% en la producción de gas y del 62% en la producción de líquidos en los últimos diez años.

Asimismo, recordó que Bolivia ha perdido el mercado argentino por falta de producción y que las exportaciones de gas al Brasil se redujeron en un 60%. “Nos hemos convertido en importadores netos de combustibles: de cada 10 litros de diésel que se consumen en el país, 9 son importados; y de cada 10 litros de gasolina, 6 vienen del exterior”, detalló.

Velásquez alertó que, si la situación no cambia, desde 2028 el país deberá importar también gas natural, ya que las reservas han caído a menos de la mitad de las registradas en 2009.

El analista de la Fundación Jubileo insistió en que el nuevo Gobierno debe priorizar la redacción de una nueva ley de hidrocarburos que ofrezca garantías, estabilidad y rentabilidad a los capitales privados.

Se necesita una nueva ley, fresca, que permita acuerdos de inversión privada con capital de riesgo, que sea atractiva y que responda al nuevo contexto mundial de transición energética”, subrayó.

Finalmente, sostuvo que la reforma debe ser concebida como una política de Estado, orientada a recuperar la producción y a devolver competitividad al país frente a vecinos como Argentina, Brasil o Guyana, que actualmente avanzan con políticas más abiertas y rentables para el sector.

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