Analistas destacan el optimismo de Rodrigo Paz en medio del caos


La herencia del nuevo gobierno está marcada por una economía en terapia intensiva y la sombra de la corrupción que promete perseguir, tanto con los que se fueron y los que van a entrar

Leonel Suárez

Analistas destacan el optimismo de Rodrigo Paz en medio del caos



Paz en el acto de investidura presidencial en la ALP

Fuente: https://elpais.bo

Rodrigo Paz y Edmand Lara juraron este sábado como presidente y vicepresidente de Bolivia, respectivamente. En su primer mensaje a la nación, ambos dejaron entrever que reciben un país en crisis, con una economía debilitada y profundas heridas institucionales. El nuevo mandatario advirtió que no habrá tolerancia hacia los actos de corrupción, ni para las autoridades salientes ni para los nuevos funcionarios de su administración. Analistas advierten que este discurso marca las bases de lo que será su mandato, mostrándose optimista y que sí puede resolver estos problemas.

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En su alocución, Paz abordó diversos temas, aunque los ejes más destacados giraron en torno a la situación económica del país y la rendición de cuentas sobre los más de 60.000 millones de dólares obtenidos por la exportación de gas, frente a una deuda que actualmente ronda los 40.000 millones.

El parámetro del nuevo gobierno

El experto en derecho autonómico Esteban Ortuño consideró que los primeros discursos presidenciales suelen ser un parámetro para medir el rumbo que tomará una gestión, aunque su cumplimiento depende de la realidad política y económica que enfrente.

“Es importante destacar ciertos lineamientos en los que se percibe la visión del presidente Paz. La lucha contra la corrupción, la crisis económica y la defensa de la autonomía serán pilares de su gestión”, señaló.

No obstante, advirtió que se trata de temas complejos y conflictivos, más aún en un escenario político que podría tornarse tenso con el paso de los meses. “El MAS, aunque ha sido derrotado electoralmente, no ha desaparecido. Seguramente se rearticulará y volverá a tener presencia en las elecciones subnacionales”, subrayó.

Ortuño destacó la relevancia del énfasis en la lucha contra la corrupción, recordando los casos de desfalco al Estado durante los últimos 20 años, como el del Fondo Indígena, que “no dejó sensación de justicia ni reparación del daño a la ciudadanía”.

Por lo que mencionó, que ahora la población está a la espera que se revierta esa situación, no solo con las autoridades que se fueron, sino también con quienes ingresen al nuevo gobierno.

El jurista remarcó que los resultados de una verdadera política anticorrupción no serán inmediatos, pero deberían comenzar a verse señales claras a corto plazo. A su juicio, instituciones como el Viceministerio de Transparencia y la Fiscalía General del Estado tendrán un papel determinante, siempre que actúen con independencia y objetividad.

Ortuño también instó al nuevo gobierno a enfocarse en la renovación del Tribunal Constitucional Plurinacional, cuyos magistrados continúan prorrogados en el cargo.

Un país endeudado y con déficit

El analista económico Fernando Romero coincidió en que el discurso presidencial dejó en evidencia una economía golpeada. Y que se dejó en claro que hereda una de las peores crisis de los últimos 40 años: alta inflación, déficit fiscal de 10.000 millones de dólares y doce años consecutivos de desequilibrio financiero.

Romero subrayó que el reclamo de Paz sobre el destino de los 60.000 millones de dólares del gas es legítimo, pero reconoció que no sabe explicar con exactitud la magnitud de la deuda externa, estimada en 40.000 millones.

“Estamos en recesión. En el primer semestre de 2025 la economía cayó un 2,4%, y se proyecta cerrar el año con una nueva contracción. El PGE 2026 prevé un crecimiento apenas del 0,9%. El déficit fiscal pasado fue de 10,2% y este año se calcula que superará el 11% del PIB”, detalló.

¿Estado facilitador o interventor?

Romero sostuvo que el nuevo gobierno está enviando señales de apostar por un Estado facilitador, abierto a la inversión privada y extranjera. “La reunión con el sector empresarial y la apertura al capital internacional muestran una visión de mercado. Sin embargo, esto deberá traducirse en medidas concretas en los próximos días”, señaló.

El economista advirtió que si realmente se busca un Estado facilitador, será necesario revisar normas como la Ley de Diferimiento de Créditos, que representa una forma de intervención en la actividad privada. Agregó, que si se habla de “capitalismo para todos”, esto implica créditos accesibles, pero no se puede imponer obligaciones a la banca privada.

Romero consideró que el discurso proyecta una Bolivia globalizada, liberal y promercado, aunque será el tiempo quien determine si esa visión se sostiene con hechos.

De las palabras a las acciones

Finalmente, el analista valoró la rápida respuesta del gobierno ante la escasez de combustibles, con la llegada inmediata de cisternas de diésel y gasolina, lo que —según dijo— da una primera señal de eficiencia.

No obstante, advirtió que aún quedan temas pendientes, como la propuesta del Pacto Fiscal 50/50, que deberá aclararse si implica únicamente la redistribución de recursos o también la asunción de obligaciones entre niveles de gobierno.

Cambio
Analistas ven en el discurso de Paz un giro hacia un modelo promercado y de apertura a la inversión privada.

Destacan el optimismo de Paz con los problemas de Bolivia

El analista político Marcelo Silva, ha destacado el discurso de Rodrigo Paz por el optimismo que muestra por resolver los problemas que actualmente enfrenta el país, pero también por las muestras que ha dado por resolver las necesidades inmediatas, entre estas, la falta de carburantes con el ingreso de decenas de cisternas cargadas a territorio boliviano para normalizar el suministro.

También puntualizó que juega un punto alto el hecho que se hay hecho una lectura cercana a la realidad económica del país, que está marcada con una crisis, por lo que ya fija la ruta que se debe seguir con decisiones y acciones para enfrentarla.