Bolivia entra a nuevo ciclo político: pluralismo y desafíos económicos


El presidente electo Rodrigo Paz durante su cierre de campaña en Cochabamba. | José Rocha/Los Tiempos

 

Con la posesión de Rodrigo Paz como presidente de Bolivia y Edmand Lara como vicepresidente, el país marca el fin del ciclo del Estado Plurinacional y el comienzo de una etapa caracterizada por la búsqueda de consensos y reconstrucción institucional, en medio de un contexto económico y social desafiante, coinciden los analistas.

Fuente: Los Tiempos



El acto de posesión de los mandatarios está programada para el 8 de noviembre, en la sede de Gobierno, aunque este martes recibirán sus credenciales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en la Casa de la Libertad, en Sucre.

El analista político Paul Coca sostiene que este proceso representa “el cierre de un ciclo político socialista”, que dominó la escena nacional durante más de una década. “Se trata del fin de un ciclo político del socialismo en el poder. Bolivia ingresa a un nuevo rumbo político”, explicó, subrayando que la elección de Paz refleja un cambio de orientación y expectativas en la ciudadanía.

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Desde su proclamación,  Paz generó expectativa al alejarse de los regímenes de izquierda. Esa postura, según Coca, fue una primera señal clara de la línea que busca imprimir a su gobierno. Sin embargo, el desafío mayor radica en la gobernabilidad, dado que la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional se encuentra dividida entre seis fuerzas políticas, lo que obligará a construir acuerdos amplios para garantizar estabilidad.

“La población quiere ver unidad”, enfatiza el analista. “Si bien las fuerzas de izquierda tienen una presencia mínima en el Legislativo, la gente exige que se supere la crisis económica y que exista entendimiento entre los actores políticos. Es momento de un acuerdo por el país”, añadió.

En ese sentido, se espera que tanto el Ejecutivo como el Legislativo coordinen esfuerzos para responder a las demandas sociales y económicas más urgentes, entre ellas la aprobación del nuevo presupuesto general del Estado, que será una de las primeras pruebas del nuevo ciclo.

El nuevo panorama político boliviano no sólo demanda acuerdos entre bancadas, sino también una relación más transparente y coherente con la sociedad. Para Coca, el factor de gobernabilidad dependerá de tres niveles: el Ejecutivo, el Legislativo y el social.

“El social es determinante —explica—, porque la población necesita entender las medidas que se tomen, saber en qué grado los benefician o perjudican. Habrá sectores que se movilicen, y es natural en una democracia viva, pero lo importante es que haya comunicación y confianza.”

Con seis bancadas representadas —y subbancadas dentro de partidos como el PDC, Libre o Unidad—, el desafío será mantener cohesión interna y trabajar por la unidad nacional, más allá de los intereses partidarios.

Nueva era en el país

Para el investigador Carlos Borth   Bolivia inicia una nueva etapa este 8 de noviembre, marcando el fin del ciclo del Estado Plurinacional y del régimen masista. Según el analista, el nuevo gobierno que asume en esta fecha podría convertirse en una administración de transición, destinada a trazar las bases del nuevo ciclo político, o incluso consolidarse como el gobierno fundacional de una nueva era en el país.

Borth destacó que las elecciones subnacionales previstas para marzo del próximo año se desarrollarán en un escenario inédito de pluralismo partidario, tras dos décadas de hegemonía del Movimiento Al Socialismo (MAS). “No existe ya una organización política dominante ni las condiciones políticas ni económicas que permitan reproducir la lógica de control total del pasado”, explica.

En este contexto, se espera que la diversidad política también se refleje en los gobiernos locales, rompiendo con la tendencia que permitió al masismo conquistar hasta dos tercios de las administraciones subnacionales en los últimos comicios.

El investigador también subrayó que el nuevo escenario internacional influirá en este proceso. Consideró positivas las señales que llegan desde la región, con figuras como Javier Milei en Argentina y Gabriel Boric en Chile, así como el nuevo enfoque diplomático del gobierno entrante. “La decisión de no invitar a los regímenes de Maduro, Ortega y Díaz-Canel al acto de posesión marca una clara orientación hacia un cambio en la política exterior”, sostiene

En materia económica, Borth advierte que, aunque el nuevo contexto podría atraer inversión extranjera, los resultados no serán inmediatos. “Los inversionistas esperarán ver avances concretos en materia de seguridad jurídica, reformas legales y estabilidad institucional”, apunta.

Costo social

Asimismo, alerta sobre los costos sociales que podrían derivarse de los ajustes estructurales necesarios, especialmente en un país donde entre 85  y 90 por ciento de la población depende de la economía informal. Entre las medidas urgentes mencionó la revisión del tipo de cambio, actualmente distorsionado, y la eliminación gradual de la subvención a los hidrocarburos

Finalmente, Borth advierte que los sectores masistas remanentes podrían intentar capitalizar el descontento social para reorganizarse. “Será un desafío para el nuevo gobierno manejar las tensiones sociales sin frenar las reformas. Lo que está en juego es el éxito o fracaso de este nuevo ciclo histórico para Bolivia”, concluyó

Fuente: Los Tiempos