El jurista Otto Ritter advierte que la justicia boliviana requiere cambios estructurales, incluyendo digitalización, mayor presupuesto y sanciones severas para jueces corruptos.
Stefany Beatriz Guzmán Nuñez
Fuente: Red Uno
La cumbre sobre la reforma judicial que se realizará mañana en Sucre reunirá a autoridades del país y especialistas en el tema. El analista político, Otto Ritter, ofreció un análisis crítico sobre la situación actual del sistema judicial boliviano y las medidas necesarias para garantizar transparencia y eficiencia.
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Ritter señaló que la justicia en Bolivia enfrenta problemas estructurales que requieren cambios inmediatos. “La justicia es lenta, corrupta y politizada. Necesitamos cambios que puedan implementarse de manera inmediata, otros que requieren reformas legales y algunos que implican modificaciones constitucionales”, indicó.
Entre sus propuestas principales, Ritter destacó la necesidad de digitalizar los procesos judiciales, aumentar el presupuesto para el funcionamiento del sistema y garantizar mayores sanciones para jueces corruptos, incluyendo penas de hasta 30 años de presidio sin derecho a indultos.
Además, sugirió la creación de tribunales de casación para descentralizar la carga del Tribunal Supremo de Justicia, y propuso un modelo similar al estadounidense para la selección de magistrados, eliminando la elección popular y la meritocracia basada únicamente en títulos académicos.
En relación al Tribunal Constitucional Plurinacional, Ritter fue enfático al calificar como “nulas” las actuaciones de los magistrados autoproclamados, señalando que “están ejerciendo un cargo sin jurisdicción ni competencia que emane de la ley, usurpando funciones”.
Según el jurista, estos magistrados deberían ser removidos y procesados, mientras que se podría implementar una ley interpretativa que permita un funcionamiento transitorio del tribunal antes de avanzar hacia una reforma judicial más profunda.
Sobre la cumbre de mañana, Ritter se mostró cauteloso: “Más allá de las buenas intenciones, no creo que se logren cambios profundos en una sola jornada. Lo importante será establecer un camino claro hacia reformas estructurales, no cambios cosméticos”.
Finalmente, reiteró que Bolivia necesita una justicia eficiente, transparente y confiable, que brinde seguridad jurídica a los ciudadanos, confianza a los inversores y esperanza a las nuevas generaciones.
