A cinco días de un nuevo reto


Los desafíos tecnológicos del gobierno de Rodrigo Paz en Bolivia.
Actualización: cinco días antes de la toma de posesión presidencial.
Introducción: la cuenta regresiva del cambio digital.

Faltan exactamente cinco días. El próximo 8 de noviembre de 2025, Rodrigo Paz Pereira asumirá la presidencia de Bolivia en una ceremonia que contará con la presencia de 45 delegaciones internacionales, incluyendo a los presidentes Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay) y Gabriel Boric (Chile). Este momento histórico no solo marca el fin de casi dos décadas de gobiernos de izquierda en el país, sino que abre una ventana de oportunidad única para la modernización tecnológica del Estado boliviano.



La paradoja es evidente: Paz hereda una crisis económica profunda, caracterizada por la escasez de dólares y combustible, reservas internacionales en niveles críticos y una inflación que erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin embargo, en medio de esta tormenta financiera, el presidente electo ha articulado una visión clara y ambiciosa: utilizar la tecnología como la herramienta más efectiva contra la corrupción y como catalizador de la modernización estatal.

Su reciente viaje a Estados Unidos, donde se reunió con el secretario de Estado Marco Rubio y obtuvo respaldo de organismos internacionales, no solo busca oxígeno financiero inmediato, sino que también sienta las bases para una alianza estratégica en materia de innovación y transformación digital. Este respaldo internacional llega en un momento crucial, cuando Bolivia necesita no solo recursos, sino también conocimiento técnico y mejores prácticas para acelerar su modernización.

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Dato clave: Durante su campaña, Rodrigo Paz declaró explícitamente que planea «integrar blockchain en el sistema de gobierno» y «digitalizar el Estado» como pilares fundamentales de su administración.

La pregunta central es: ¿puede la tecnología realmente transformar un Estado en crisis? La respuesta, basada en experiencias internacionales exitosas, es un rotundo sí. Pero requiere visión, voluntad política y ejecución estratégica. Los próximos cinco días no solo definen el protocolo de una toma de posesión, sino el inicio de lo que podría ser la revolución digital más ambiciosa en la historia de Bolivia.

La apuesta tecnológica de Paz: Más que promesas de campaña

«La tecnología es la herramienta más efectiva contra la corrupción». Esta declaración de Rodrigo Paz durante el Foro Liderazgo para un Nuevo Ciclo no fue retórica electoral, sino el núcleo de una propuesta gubernamental que busca transformar radicalmente la relación entre el Estado y los ciudadanos bolivianos.

Durante la campaña electoral, Paz articuló un paquete tecnológico específico que incluye tres pilares fundamentales: la digitalización completa del Estado, la incorporación de criptoactivos y tecnología blockchain, y el apoyo decidido a la innovación tecnológica nacional. Estas no son propuestas aisladas, sino componentes de una estrategia integrada que reconoce a la tecnología como el gran diferenciador competitivo del siglo XXI.

El terreno no está completamente baldío. Bolivia ya cuenta con la Agenda Digital 2025-2030, formalizada mediante el Decreto Supremo No. 5367, que establece un marco de políticas públicas para guiar la transformación digital del país. Además, existe la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), que ha desarrollado el Plan Estratégico de Gobierno Electrónico 2018-2025.

Caso de referencia: La Agenda Digital 2025-2030 de Bolivia tiene como objetivo «impulsar la transformación digital del Estado boliviano, promoviendo un desarrollo sostenible con participación ciudadana», estableciendo una base sólida sobre la cual Paz puede construir.

Sin embargo, la diferencia crucial radica en la velocidad y ambición de la ejecución. Mientras que los planes anteriores han avanzado a ritmo burocrático, Paz propone una aceleración disruptiva, aprovechando las crisis como oportunidades de cambio. Su propuesta incluye la creación de una ventanilla única digital para todos los trámites gubernamentales, la implementación de blockchain para garantizar transparencia en las contrataciones públicas, y el uso de inteligencia artificial para optimizar la prestación de servicios públicos.

