En una nueva edición del programa Contrapunto, se abordó la problemática de la trata y explotación sexual infantil, un tema que, aunque suele tratarse como tabú, afecta gravemente a niños, niñas y adolescentes en Bolivia y la región.

Fuente: ANF
Leonel Dubón, director ejecutivo del Refugio de la Niñez de Guatemala, destacó las similitudes entre Bolivia y Guatemala en cuanto a vulnerabilidades estructurales que alimentan estos delitos, como la pobreza, el patriarcado y la impunidad judicial.
“La pobreza y la extrema pobreza son escenarios que la trata de personas aprovecha. Muchas niñas indígenas son engañadas y explotadas. Además, el patriarcado sigue sosteniendo estas dinámicas y hay poca persecución a quienes demandan la explotación sexual”, afirmó Dubón.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El experto explicó que, aunque ambos países cuentan con leyes y normativas para combatir la trata, la aplicación es deficiente, y las víctimas enfrentan procesos judiciales lentos y revictimizantes. “En Guatemala tenemos casos donde las niñas son rescatadas a los 12 años y alcanzan la mayoría de edad sin que el caso llegue a sentencia”, lamentó.
Prevención desde la familia y la comunidad
Dubón subrayó la importancia de la prevención como herramienta fundamental para evitar la trata y explotación. Mencionó el programa regional SUFACEC, que trabaja con comités juveniles para promover cambios sociales y de comportamiento desde el entorno familiar hacia la comunidad.
“Si logramos cambios sociales en la familia, esos cambios se contagian a la comunidad y pueden escalar a nivel municipal y nacional. La prevención empieza en casa”, explicó.
Asimismo, advirtió sobre los nuevos riesgos digitales que facilitan la captación de víctimas a través de plataformas de videojuegos y redes sociales como Roblox, Discord o TikTok. En ese sentido, instó a los padres a reducir la brecha generacional y participar activamente en el mundo digital de sus hijos.
“El desconocimiento de los adultos hace crecer el fenómeno. No podemos dejar que los niños naveguen solos. Jugar con ellos, acompañarlos y aprender juntos es una forma de protegerlos”, enfatizó.
Justicia, impunidad y reinserción
Otro punto central fue la necesidad de fortalecer la justicia y sancionar ejemplarmente a los tratantes. Dubón señaló que la impunidad y la culpabilización de las víctimas son prácticas persistentes que deben erradicarse.
“Debemos divulgar las sentencias ejemplares. Cuando la justicia actúa, los agresores saben que pueden ser sancionados. Eso también es prevención”, sostuvo.
Respecto a la reinserción social de las víctimas, Dubón afirmó que aún existe estigmatización y que muchas instituciones revictimizan a las sobrevivientes. En Guatemala, explicó, se trabaja con el sistema Ángel Ariel, que interconecta a las instituciones para que las víctimas solo sean entrevistadas una vez y se evite su exposición a los agresores.
El especialista también propuso avanzar en modalidades educativas flexibles y programas de certificación laboral para mujeres que no pueden reinsertarse en el sistema tradicional.
Romper el silencio y fortalecer la salud mental
Tikita Wara (conductora) destacó la urgencia de romper los tabúes familiares y hablar del tema dentro del hogar, especialmente cuando hay víctimas cercanas. Dubón coincidió en que visibilizar la problemática es parte esencial de la solución.
“Mientras más abordamos el problema, más encontramos soluciones. No se puede evadir. Hay que desarrollar inteligencia emocional como sociedad”, remarcó.
Finalmente, ambos coincidieron en que la lucha contra la trata requiere una acción conjunta, sostenida por el Estado, la sociedad civil y las familias.
“No podemos abordarlo solos. Este es un esfuerzo interinstitucional y multisectorial. Hay que dejar de reinventar políticas cada cuatro años y consolidar programas sostenibles”, concluyó Dubón.
/KHC/nvg/