Tuto y Evo se han aliado contra Rodrigo Paz


Tuto ha empezado a intentar quitarle legitimidad a su triunfo. Evo lo intentará derrocar desde el primer día que empiece a gobernar. Esa es su alianza. Los dos van por el mismo objetivo.

Tuto reconoció su derrota y destacó el trabajo del Tribunal Supremo Electoral. Esa fue su primera reacción, en caliente y con hidalguía, la noche del domingo. La noche de su cuarta derrota en su intento de ganar una elección. Su cuarto intento fallido.



Después de felicitar a su adversario electoral, Tuto cambió su cálculo. Tuto se dio cuenta de que había herido demasiado profundo a Rodrigo y al papá de su esposa en la campaña: “Lo vamos a extraditar”, dijo, por un caso de hace más de 30 años, sin haber hecho nada para extraditarlo hace 23 años cuando fue presidente por un año. En ese tiempo Tuto llamaba a la familia de la esposa de Rodrigo, para solidarizarse con ellos por la injusticia que estaban viviendo.

Esa herida profunda, herencia maldita de la guerra sucia orquestada por el asesor extranjero de LIBRE en la campaña, pasaba factura: Rodrigo y Tuto no iban a poder gobernar juntos, como era el deseo de las urnas, del país, de analistas y entendidos en política y en necesidades de Bolivia.

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Tuto supo que estaba fuera del gobierno y decidió olvidar su doble felicitación para empezar a cuestionar los resultados de las elecciones, sin la más mínima pretensión de cambiar el resultado final: Tuto sabe que Rodrigo y Lara ganaron y gobernarán.

¿Entonces para qué su siembra de dudas? Para intentar restarle legitimidad al nuevo gobierno. Para desgastarlo antes de que se estrene. Para intentar proyectarle alguna sombra encima, para quitarle algo de brillo.

¿Aunque eso lastime la tan bien restaurada imagen del Tribunal Supremo Electoral? Aunque ese sea el precio.

¿Aunque lastime la democracia y la confianza de la ciudadanía en ella? Eso no importa.

Y ahí se produce su alianza con Evo Morales. Evo también cuestiona el Tribunal Supremo Electoral. A Evo y a Tuto no les importa que las misiones de observadores internacionales de la OEA y de la Unión Europea aplaudan el brillante trabajo del TSE, la limpieza del proceso electoral y la democrática participación de los bolivianos en las urnas.

A Evo, como a Tuto, tampoco les importa la democracia. Evo ignoró la voluntad popular expresada en las urnas el 21F. Hoy ambos no tienen reparo en dañar la democracia defendida por los bolivianos, con tal de intentar avanzar unos pasos dentro de los objetivos de su dañina alianza.

Ha empezado la tarea de Evo de intentar derrocar al gobierno de Rodrigo Paz. Tuto ha empezado a ayudarlo.

Jose Pepe Pomacusi