La ventaja competitiva de Bolivia en este escenario es doble: por un lado, la crisis económica genera la necesidad urgente de eficiencia y transparencia; por otro, la ausencia de sistemas legacy complejos permite implementar soluciones de vanguardia sin el costo de modernizar infraestructuras obsoletas.

El presidente electo ha señalado que la innovación tecnológica será tratada como una política de Estado, no como un proyecto de gobierno. Esto implica la creación de marcos institucionales permanentes, la asignación de presupuestos específicos y la formación de alianzas público-privadas que sobrevivan a los cambios políticos.

Blockchain y tokenización del Estado: La revolución de la confianza

La propuesta más audaz del plan tecnológico de Rodrigo Paz es la integración de blockchain en el sistema de gobierno boliviano. Para entender su potencial transformador, es fundamental comprender que blockchain no es solo una tecnología de criptomonedas, sino un sistema de registro distribuido que garantiza la inmutabilidad, transparencia y trazabilidad de la información.

El caso Estonia: un faro en el horizonte digital

Estonia ofrece el ejemplo más exitoso de implementación gubernamental de blockchain a escala nacional. Desde 2008 —seis meses antes del lanzamiento de Bitcoin— el país nórdico comenzó a probar la tecnología KSI blockchain para asegurar la integridad de sus servicios electrónicos gubernamentales. Hoy, el 99% de los servicios públicos están digitalizados, y los ciudadanos realizan prácticamente todos sus trámites en línea, desde votar hasta crear empresas.

Dato clave: En Estonia, crear una empresa toma 18 minutos en línea, comparado con semanas o meses en la mayoría de países latinoamericanos.

Aplicaciones concretas para Bolivia

La implementación de blockchain en Bolivia podría revolucionar múltiples áreas críticas:

1. Registro de propiedad inmutable: Uno de los mayores problemas en Bolivia es la inseguridad jurídica en los títulos de propiedad. Un sistema blockchain garantizaría registros inmutables, eliminando conflictos de doble titulación y proporcionando certeza jurídica tanto para ciudadanos como inversionistas.

2. Contratos inteligentes en contratación pública: Los smart contracts podrían automatizar las licitaciones públicas, ejecutando pagos automáticamente cuando se cumplan las condiciones preestablecidas. Esto reduciría la discrecionalidad, los sobrecostos y los tiempos de ejecución.

3. Tokenización de activos estatales: Bolivia podría tokenizar activos como reservas naturales, permitiendo nuevos mecanismos de financiamiento que no requieran endeudamiento tradicional. Los bonos verdes tokenizados, por ejemplo, podrían atraer inversión internacional para proyectos de sostenibilidad.

4. Identidad digital ciudadana: Un sistema de identidad digital basado en blockchain permitiría a los ciudadanos controlar sus propios datos mientras acceden a servicios gubernamentales de manera segura y eficiente.

5. Trazabilidad del presupuesto público: Cada boliviano público podría ser rastreado desde su asignación hasta su ejecución final, creando un nivel de transparencia sin precedentes en la historia del país.

Ventajas transformadoras

La implementación de blockchain en el gobierno boliviano generaría beneficios sistémicos:

• Transparencia radical: Todos los ciudadanos podrían auditar en tiempo real el uso de recursos públicos
• Inmutabilidad: Los registros no pueden ser alterados retroactivamente, eliminando la manipulación de datos
• Reducción de corrupción: La automatización y transparencia reducen las oportunidades de comportamiento corrupto
• Eficiencia operativa: Los procesos automatizados son más rápidos y requieren menos personal
• Confianza institucional: La tecnología genera confianza independientemente de las personas que ocupen cargos públicos.

Desafíos de implementación

Sin embargo, la implementación no está exenta de desafíos significativos:

Infraestructura tecnológica: Bolivia requiere inversión masiva en conectividad y centros de datos para soportar un sistema blockchain nacional.

Marco legal y regulatorio: Se necesita nueva legislación que reconozca la validez legal de los registros blockchain y los contratos inteligentes.

Capacitación masiva: Tanto funcionarios públicos como ciudadanos requieren capacitación para adoptar efectivamente las nuevas herramientas digitales.

Resistencia institucional: Los beneficiarios del status quo pueden oponerse a sistemas que reduzcan su discrecionalidad y oportunidades de renta.

