La caída del riesgo país se da incluso cuando los problemas estructurales del país, como el déficit fiscal, la falta de dólares, la presión cambiaria y el desabastecimiento de carburantes, todavía no muestran señales de corrección

Fuente: El Deber
El riesgo país de Bolivia registró una caída significativa en los últimos días. Este hecho refleja un renovado optimismo de los mercados internacionales tras la posesión del presidente Rodrigo Paz. De acuerdo con el economista Fernando Romero, el índice elaborado por JP Morgan bajó a 888 puntos al 12 de noviembre, es decir, 42 puntos menos que los 930 reportados el 10 de noviembre.
Romero destacó que esta cifra no se veía desde hace más de dos años. “El 10 de marzo de 2023 registrábamos recién una cifra similar de 881 puntos; ha tenido que pasar bastante tiempo para tener un riesgo país tan bajo”, expresó el economista.
Pese a esta mejora, la distancia con otras economías de la región sigue siendo considerable. El experto recordó que Argentina, una de las economías más riesgosas del continente, tiene actualmente un índice de 605 puntos. “Solamente nos separarían 283 puntos de esta tercera economía más riesgosa de invertir en la región”, mencionó Romero.
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El analista subrayó que la caída del riesgo país se da incluso cuando los problemas estructurales del país —como el déficit fiscal, la falta de dólares, la presión cambiaria y el desabastecimiento de carburantes— todavía no muestran señales de corrección.
Romero atribuyó la mejora a un cambio de expectativas: “Las expectativas y optimismos en los mercados internacionales y también de los mismos prestamistas e inversionistas han visto con buenos ojos este cambio de gobierno y las primeras acciones que ha tomado”, afirmó. Añadió que, aunque aún no se adoptaron medidas estructurales de gran alcance, los acercamientos del nuevo gobierno con organismos multilaterales han generado mayor certidumbre sobre la capacidad del país para cumplir sus obligaciones financieras.
Finalmente, Romero explicó que esta menor percepción de riesgo ya se refleja en el costo de financiamiento: “Si antes hubiese tenido que costar un 25% financiar nuestros bonos, ahora está en 13% por esa mayor confianza”, sostuvo.