La iniciativa republicana no logró el respaldo necesario: obtuvo 54 votos a favor y 44 en contra, por debajo de los 60 requeridos para avanzar.

El Senado de Estados Unidos volvió a fracasar en el intento de reabrir el gobierno federal tras 35 días de cierre, consolidando la paralización más prolongada en la historia del país.
La propuesta republicana para restaurar la financiación hasta el 21 de noviembre no sumó los votos necesarios, dejando atrás el récord equiparado con el cierre de 2018-2019.
El estancamiento ha agravado las tensiones en el Congreso y profundizado las consecuencias para millones de ciudadanos, mientras republicanos y demócratas se acusan mutuamente y la administración de Donald Trump mantiene su postura.
El último intento de acuerdo ocurrió esta jornada, cuando la Cámara Alta sometió a votación una medida que requería respaldo de al menos 60 senadores. Solo se registraron 54 votos a favor frente a 44 en contra, de acuerdo con lo informado por EFE.
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El cierre impacta cada vez más a nivel nacional. Millones de personas han recibido asistencia alimentaria irregular mediante el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), ya que el presupuesto terminó el pasado 1 de noviembre.
Bajo este contexto, el gobierno estadounidense informó una financiación parcial del programa usando fondos de emergencia, aunque advirtió que la ayuda podría demorarse semanas o meses.
Esta prestación resulta imprescindible para 42 millones de ciudadanos que dependen de bonos de alimentos para cubrir sus necesidades básicas.
El cierre afecta otras áreas estatales clave. Trabajadores federales esenciales, como controladores aéreos, policías y personal militar, permanecen sin cobrar sus salarios.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó el martes: “Restringiremos el espacio aéreo cuando consideremos que no es seguro”, según información de CBS News.
Mientras el bloqueo político continúa, surgen versiones sobre negociaciones secretas entre ambos partidos para hallar una salida.
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, expresó que algunos reconocen la excesiva duración del conflicto y confió en que podría resolverse pronto.

La división sigue latente: los demócratas se niegan a votar la propuesta republicana, en tanto no se renueven los subsidios al programa sanitario Obamacare, que sostienen que eliminarlos supondría un fuerte encarecimiento de las primas de seguro para el año 2026.
Los republicanos acusan a los demócratas de intentar extender estas ayudas a inmigrantes indocumentados y exigen una reapertura inmediata antes de volver a debatir subsidios.
La parálisis afecta más que la asistencia alimentaria o el transporte. También se reportan interrupciones en el programa de educación Head Start para niños de bajos ingresos, restricciones de acceso a servicios gubernamentales y suspensión de informes económicos clave.
Reuters advierte que la economía opera a ciegas por la escasa información estatal y que una prolongación del cierre podría costar hasta USD 11.000 millones a la economía nacional si supera una semana. La Reserva Federal se ve impedida de contar con datos indispensables para decidir sobre empleo y crecimiento.
El ambiente político está marcado por la división de responsabilidades entre partidos.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, criticó al presidente Trump por dar prioridad a otros asuntos. Como recogió Reuters: “Mientras Donald Trump presume de la remodelación de los baños de la Casa Blanca, los estadounidenses entran en pánico preguntándose cómo podrán costear la atención médica el año próximo”.
Sin embargo, Donald Trump reforzó su posición el martes en Truth Social: “Las ayudas se entregarán solo cuando los demócratas de la izquierda radical reabran el Gobierno”, contrariando a los tribunales y a los departamentos de Agricultura y Justicia de su propio gabinete, que se comprometieron a continuar la financiación provisional del SNAP.
La escena legislativa está marcada por el equilibrio de fuerzas y la polarización extrema. CBS News destacó que la iniciativa para poner fin al cierre no logró sumar nuevos apoyos demócratas, aunque figuras como Catherine Cortez Masto y John Fetterman sí la respaldaron.
(Con información de EFE y Reuters)