Inteligencia Artificial: El desafío crítico del siglo XXI

Si blockchain representa la revolución de la confianza, la inteligencia artificial constituye la revolución de la eficiencia. Para el gobierno de Rodrigo Paz, la IA no es solo una oportunidad, sino un imperativo estratégico que puede determinar el éxito o fracaso de su gestión.

Aplicaciones inmediatas en servicios públicos

Atención ciudadana 24/7: La implementación de chatbots inteligentes puede resolver instantáneamente el 80% de las consultas ciudadanas más comunes, reduciendo colas, tiempos de espera y costos operativos. Estonia, nuevamente, ofrece un ejemplo: su asistente virtual atiende consultas en estonio, ruso e inglés las 24 horas del día.

Análisis predictivo y detección de fraude: Los algoritmos de IA pueden identificar patrones sospechosos en contrataciones públicas, declaraciones fiscales y programas sociales. En Colombia, el sistema SIRECI ha permitido recuperar miles de millones de pesos mediante la detección automatizada de evasión fiscal.

Automatización de trámites: Los procesos burocráticos repetitivos pueden ser completamente automatizados, reduciendo el tiempo de respuesta de semanas a minutos. La emisión de permisos, certificados y licencias puede transformarse de procesos manuales a flujos automáticos.

Casos de éxito en América Latina

Uruguay: ha desarrollado una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial que prioriza la ética y los derechos humanos. Su plataforma de trámites en línea procesa más del 70% de las gestiones gubernamentales de manera automatizada.

Perú: la Plataforma Digital Única del Estado Peruano utiliza IA para personalizar la experiencia del usuario y predecir las necesidades de servicios gubernamentales.

Chile: ChileAtiende emplea algoritmos de aprendizaje automático para optimizar la asignación de recursos en sus oficinas de atención ciudadana.

Dato clave: Los países que han implementado estrategias nacionales de IA han reducido en promedio 40% los costos de operación gubernamental y 60% los tiempos de respuesta a ciudadanos.

Riesgos y consideraciones éticas

Sin embargo, la IA gubernamental también presenta desafíos críticos que Bolivia debe abordar proactivamente:

Sesgo algorítmico: Los algoritmos pueden perpetuar o amplificar discriminaciones existentes. Es fundamental establecer auditorías regulares y estándares de equidad.

Privacidad y protección de datos: El uso gubernamental de IA requiere marcos robustos de protección de datos personales y transparencia sobre el uso de información ciudadana.

Brecha digital: La automatización puede excluir a poblaciones con menor acceso tecnológico, especialmente en áreas rurales.

Dependencia tecnológica: La excesiva confianza en sistemas automatizados puede crear vulnerabilidades sistémicas.

Estrategia nacional de IA para Bolivia
Bolivia necesita una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial que incluya:

1. Marco ético: Principios que guíen el desarrollo y despliegue responsable de IA
2. Infraestructura de datos: Sistemas interoperables que alimenten algoritmos de calidad
3. Talento humano: Programas de formación para desarrolladores y usuarios de IA
4. Regulación adaptativa: Marcos legales que evolucionen con la tecnología
5. Partnerships público-privados: Alianzas que aceleren la innovación sin comprometer el interés público

Gobierno electrónico y transformación digital: construyendo el Estado del futuro

La transformación digital del Estado boliviano no puede limitarse a la adopción de tecnologías específicas; requiere un rediseño fundamental de cómo el gobierno interactúa con los ciudadanos, gestiona sus recursos y toma decisiones. El gobierno electrónico representa la columna vertebral de esta transformación.

Bolivia Digital 2025: Foundations already in place

El Plan Estratégico de Gobierno Electrónico 2018-2025 ha establecido bases importantes que el gobierno de Paz puede potenciar. Este plan se estructura en tres pilares fundamentales:

1. Gobierno: Digitalización de procesos internos y servicios ciudadanos
2. Economía: Promoción de la economía digital y comercio electrónico
3. Sociedad: Inclusión digital y desarrollo de habilidades tecnológicas

Sin embargo, la ejecución ha sido lenta y fragmentada. La oportunidad de Paz radica en acelerar dramáticamente estos procesos mediante una coordinación centralizada y objetivos específicos y medibles.

