Algunas mujeres rusas estarían buscando casarse con combatientes enviados a Ucrania con el único objetivo de cobrar sus primas por fallecimiento. Se trata de un fenómeno difícil de cuantificar, pero que ahora es objeto de un intenso debate en la esfera pública. Algunos políticos incluso están tratando de tomar medidas y los tribunales han comenzado a dictar sentencias.
Por Anissa El Jabri, corresponsal de RFI en Moscú
El tema comenzó a surgir la primavera pasada, principalmente en la prensa sensacionalista y, sobre todo, a través de los blogueros “Z”. La muy famosa e influyente Anastasia Kachevarova, por ejemplo, advertía: según ella, en las regiones de Ucrania bajo control ruso operarían “bandas de trampas de miel”. Grupos de mujeres a la caza del objetivo ideal para bodas rápidas y no precisamente por amor: un combatiente voluntario bajo contrato y, por lo tanto, con generosas primas por fallecimiento.
Estas sumas alcanzan hoy en día algo más de 5 millones de rublos, es decir, 55.000 euros al tipo de cambio actual, por fallecimiento, y tres millones y medio de rublos, es decir, cerca de 40.000 euros por el seguro. Y eso solo es lo que promete el Estado ruso. A menudo, las regiones también contribuyen económicamente, y a veces incluso algunas empresas. Por último, también existe la posibilidad de percibir una pensión de viudez si el combatiente fallecido era el único sustento de la pareja.
El pasado mes de mayo, el medio de comunicación Lenta.ru entrevistó a un comandante de sección que se presentaba como “Bist” y que contaba haber visto cómo este fenómeno iba en aumento desde 2024. Mencionó en particular el caso de una mujer que ya se había casado tres veces y era viuda. Ella elegía a sus maridos en un cuerpo del ejército donde la esperanza de vida no es, evidentemente, la más alta: las tropas de asalto.
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“Él muere, tú recibes 8 millones”
Estas múltiples intervenciones acabaron generando, a finales del verano y durante el otoño, relatos y debates en la prensa legitimista y la televisión estatal, así como posiciones políticas. El pasado 25 de agosto, el muy legitimista Komsomlskaya Pravda, en un artículo titulado “Iré a las Maldivas a llorar tu muerte”, se preguntaba: “¿Quiénes son estas esposas de un día que persiguen a los combatientes de la operación especial?”. El artículo añade más adelante: “No llevan luto ni lloran sobre las tumbas; su ‘amor’ se mide en pagos de varios millones de rublos”.
El fenómeno también se ve facilitado por la posibilidad de matrimonios exprés, celebrados y registrados en un solo día, en caso de partida al frente. En cualquier caso, el tema se consideró lo suficientemente preocupante como para justificar un largo debate en la cadena NTV el pasado 19 de agosto. Se presentó el caso de una agente inmobiliaria de Tomsk, en Siberia, que ofrecía descaradamente en las redes sociales su solución a una mujer sin dinero que deseaba adquirir una propiedad inmobiliaria: “Cásate con un soldado de la operación especial, espera a que muera, recibe el dinero que le debe el Estado y cómprate un apartamento con él”. E insistía riendo: “Encuentre un hombre que esté en el ejército, él morirá y usted recibirá un total de 8 millones. Muchas personas lo hacen hoy en día; muchas mujeres compran fácilmente un apartamento con esa suma”.
Rápidamente detectada a pesar de llevar apenas dos horas en las redes sociales, la propuesta, presentada en un primer momento como “un auténtico plan de negocio”, antes de ser calificada ante el escándalo como “intento de humor negro”, generó mucha emoción, especialmente en el ejército. A pesar de sus disculpas, la agente inmobiliaria fue condenada a 80 horas de trabajos comunitarios por “incitación al odio, la enemistad y el atentado contra la dignidad humana”.
Algunos denuncian una auténtica industria
La misma expresión descarada en las redes sociales, los mismos efectos. El pasado 5 de agosto, una madre de un soldado consiguió que el tribunal de Ryazan suprimiera las indemnizaciones destinadas a su nuera, Angelina Varyukhina, tras la muerte de su hijo. Consiguió anular el matrimonio presentando numerosas publicaciones que su nuera había publicado en las redes sociales: salidas a discotecas y nuevos novios, la estudiante de derecho de 22 años no ocultaba nada de su tumultuosa vida mientras su marido estaba en la guerra.
El fenómeno ha llegado a desbordar a los individuos y algunas bandas criminales habrían comenzado a apropiarse de él. Se trata incluso de una industria, afirma la diputada del LPDR de la región de Moscú, Maria Voropaeva. A principios de agosto, la agencia estatal Ria Novosti informó que la sucursal de Arjangel del comité de investigación, un organismo que depende directamente del Kremlin, se había hecho cargo del caso de un grupo de estafadores que habían utilizado a una mujer para que hiciera el papel de viuda negra. Según su portavoz, “los sospechosos, a través de la esposa, percibieron más de 15 millones de rublos en pagos y los gastaron a su antojo”.
Un fenómeno que empaña la imagen de las esposas de los soldados rusos
Los políticos, por su parte, se plantean preguntas. También en NTV, el pasado 19 de agosto, Maria Voropaeva afirmaba: “Nadie tiene que enseñar a una mujer rusa cómo convencer a un hombre. La que hoy quiera que su hombre se aliste en la operación especial y recibir a través de él los pagos correspondientes, conseguirá de todos modos lo que quiere”. El presentador del programa le hizo entonces esta observación: “Pero, ¿qué podemos concluir de sus intenciones? ¿Cómo saber si son malas o si, por ejemplo, una mujer que convence a su hombre para que se vaya no está simplemente motivada por sentimientos patrióticos?”.
En cualquier caso, este fenómeno empaña la imagen oficial de las esposas de los soldados rusos que asumen con valentía el sacrificio de sus compañeros. Los representantes locales y nacionales, los miembros del partido en el poder e incluso el presidente Vladimir Putin se reúnen regularmente con las esposas y madres de los soldados, a las que siempre se presenta como dignas, y estos eventos son ampliamente cubiertos por los medios de comunicación autorizados en Rusia.
Algunos abogan por informar mejor a los soldados, otros subrayan que el Código Penal ruso dispone de recursos suficientes para contrarrestar el fenómeno, empezando por las disposiciones penales contra el matrimonio blanco. El partido LPDR está considerando proponer a la Duma que las viudas negras sean consideradas delincuentes y se enfrenten a penas de hasta 10 años de prisión.