En la homilía de Todos Santos, el arzobispo de La Paz, Percy Galván, exhortó a los bolivianos a superar veinte años de confrontación y construir unidad tras la llegada de un nuevo ciclo político. Habló sobre la importancia de “ser santos” y buscar el bien común, enfatizando que el futuro del país depende del compromiso de toda la población y no únicamente de sus gobernantes.

Fuente: El Diario
En el día de Todos Santos, la Iglesia Católica realizó un llamado a la población boliviana de buscar la unidad y la reconciliación entre hermanos luego de dos décadas de confrontación y polarización propiciada por una clase política que esta semana culmina su ciclo de gobierno hegemónico, ante la elección democrática de nuevas autoridades de Estado.
En su homilía dominical por la festividad católica que celebra a los difuntos, el arzobispo de La Paz, Percy Galván, habló sobre la importancia de aspirar a la santidad para el bien de la comunidad, enfatizando que el futuro del país depende del compromiso de toda la población y no únicamente de sus gobernantes.
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“Lamentablemente, veinte años nos han confrontado entre citadinos y campesinos, entre empresarios y obreros, entre creyentes y no creyentes, entre gordos y flacos. Nos han metido en una sociedad –que estos hermanos políticos llaman– ‘de polarización’ y han visto cómo ha terminado al final: entre ellos mismos se han polarizado y no se han dejado gobernar”, señaló ayer Galván desde la Basílica Menor de San Francisco.
En el marco de esta reconciliación y unidad de la “familia boliviana”, el titular del Arzobispado de La Paz exigió que la ciudadanía respete los resultados de las elecciones generales y que más bien se enfoque en su responsabilidad individual de trabajar y servir en favor de la comunidad.
“¿Por cuestiones ideológicas y políticas vamos a seguir peleándonos? Ya hubo un proceso democrático, ahora respetemos al ganador y punto. ¿Vamos a seguir ladrando como perro con mal de rabia? Aportemos, queridos hermanos, con nuestra unidad, con la reconciliación, con el perdón; abracémonos como familia boliviana y empecemos a caminar (juntos), así vamos a inundarnos de gasolina y vamos a forrarnos de dólares”, comentó.
Recordando que Bolivia ya tendrá otro gobierno en ejercicio el próximo domingo, aclaró que “Bolivia no solo son los señores Paz y Lara”, sino que “Bolivia somos todos y todos podemos hacer de este país un país grande, pero para eso tenemos que ser santos”. En tal sentido, reflexionó sobre algunas concepciones erróneas sobre la santidad y mencionó tres ejemplos de cómo la sociedad puede alcanzarla.
COMPROMISO
“Todos podemos ser santos: pasando de la indiferencia al compromiso, de la confrontación a la unidad y de la flojera al trabajo, habremos de ser santos y de vencer la muerte para participar de la salvación eterna, haciendo el bien a nuestra amada Bolivia”, señaló Galván.
El arzobispo recalcó que un verdadero cristiano no puede ser indiferente a la realidad de su país, pues parte de la santidad implica sensibilizarse ante quienes tienen más necesidades. “No puede haber un católico que diga que no le importa la economía, la política. (…) No puedo ser sinvergüenza y decir ‘no me interesa, yo sigo acumulando como rata mi riqueza’, no es así, hermanos. Tenemos que pensar en el bien común”, dijo.
Para ilustrar su llamado, el prelado señaló que la población puede santificarse también si abandona la flojera y la reemplaza por el trabajo. En sus palabras, todos pueden hacer grande a Bolivia si cada persona se convierte en “sal y levadura de Dios”.
Fuente: El Diario