Servicios digitales ciudadanos: la experiencia como prioridad

El gobierno electrónico exitoso se mide por la experiencia del usuario. Los ciudadanos deben poder realizar trámites de manera más rápida, sencilla y conveniente que los procesos tradicionales. Esto requiere:

Ventanilla única digital: Un portal integrado donde los ciudadanos accedan a todos los servicios gubernamentales con una sola identidad digital.

Principio «digital por defecto»: Todos los nuevos servicios deben diseñarse digitalmente desde el inicio, no como adaptaciones de procesos analógicos.

Diseño centrado en el usuario: Los servicios deben diseñarse desde la perspectiva del ciudadano, no de la burocracia institucional.

Interoperabilidad: El desafío técnico crítico

Uno de los mayores obstáculos para el gobierno electrónico en Bolivia es la fragmentación de sistemas. Cada institución ha desarrollado sus propias plataformas, creando islas tecnológicas que no se comunican entre sí.

La solución requiere: -Estándares técnicos comunes para el intercambio de datos – APIs gubernamentales que permitan la integración automática – Arquitectura de microservicios que facilite la escalabilidad y mantenimiento – Gobernanza de datos que asegure calidad y consistencia.

Datos abiertos y transparencia
La transparencia gubernamental en la era digital va más allá de publicar información; requiere proporcionar datos en formatos que permitan análisis, reutilización y escrutinio público.

Caso de éxito: El portal de datos abiertos de Colombia publica más de 6,000 conjuntos de datos que han generado aplicaciones ciudadanas, investigaciones académicas y vigilancia civil.

Participación ciudadana digital

Las tecnologías digitales pueden revolucionar la participación democrática: – Consultas públicas online para proyectos de ley y políticas públicas – Plataformas de participación que permitan propuestas ciudadanas – Votación electrónica para referendos y consultas (siguiendo el ejemplo de Estonia) – Presupuestos participativos digitales donde los ciudadanos prioricen inversiones públicas.

Los retos específicos de Bolivia: Obstáculos y oportunidades

Bolivia enfrenta desafíos únicos que pueden tanto obstaculizar como acelerar su transformación digital. Identificar y abordar estos retos específicos será crucial para el éxito de la agenda tecnológica de Rodrigo Paz.

La brecha digital rural-urbana

Bolivia presenta una de las brechas digitales más pronunciadas de América Latina. Mientras las principales ciudades cuentan con conectividad 4G y fibra óptica, vastas áreas rurales carecen de acceso básico a internet. Esta disparidad puede generar una «democratización digital» excluyente si no se aborda estratégicamente.

Desafíos específicos: – Solo el 39% de la población rural tiene acceso a internet – La velocidad promedio en áreas rurales es 10 veces menor que en centros urbanos – Los costos de conectividad representan el 15% del ingreso familiar promedio en zonas rurales

Oportunidades de leapfrogging: – La ausencia de infraestructura legacy permite implementar directamente tecnologías de última generación – Las redes satelitales de nueva generación (Starlink, OneWeb) pueden proporcionar conectividad universal más rápidamente que la infraestructura tradicional – Los centros digitales comunitarios pueden servir múltiples hogares, reduciendo costos individuales

Infraestructura tecnológica: el cuello de botella crítico

La infraestructura tecnológica boliviana requiere inversión masiva y modernización integral:

Déficits actuales: – Centros de datos insuficientes y con tecnología obsoleta – Redes de fibra óptica que cubren menos del 30% del territorio nacional – Sistemas energéticos no diseñados para soportar demanda digital intensiva

Estrategias de modernización: – Alianzas público-privadas que aceleren el despliegue sin comprometer recursos fiscales – Enfoque en ciudades intermedias como nodos de expansión hacia áreas rurales – Inversión en energías renovables para soportar infraestructura digital sostenible.

Capacitación masiva: el reto del capital humano

La transformación digital gubernamental requiere dos tipos de capacitación simultánea:

Para funcionarios públicos: – Alfabetización digital básica para el 40% del personal que carece de competencias tecnológicas – Especialización técnica para administradores de sistemas y datos – Gestión del cambio para líderes institucionales.

