Fuente: https://www.vision360.bo
El presidente Rodrigo Paz afirmó el sábado que no solo la Administración para el Control de Drogas (DEA), sino todos los organismos que contribuyan a garantizar la seguridad de los bolivianos podrán ingresar al país.
El mandatario expresó esta postura en una conferencia conjunta con el subsecretario de Estado de los Estados Unidos, Christopher Landau, enviado del presidente Donald Trump.
“No solo es la institución que consultaste (la DEA), es toda aquella —entendiendo Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Chile, que son países fronterizos— que quiera trabajar con nuestras instituciones para hacer de Bolivia un país más seguro y apoyar en la seguridad y la lucha contra lo ilícito; vamos a ser parte de ello”, aseguró.
La DEA fue expulsada en 2008, acusada de conspirar contra el Gobierno, poco después de la expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg por el mismo motivo.
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Actualmente, la diplomacia entre ambos países funciona a nivel consular y con un encargado de negocios. No obstante, tanto Landau como Paz dieron señales de un pronto intercambio de embajadores.
Además, expresaron su interés en fortalecer la cooperación bilateral en beneficio de los pueblos de ambas naciones.
En ese contexto, Landau señaló que “Bolivia es un país que puede beneficiarse de la inversión extranjera, como todos los países”.
“Nosotros estamos aquí dispuestos a hablar con Bolivia. Obviamente, ustedes ponen los términos de esa inversión. Pero después de 20 años de muy baja inversión extranjera en este país, creo que la economía puede reactivarse a partir de mayores inversiones extranjeras”, resaltó.
Al respecto, el presidente Paz recordó que, de los 115.000 millones de dólares de inversión extranjera que llegaron a la región en 2024, Bolivia solo captó 240 millones.
“Somos una isla en el mundo. Nadie invierte en Bolivia, nadie cree en Bolivia”, lamentó el dignatario.
Sin embargo, aseguró que el nuevo Gobierno transformará esta situación “para que los bolivianos volvamos a creer en nuestra patria, y para que el mundo también crea en ella, porque hay seguridad y, sobre todo, capacidad de captar inversión extranjera con seguridad jurídica respecto a la propiedad privada”.
“Estamos abriendo Bolivia al mundo; el mundo tiene que llegar a Bolivia”, enfatizó el presidente.