Según el informe de la OMS, tres de cada diez sufrieron maltrato físico o sexual en algún momento de su vida. Bolivia se encuentra entre los diez países donde los índices de abuso contra la mujer duplican la media mundial. Instan a reforzar políticas
Fuente: eldeber.com.bo
“Quiero justicia para mi hija”, clamaba la madre de Tanya, la adolescente de 13 años que estuvo desaparecida durante tres días y fue hallada sin vida, estrangulada y víctima de agresión sexual.
El caso de Tanya representa una de las expresiones más extremas de violencia, una problemática que continúa sembrando luto, dolor y marcando la vida de las mujeres y sus familias.
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En el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido abuso físico o sexual al menos una vez en su vida y Bolivia es uno de los países con alta prevalencia. Así lo revela un nuevo informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con otras agencias internacionales.
El estudio, que analiza datos procedentes de 168 países y territorios entre 2000 y 2023, califica el abuso contra las mujeres como una “emergencia de salud pública mundial”.
Los resultados evidencian que, pese a los avances normativos y los esfuerzos institucionales, la magnitud del problema se mantiene.
Según el informe del organismo, en diez países la prevalencia de violencia de pareja duplica la media mundial, que actualmente se sitúa en 25,8%. Entre estas naciones figura Bolivia, con un índice del 52,8%.
La peor situación se da en Oceanía, excluyendo Australia y Nueva Zelanda. Fiyi encabeza la lista con el 60,7%. Le siguen Islas Salomón (58,6%), Papúa Nueva Guinea (57,6%), Vanuatu (55,7%), Kiribati (55,4%), Sierra Leona (55,2%), Sudán del Sur (54,3%), Guinea Ecuatorial (53,3%), Bolivia (52,8%) y Afganistán (50,9%). Sin embargo, en muchos países las cifras reflejan solo una parte del problema porque las víctimas son silenciadas y no denuncian.
Las estadísticas nacionales confirman que este flagelo que marca la vida del género femenino. Entre enero y octubre, 62 mujeres perdieron la vida a manos de sus agresores, en el país. Sin embargo, las cifras continúan en aumento con el caso reciente de Tanya.
Además, se reportaron 144 tentativas de feminicidio y 38.703 denuncias de violencia.
“Cifras que impactan”
La OMS advierte que alrededor de 840 millones de mujeres, es decir, una de cada tres en todo el mundo, sufrieron violencia de pareja o sexual en algún momento de su vida.
Los datos publicados en vísperas del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el 25 de noviembre, revelan que la violencia ejercida por la pareja sigue siendo la forma más frecuente de agresión: una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 49 años ha sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja, mientras que una de cada ocho ha experimentado violencia sexual perpetrada por alguien distinto a su pareja.
El organismo apunta que 263 millones de mujeres sufrieron violencia sexual por parte de personas que no eran sus parejas a partir de los 15 años.
“Estas cifras son tan impactantes porque la violencia se puede prevenir. Recopilar datos de alta calidad es el primer paso para dar visibilidad y urgencia a este importante tema”, dijo Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Una crisis que persiste
Pese a una mayor concienciación, las políticas multisectoriales nacionales y las intervenciones desde los servicios de salud, los avances para reducir el maltrato contra las mujeres han sido lentos.
En las últimas dos décadas, las tasas de prevalencia de abuso por parte de la pareja prácticamente no han cambiado, y solo se ha observado una ligera disminución del 0,2% anual a nivel mundial, advierte el organismo internacional.
“La vergüenza y el estigma asociados con la violencia sexual dificultan la denuncia, lo que sugiere que las cifras reales son probablemente mucho más altas”, señaló Britta Baer, asesora de la OPS en Prevención de la Violencia.
Sin fondos
El reporte lamenta que, pese a la evidencia sobre la eficacia de las estrategias para prevenir la violencia de género, la financiación destinada a estas iniciativas se está desplomando.
En 2022, por ejemplo, solo el 0,2 % de la ayuda mundial al desarrollo se destinó a programas centrados en la prevención de la violencia contra las mujeres.
Jeremy Farrar, subdirector general de Promoción de la Salud, Prevención de Enfermedades y Atención Sanitaria de la OMS, indicó que los datos también muestran que las mujeres de los países más pobres, así como aquellas que viven en zonas afectadas por conflictos y vulnerables al cambio climático, sufren un impacto desproporcionado.
La violencia de género, apunta el informe, empieza temprano y los riesgos persisten mientras van pasando los años. Los niños, hijos de las víctimas, también sufren.

