¿Es Teherán el verdadero objetivo del despliegue militar de EE. UU. en el Caribe?


La «guerra contra el narcotráfico» lanzada por la administración Trump a comienzos de año se ha concentrado en Venezuela, elevando las tensiones entre ambos países. Washington ha sumado al inédito despliegue militar en el Caribe —similar al de conflictos como en Irak y Siria— el portaaviones Gerald Ford, el más grande del mundo. Gery J. Hale, experto en políticas antidrogas y ex jefe de inteligencia de la DEA, evoca motivos geoestratégicos que van más allá de la mera lucha contra el narcotráfico.

Por:

Yago Martín



Foto de archivo ilustrativa: el portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford en Newport News, Virginia, Estados Unidos, el 11 de junio de 2016.
Foto de archivo ilustrativa: el portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford en Newport News, Virginia, Estados Unidos, el 11 de junio de 2016. REUTERS – Handout .
Fuente: RFI

El despliegue militar estadounidense en el Caribe «va más allá de la mera lucha contra el narcotráfico», sostiene Hale.

«Es una medida estratégica. Venezuela afecta a los Estados Unidos porque tiene mucha cercanía con Irán. Venezuela le está proporcionando uranio a Irán, y eso es un problema grave. [El gobierno venezolano] también está facilitando la presencia de rusos y chinos en su territorio. Si consideramos la historia, cuando países enemigos de Estados Unidos se han establecido en la región, esto preocupa al gobierno estadounidense porque no sabe si es un primer paso hacia algo más grande», explica el ex jefe de inteligencia de la DEA.

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Venezuela respondió a estas amenazas con la aprobación de un nuevo plan militar que incluye la movilización de unidades de defensa locales y el fortalecimiento de la preparación nacional ante una posible intervención extranjera. Pero también cabe preguntarse cuál podría ser la reacción de los aliados de Caracas, principalmente Moscú y Pekín.

«Es posible que Rusia o China vengan en auxilio de Venezuela. Podrían establecer un embargo, es decir, posicionar buques rusos alrededor de la zona fronteriza marítima de Venezuela para bloquear y confrontar a los estadounidenses.

Pero no creo que lo hagan, porque Rusia está muy involucrada en Ucrania. Los rusos están perdiendo muchas tropas, mucho equipo, y no tienen la capacidad en este momento de exportar su maquinaria militar a Venezuela para apoyar a Caracas».

Sin datos sobre el impacto de los ataques de EE. UU. en el Caribe 

Desde el inicio de esta operación militar, Washington ha bombardeado 20 embarcaciones y ha asesinado a 76 personas, sin presentar pruebas de que las víctimas estuvieran implicadas en el narcotráfico. A esto hay que añadir que, según datos del propio gobierno estadounidense, Venezuela no produce fentanilo. Además, el país apenas exporta el 5 % de la cocaína que llega a las costas norteamericanas. Por lo tanto, cabe preguntarse si este despliegue de tropas tendrá realmente algún efecto.

«Estas políticas solamente se mantendrán durante la presidencia de Donald Trump. Por el momento no hay suficiente información para determinar si estos ataques han logrado reducir el flujo de droga que sale de Venezuela, pero también de Colombia y de América del Sur en general. Hay que esperar y hacer un análisis posterior».

Para el experto, lo que sí queda claro es que Washington lanza un duro mensaje en la región, dirigido especialmente a aquellos países donde presuntamente operan los principales cárteles del narcotráfico.