Para ciudadanos: – Programas de inclusión digital para adultos mayores y poblaciones vulnerables – Educación en seguridad digital y protección de datos personales – Desarrollo de habilidades para aprovechar servicios digitales.

Dato clave: Estonia invierte anualmente el 2% de su PIB en programas de alfabetización digital, lo que ha resultado en una de las poblaciones más digitalizadas del mundo.

Resistencia institucional: gestionando el cambio

La transformación digital amenaza intereses establecidos y formas tradicionales de ejercer el poder. Los principales focos de resistencia incluyen:

Burocracia tradicional: Funcionarios que perciben la automatización como amenaza a su estabilidad laboral Intermediarios: Gestores y tramitadores que obtienen beneficios del sistema actual Políticos locales: Autoridades que ejercen control a través de la discrecionalidad en trámites.

Estrategias de gestión del cambio: – Incentivos alineados: Sistemas de recompensa que favorezcan la adopción tecnológica – Capacitación y reubicación: Programas que permitan a los funcionarios adaptarse a nuevos roles – Comunicación estratégica: Campañas que destaquen beneficios colectivos sobre costos individuales

Presupuesto limitado vs. crisis económica

La paradoja del momento boliviano es que la crisis económica hace más necesaria pero también más difícil la inversión en transformación digital.

Enfoques de financiamiento innovador: – Bonos verdes digitales: Instrumentos que financien simultáneamente sostenibilidad y digitalización – Partnerships de riesgo compartido: Alianzas donde el sector privado invierte a cambio de participación en ahorros generados – Financiamiento multilateral: Aprovechamiento de líneas de crédito específicas para transformación digital de organismos como BID, CAF y Banco Mundial

Consejos que son basados en años de conocimiento.

Hoja de ruta: Qué hacer en los primeros 100 días

La velocidad de implementación será crucial para el éxito de la agenda tecnológica de Rodrigo Paz. Los primeros 100 días no solo establecen el tono de la administración, sino que crean momentum político y social que puede ser decisivo para superar resistencias y generar confianza ciudadana.

Urgente: los primeros 30 días (8 noviembre – 8 diciembre 2025)

1. Crear la Comisión Nacional de Transformación Digital (Días 1-7) – Integración multisectorial: gobierno, sector privado, academia y sociedad civil – Presupuesto propio y facultades ejecutivas – Reporte directo al Presidente para asegurar prioridad política – Mandato específico: diseñar e implementar la estrategia nacional de digitalización
2. Auditoría integral de infraestructura tecnológica (Días 1-20) – Inventario completo de sistemas, plataformas y capacidades existentes – Identificación de vulnerabilidades de ciberseguridad – Evaluación de interoperabilidad entre instituciones – Mapeo de brechas críticas que requieren atención inmediata
3. Quick wins: Digitalización de 3-5 trámites prioritarios (Días 15-30) – Selección de trámites de alto volumen y baja complejidad – Implementación de versiones 100% digitales como prueba de concepto – Comunicación masiva de resultados para generar confianza ciudadana – Medición rigurosa de tiempos, costos y satisfacción para demostrar beneficios
Ejemplo práctico: Digitalizar completamente la obtención de certificados de antecedentes penales, que actualmente toma días y podría resolverse en minutos.

Corto plazo: Los siguientes 60 días (8 diciembre – 8 febrero 2026)

4. Proyecto piloto de blockchain (Días 30-60) – Implementación en área específica: registro de propiedad urbana o compras públicas menores – Partnership con universidades locales para desarrollo de capacidades técnicas – Documentación exhaustiva de procesos para replicación escalable – Evaluación independiente de resultados y lecciones aprendidas
5. Chatbot de IA para consultas ciudadanas (Días 45-75) – Desarrollo con capacidad multiidioma (español, quechua, aymara) – Integración con sistemas de información existentes – Entrenamiento con base de conocimiento de trámites y servicios más consultados – Implementación gradual en instituciones de mayor demanda ciudadana
6. Portal de transparencia con datos abiertos (Días 60-90) – Publicación en tiempo real de ejecución presupuestaria – Mapas interactivos de inversión pública por región – APIs públicas para que desarrolladores creen aplicaciones ciudadanas – Estándares internacionales de datos abiertos para facilitar comparaciones regionales
7. Firma electrónica en instituciones clave (Días 30-90) – Marco legal que garantice validez jurídica – Implementación prioritaria en Presidencia, Ministerios, Gobernaciones y Alcaldías principales – Capacitación masiva para funcionarios de todos los niveles – Integración con sistemas de gestión documental existentes.

