El expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y experto en temas mineros, Héctor Córdova, advirtió que “sería grave” que el nuevo gobierno designe a un cooperativista como ministro de Minería, en un contexto donde las cooperativas auríferas han expresado públicamente su respaldo al presidente Rodrigo Paz. Según el especialista, el poder político y económico de este sector ha alcanzado niveles que le han permitido influir en la composición de anteriores gabinetes.

Fuente: ANF
Córdova explicó que el poder de las cooperativas mineras no se limita a lo económico, sino que constituye una fuerza política y organizativa “impresionante”, capaz de presionar a los gobiernos de turno.
“No debe despreciarse su poder político. Ellos lograron imponer ministros en varios gobiernos anteriores”, afirmó a ANF, recordando que tanto en las gestiones de Evo Morales, Jeanine Añez y Luis Arce, el sector cooperativista consiguió colocar a representantes suyos al frente del Ministerio de Minería.
El experto expresó su preocupación por el respaldo que la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco) otorgó al nuevo gobierno. En su criterio, ese apoyo podría estar condicionado a la preservación de privilegios y de un modelo extractivo que opera, en gran parte, al margen de la ley.
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“Espero que el apoyo que han expresado no signifique mantener su estado ilegal ni el aprovechamiento de la riqueza boliviana para beneficio particular”, señaló.
Córdova subrayó que, si bien las cooperativas mineras son parte importante del panorama productivo del país, es urgente que ingresen a la legalidad y asuman responsabilidades tributarias, laborales y ambientales. “Se debe trabajar con ellas, pero dentro del marco legal. Ya la gente se ha dado cuenta de su verdadero papel en la minería nacional, porque han estado actuando mal”, sostuvo.
El exfuncionario recordó que el auge de las cooperativas mineras fue impulsado por la crisis económica y la falta de empleo formal, pero advirtió que su expansión descontrolada refleja también las deficiencias estructurales del país. “El número de cooperativas y cooperativistas es un indicador del mal estado de la economía manejada de un país”, manifestó.
Para Córdova, el nuevo gobierno enfrenta el desafío de reordenar el sector minero sin ceder a presiones políticas. Considera que la designación de un ministro proveniente del movimiento cooperativista comprometería la independencia institucional del Ministerio de Minería y podría debilitar los esfuerzos de fiscalización y control.
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