El que hasta ahora era jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra fue nombrado este jueves 27 de noviembre presidente de la transición y del Alto Mando Militar para dirigir Guinea-Bissau durante un año, según anunciaron en una rueda de prensa en Bissau los militares que afirmaban haber tomado el control total del país el día anterior.

Los militares de Guinea-Bisáu anunciaron este jueves el nombramiento de un general como presidente interino del país, al día siguiente de un golpe en el que detuvieron al mandatario saliente e interrumpieron el proceso electoral en curso.
El nombramiento del general Horta N’Tam como presidente y jefe de la junta golpista es por un año, precisaron los militares en una conferencia de prensa en Bisáu.
El golpe se suma a otros ocurridos desde 2020 en la región, concretamente en los vecinos Mali, Burkina Faso, Níger y Guinea-Conakry.
«Acabo de ser investido para dirigir el Alto mando», dijo el general Horta N’Tam, hasta ahora jefe del Estado Mayor del ejército de tierra, poco después de prestar juramento en el cuartel general de las fuerzas armadas, constataron periodistas de AFP.
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«Guinea-Bisáu atraviesa un período muy difícil de su historia. Las medidas que se imponen son urgentes e importantes, y requieren la participación de todos», declaró el nuevo presidente de esta transición.
El golpe del miércoles se produjo la víspera de la esperada publicación de los resultados provisionales de las elecciones presidenciales y legislativas, celebradas el pasado domingo.
Tanto el presidente saliente, Umaro Sissoco Embalo, como el opositor Fernando Dias de Costa reivindicaban la victoria.
Inestabilidad, pobreza y narcotráfico
En su primera comunicación el miércoles, los militares anunciaron que habían tomado «el control total del país», así como la detención del presidente saliente Embalo y la suspensión del proceso electoral en curso.
«Lo que nos ha empujado a hacerlo (el golpe) es el ánimo de garantizar la seguridad a nivel nacional y restablecer el orden», dijo el miércoles a la prensa el general Denis N’Canha, jefe del gabinete militar de la presidencia.
El general argumentó que los servicios de inteligencia detectaron «un plan destinado a desestabilizar el país, con la implicación de los barones nacionales de la droga». Según dijo, ese plan incluía la introducción de armas en el territorio «para alterar el orden constitucional».
Guinea-Bisáu, un país empobrecido de apenas 2,2 millones de habitantes, sufre problemas de corrupción y es conocido por ser una importante plataforma del narcotráfico entre Sudamérica y Europa, una lacra favorecida por su inestabilidad política crónica.
El presidente Embalo, detenido el miércoles por los militares, estaba siendo «correctamente» tratado, según una fuente militar.
También fue detenido el miércoles, según dos fuentes cercanas, el líder opositor Domingos Simoes Pereira, al que la Corte Suprema no permitió concurrir como candidato presidencial.
Este país lusófono de África occidental ha sufrido cuatro golpes de Estado desde su independencia de Portugal en 1974, además de una serie de intentos de golpe.
El jueves podían verse numerosos retenes militares en las grandes avenidas de la capital, Bisáu.
Los soldados verificaban de manera sistemática los vehículos, y vigilaban atentamente toda la zona situada alrededor del palacio presidencial, donde la población fue presa del pánico la víspera al escuchar disparos, al inicio del golpe.
La circulación era muy escasa, y la mayoría de las tiendas estaban cerradas.
Con AFP