Conclusión: el imperativo tecnológico boliviano

Bolivia se encuentra en una encrucijada histórica. La crisis económica que hereda Rodrigo Paz no es solo un obstáculo a superar, sino una oportunidad única para reimaginar el Estado y su relación con los ciudadanos. La tecnología no es una solución mágica que resolverá automáticamente décadas de problemas estructurales, pero sí es un habilitador crítico que puede acelerar dramáticamente los procesos de modernización, transparencia y eficiencia gubernamental.

Los ejemplos regionales e internacionales demuestran que la transformación digital gubernamental es no solo posible, sino altamente efectiva cuando se implementa con visión estratégica, voluntad política y ejecución disciplinada. Estonia, con una población similar a la de Bolivia, logró digitalizar el 99% de sus servicios públicos en menos de una década. Uruguay desarrolló una estrategia nacional de IA que ha mejorado significativamente la calidad de sus servicios públicos. Colombia ha recuperado miles de millones de dólares mediante sistemas automatizados de detección de fraude.

Reflexión final: El futuro digital de Bolivia no comenzará mañana o el próximo año. Comenzará exactamente en cinco días, cuando Rodrigo Paz tome posesión como presidente. La ventana de oportunidad es estrecha pero extraordinaria.

La propuesta tecnológica de Paz representa más que modernización administrativa; constituye una apuesta por un nuevo contrato social entre el Estado y los ciudadanos, basado en la transparencia, la eficiencia y la participación. El blockchain puede eliminar la corrupción sistémica que ha erosionado la confianza institucional durante décadas. La inteligencia artificial puede democratizar el acceso a servicios gubernamentales de calidad. El gobierno electrónico puede convertir a Bolivia en un referente regional de innovación pública.

Sin embargo, el éxito no está garantizado. Requiere inversión sostenida, capacitación masiva, gestión inteligente del cambio y, sobre todo, la construcción de consensos políticos y sociales que trasciendan los ciclos electorales. La tecnología debe implementarse con una visión de largo plazo que sobreviva a las inevitables turbulencias políticas del futuro.

El llamado a la acción es claro y urgente. Los próximos 100 días definirán si Bolivia será protagonista o espectador de la revolución digital que está transformando la gobernanza global. Si Rodrigo Paz logra ejecutar exitosamente su agenda tecnológica, Bolivia no solo superará su crisis actual, sino que se posicionará como un laboratorio de innovación gubernamental para toda América Latina.

El futuro digital de Bolivia comienza en exactamente cinco días. La pregunta ya no es si la transformación es necesaria, sino si tendremos la audacia y la disciplina para hacerla realidad.

Referencias y fuentes

1. Agenda Digital Bolivia 2025-2030 – Decreto Supremo No. 5367, Gobierno Plurinacional de Bolivia
2. Plan Estratégico de Gobierno Electrónico 2018-2025 – AGETIC, Bolivia
3. e-Estonia Digital Society – Casos de éxito en implementación blockchain gubernamental
4. Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial – Uruguay, 2019-2024
5. Revisión del Gobierno Digital en América Latina y el Caribe – OECD, 2023
6. Blockchain en la administración pública – Banco Interamericano de Desarrollo, 2025
7. Declaraciones públicas de Rodrigo Paz sobre tecnología y modernización estatal – Múltiples fuentes periodísticas, 2025

Artículo desarrollado en base a investigación documental, análisis de casos internacionales y declaraciones públicas del presidente electo Rodrigo Paz Pereira y su equipo de gobierno.

Ph.D. Ing. Ludwig Calderón Ramos
Científico de Datos