La protesta se desarrolló de forma paralela a los eventos oficiales de la COP30, que desde el 10 de noviembre reúne a gobiernos y delegados internacionales. En la misma ciudad, los movimientos sociales llevan adelante la “Cumbre de los Pueblos”, donde diversas plataformas y redes regionales acordaron rechazar de manera categórica tanto los mercados de carbono como el TFFF.

Fuente: Erbol
Con la consigna “Nuestros bosques no están en venta”, organizaciones indígenas, campesinas y colectivos de la sociedad civil de toda América Latina se movilizaron este sábado en Belém do Pará, sede de la COP30, para expresar su rechazo al Mercado de Carbono y al Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), impulsados por el gobierno brasileño.
Los movimientos sociales sostienen que ambas propuestas constituyen “falsas soluciones” frente a la deforestación y al cambio climático, porque trasladan la responsabilidad a los países del sur global y podrían derivar en nuevas formas de endeudamiento. Las organizaciones remarcaron que los bosques no pueden ser sometidos a dinámicas de mercado que, a su juicio, no garantizan una reducción real de emisiones.
La protesta se desarrolló de forma paralela a los eventos oficiales de la COP30, que desde el 10 de noviembre reúne a gobiernos y delegados internacionales. En la misma ciudad, los movimientos sociales llevan adelante la “Cumbre de los Pueblos”, donde diversas plataformas y redes regionales acordaron rechazar de manera categórica tanto los mercados de carbono como el TFFF.
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Los representantes indígenas denunciaron además que los mecanismos propuestos por Brasil no consideran adecuadamente los derechos territoriales ni los sistemas de vida de los pueblos originarios, y advirtieron que podrían abrir la puerta a nuevas presiones sobre los bosques y sus comunidades guardianas. Exigieron que cualquier política climática global incorpore salvaguardas claras y participación efectiva de los pueblos afectados.
El gobierno brasileño busca asegurar dos hitos diplomáticos en la COP30: el avance del TFFF (Tropical Forest Forever Fund), un fondo destinado a preservar los bosques tropicales, y la creación de un mercado internacional de carbono regulado.
Brasil llega a la cumbre con una propuesta considerada histórica: la creación de la Coalición Abierta para la Integración de los Mercados de Carbono. Liderada por el Ministerio de Hacienda, esta iniciativa apunta a armonizar estándares y conectar diferentes sistemas de comercio de créditos de carbono ya existentes, con el fin de generar liquidez, previsibilidad y transparencia en el sector.
Según la subsecretaria de Desarrollo Económico Sostenible, Cristina Reis, el objetivo central es acelerar la descarbonización global y fortalecer la implementación del Acuerdo de París. “La idea es que los países consigan, en conjunto, reducir sus emisiones, de modo que el planeta esté menos amenazado por la crisis climática y por los efectos adversos de los gases de efecto invernadero”, afirmó.