La clasificación de Blooming a semifinales en Oruro terminó en un escándalo sin precedentes: golpes, gases lacrimógenos y un dirigente hospitalizado tras una brutal agresión.
Fuente: diez.bo
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Lo que debía ser una fiesta de fútbol en Oruro terminó convertido en un campo de batalla. La noche del martes, tras el empate 2-2 entre Real Oruro y Blooming por la Copa Bolivia, la situación se desbordó en violencia. El equipo cruceño avanzó a semifinales gracias al marcador global (4-3), pero la celebración duró apenas unos minutos antes de desatarse el caos.
El ambiente se tensó justo después del pitazo final. Mientras los jugadores de Blooming se abrazaban en el campo para festejar la clasificación, integrantes del cuadro orureño reaccionaron con furia. La escena rápidamente pasó de los festejos al descontrol absoluto.
Jugadores, cuerpo técnico y personal de apoyo de Real Oruro protagonizaron un enfrentamiento directo con miembros del club cruceño. La situación se agravó y obligó a la Policía a intervenir con el uso de gases lacrimógenos para dispersar a los involucrados.
Uno de los episodios más graves tuvo como víctima a Cristian Méndez, encargado de logística de Blooming. Según el reporte oficial del club, Méndez intentó separar a quienes agredían a un utilero cuando fue atacado por la espalda por un asistente técnico de Real Oruro, identificado como parte del cuerpo de Marcelo Robledo.
“Cristian Méndez, en su afán de separar a quienes estaban agrediendo a un miembro de utilería del club, es golpeado por la espalda por un asistente del DT de Real Oruro, Marcelo Robledo. Cae al piso y es cobardemente agredido. Como consecuencia, tiene fractura múltiple en el pómulo derecho por una patada del jugador Raúl Gómez Saca, además de haber recibido previamente una patada en el estómago del propio Robledo”, denunció a DIEZ el dirigente de Blooming, Fernando Cuéllar.
La agresión dejó al funcionario del club hospitalizado. “Está internado en la clínica Cristo Rey, debe ser operado de emergencia, ya que presenta fuertes dolores, inflamación completa del rostro, coágulos en el ojo derecho y sangrado nasal”, agregó Cuéllar, visiblemente indignado.
Lo sucedido empañó la victoria deportiva y dejó abiertas varias interrogantes sobre sanciones, seguridad y responsabilidades. Desde Blooming anunciaron que tomarán acciones legales y disciplinarias, mientras que el fútbol boliviano nuevamente queda bajo la lupa por hechos de violencia que siguen repitiéndose.

