Jorge Tuto Quiroga Ramírez, político, ingeniero y economista, fue una figura central durante el proceso de transición democrática en Bolivia a finales del siglo XX y comienzos del XXI.
Fuente: Los Tiempos
Hoy se perfila nuevamente como protagonista en el escenario político nacional al encarar la campaña electoral de cara al balotaje del próximo 19 de octubre, donde se enfrentará a Rodrigo Paz Pereira por la presidencia del país.
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Nacido el 5 de mayo de 1960 en Cochabamba, es hijo de Jorge Quiroga Luizaga y Sonia Ramírez. Creció junto a sus cuatro hermanos, aunque uno de ellos falleció en un accidente de tránsito. Tiene cuatro hijos —tres mujeres y un varón— y recientemente contrajo matrimonio con Milena Dobronic.
Menciona la importancia de su madre en su vida a quien visita regularmente en su residencia, en Cochabamba; y de sus hijos aunque ninguno de ellos vive en Bolivia.
Cursó estudios secundarios en el colegio La Salle de Santa Cruz y, posteriormente, se trasladó a Estados Unidos, donde se graduó con honores (summa cum laude) en Ingeniería Industrial en Texas A&M University. Más adelante, obtuvo una Maestría en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de St. Edward’s. Antes de iniciar su carrera política, trabajó como ingeniero de sistemas en IBM (Texas) entre 1981 y 1988. Luego regresó a Bolivia para incorporarse al servicio público.
Perfil político
Quiroga es reconocido por su estilo directo, oratoria ágil y una firme postura crítica frente al populismo de izquierda. Ha sido catalogado como un tecnócrata, con formación técnica y administrativa, defensor del libre mercado, la eficiencia estatal y la innovación tecnológica.
Sus críticas al Movimiento al Socialismo (MAS) han sido constantes, especialmente en relación con el control estatal de los recursos naturales, los casos de corrupción y el crecimiento del aparato público. Según el investigador y analista político Jorge Komadina, “su contundencia discursiva es su mayor fortaleza en esta contienda electoral: va directo a la yugular sin rodeos”.
Durante esta campaña de segunda vuelta, Quiroga ha logrado captar respaldo de sectores que inicialmente apoyaron a los candidatos Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa.
Sin embargo, su discurso conservador ha limitado su llegada a sectores populares. “Esa postura representa una muralla para ingresar a otros bolsones electorales”, advierte Komadina.
Transición democrática
La carrera política de Quiroga comenzó en las filas de Acción Democrática Nacionalista (ADN), partido liderado por el expresidente Hugo Banzer Suárez.
Fue elegido vicepresidente en el segundo gobierno de Banzer (1997–2001) y, tras la renuncia de éste por razones de salud, asumió la presidencia en 2001. En ese momento, se convirtió en el mandatario más joven en la historia de Bolivia.
Durante su breve gestión (2001–2002), impulsó reformas económicas y buscó preservar la estabilidad institucional en un contexto marcado por tensiones sociales y desafíos económicos.
Tras dejar el poder, se mantuvo activo tanto en la política nacional como en el ámbito internacional.
Ha sido una voz crítica constante de los gobiernos populistas en América Latina y ha participado en diversos foros internacionales en defensa de la democracia y los derechos humanos.
En 2019, durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, fue designado delegado presidencial para temas internacionales. En 2020 anunció su candidatura presidencial, aunque posteriormente se retiró de la contienda.
Candidaturas y propuestas
A lo largo de su carrera, Quiroga ha intentado regresar a la presidencia en varias ocasiones. En 2005 fue candidato por la alianza opositora Podemos, enfrentando a Evo Morales. Volvió a postularse en 2014 con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), consolidando su perfil como líder de la oposición liberal-conservadora.
En las elecciones de 2025, se presenta como candidato por la Alianza Libre, alejándose del bloque opositor tradicional vinculado a Samuel Doria Medina. Su propuesta de gobierno incluye medidas orientadas a la desregulación económica, la propiedad privada de recursos estratégicos como el litio y el gas, la descentralización del Estado, la digitalización de la gestión pública y la reducción del tamaño del aparato estatal.
Entre sus propuestas más destacadas figuran la creación de un esquema de “participación accionaria popular” en empresas estatales, la flexibilización del régimen tributario para nuevas exploraciones energéticas y mineras, y la renegociación de relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos.
Pese a su experiencia y trayectoria, Quiroga enfrenta cuestionamientos. Analistas advierten que su enfoque liberal podría marginar a sectores vulnerables si no se acompaña de políticas sociales adecuadas. Además, enfrenta el escepticismo de sectores que durante las últimas décadas han respaldado modelos estatistas o de economía social, lo que representa un desafío político considerable para ampliar su base electoral.
Jorge Quiroga representa una visión de país basada en la institucionalidad, el libre mercado y la eficiencia estatal, en contraste con las corrientes populistas que dominaron la política boliviana en las últimas décadas.
El próximo 19 de octubre se sabrá si esa visión logra conquistar nuevamente el respaldo mayoritario del electorado.
Fuente: Los Tiempos