El cardenal Daniel Sturla dijo que el ex sacerdote Juan Sant’Anna deberá responder por lo que hizo y sostuvo que él no ejerció el sacerdocio en el país
Fuente: infobae.com
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El ex sacerdote uruguayo Juan José Sant’Anna fue detenido este viernes en su casa en Salto, un departamento limítrofe con Argentina. La policía llegó hasta ahí luego de una alerta de Interpol, que reaccionó ante una crónica periodística que lo ubicaba en ese escondite desde hace 17 años. La Iglesia Católica del país se refirió por primera vez al episodio este martes.
El arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla, dijo en una conferencia de prensa que no tenía una reflexión para hacer. “Si él es culpable, deberá responder por la situaciones que ha vivido. Lo que leí en la prensa es que será extraditado”, señaló el cardenal.
La Policía llegó este viernes hasta la casa de Sant’Anna. El ex cura estaba en el fondo de su casa, arreglando las plantas, cuando llegó un agente a preguntar por él. Le dijo que debía acompañarlo a la jefatura para tomarle declaración. La tranquilidad del barrio se vio sacudida por la presencia de los patrulleros. A Sant’Anna se lo llevaron esposado.
Fotografía de archivo del cardenal uruguayo, Daniel Sturla, en el atrio de la Catedral Metropolitana, en Montevideo (Uruguay). EFE/Hugo Ortuño
La detención se da un mes después de una investigación periodística del diario El País, que fue al encuentro del ex sacerdote. Llevaba 17 años viviendo en el mismo lugar sin que nadie vaya a buscarlo. Tenía una vida reservada. Estaba todo el día encerrado en su casa y, solo en algunas ocasiones, salía a caminar algunas cuadras cuando estaba por caer el sol. En estos 17 años ha recibido a tres periodistas que le han pedido explicaciones por sus acusaciones. Él ha admitido esas situaciones, aunque también ha intentado esquivar el tema.
Consultado sobre las investigaciones que realizó la iglesia uruguaya sobre este episodio, Sturla dijo que en el país no hubo ninguna denuncia respecto a Sant’Anna. Al menos, aclaró, que él tuviera conocimiento. “Fue un tema que ocurrió en Bolivia”, respondió.
“Él no fue sacerdote acá en Uruguay. Él integró una congregación religiosa que en determinado momento le dijo que no podía continuar adelante en la congregación. No tengo mayores elementos para aportar”, continuó Sturla.
Distrito Tapacarí, en Bolivia (Tapacarí Gob)
“A mí –insistió el arzobispo de Montevideo– no me llegó ninguna situación, ninguna denuncia, ningún hecho. Y no sé si… Sé que le llegó a él la expulsión del estado clerical”, agregó.
Luego, el cardenal uruguayo contó que la Iglesia Católica uruguaya tiene un protocolo de actuación ante casos de abusos sexuales y señaló que ha hecho un “enorme trabajo para la prevención de abusos”. “Hay una comisión de prevención y un manual de prevención. Casi todas las personas que trabajan en la iglesia han hecho cursos sobre prevención de abusos. La iglesia se ha tomado en serio el tema”, agregó.
El equipo de comunicación de la Iglesia Católica informó al Canal 12 local que Sant’Anna cursó el seminario en una congregación salesiana cuando fue expulsado. En ese momento, se fue a Bolivia, país en el que sí se ordenó como sacerdote.
Los abusos por los que es acusado Sant’Anna ocurrieron en Tapacarí, una localidad pobre de apenas 23.000 habitantes cercana a Cochabamba. Allí dirigía el ala masculina del Internado Ángel Gelmi, que albergaba a 72 varones de entre 8 y 17 años.
La ciudad de Salto, en Uruguay (OPP)
En noviembre de 2007 se conocería una cara oculta del por entonces todavía sacerdote. En ese mes, el arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, convocó a una conferencia de prensa en la que no respondió preguntas. Tenía una noticia dolorosa para comunicar. “Uno de nuestros sacerdotes ha cometido abusos deshonestos contra menores albergados en uno de nuestros internados”, dijo el obispo.
¿Cuáles eran los abusos de este cura? El sacerdote invitaba a niños y adolescentes de entre seis y 18 años de un internado rural a ver videos a su cuarto, los encerraba con llave y los sometía a prácticas sexuales, desde la masturbación hasta el sexo anal. Sant’Anna fue denunciado por delitos de violación, violación inconsistente y abuso deshonesto. La Justicia boliviana lo declaró rebelde e Interpol lo halló en la ciudad uruguaya. Pero el cura siempre siguió libre hasta este fin de semana.