COP30: el cabildeo agroindustrial se pinta de verde gracias a los lobistas


En Belém, los delegados de la COP30 tienen plazo hasta el viernes para negociar un acuerdo ambicioso contra el cambio climático, pero la sombra del cabildeo vuelve a cernirse sobre la cumbre con la presencia de un número récord: 1.600 representantes del sector de los hidrocarburos. Informe de nuestro enviado especial a Bélem, Raphael Moran.

Voceros de los pueblos indígenas denuncian que ellos no pueden entrar a las negociaciones a las que sí tienen acceso los lobistas con sus acreditaciones.
Voceros de los pueblos indígenas denuncian que ellos no pueden entrar a las negociaciones a las que sí tienen acceso los lobistas con sus acreditaciones. AP – Andre Penner
Fuente: RFI

El sector agrícola es responsable de al menos un tercio de las emisiones de CO₂ en el mundo. A pesar de ello, cientos de cabilderos de la agroindustria defienden sus intereses en los pasillos de la COP30 en Belém.

A diez minutos del recinto de Naciones Unidas, donde delegados de todo el mundo negocian el futuro climático del planeta, transnacionales del sector agroindustrial como Bayer o el sindicato brasileño del agronegocio CNA se pintan de verde y prometen una agricultura sostenible mediante spots, charlas y degustaciones. Según el medio de investigación brasileño The Intercept, varias empresas implicadas en escándalos ambientales —como JBS, Vale o la transnacional del aluminio Hydro— patrocinan a medios brasileños a cambio de una cobertura favorable durante la COP30.



Organizaciones de la sociedad civil denuncian la cantidad inédita de miembros de grupos de presión, en particular de los combustibles fósiles. «Hay 300 delegados que representan a las grandes industrias de la agricultura y la ganadería aquí en la COP30», señala Xananine Calvillo, activista indígena Ngiwa de México. «Esto representa un aumento del 14 % respecto a la conferencia del año pasado. Y muchos de ellos, el 25 %, participan en las negociaciones con acreditaciones expedidas por los Estados que representan. Es decir, están entrando a las negociaciones, algo que los pueblos indígenas no podemos hacer».

¿Quiénes les pagan? 

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Calvillo exige también más transparencia sobre los intereses de los participantes en las cumbres climáticas: «Para esto de los lobistas hay una campaña que busca esa transparencia, pidiendo que ellos digan quiénes son y por quiénes están siendo pagados».

Naciones Unidas, organizadora de las cumbres climáticas, propone —pero no obliga— que los participantes de las COP indiquen su eventual afiliación a intereses corporativos. Esta declaratoria no incluye a los empresarios acreditados por delegaciones oficiales. Francia acreditó, por ejemplo, al presidente de la transnacional petrolera TotalEnergies.

La sombra del cabildeo planea sobre las COP desde hace varios años. En 2018, un alto cargo de la petrolera Shell celebró que sus propuestas para la creación de mercados de carbono figuraran en el artículo 6 del Acuerdo de París.