Los refuerzos que no dan la talla en Oriente Petrolero


Eliminado de la Copa Bolivia y fuera de la zona de clasificación a un torneo internacional en el Todos contra Todos, el refinero se hunde solo. Cambió a cuatro entrenadores y la dirigencia se debate entre interinatos.



Fuente: diez.bo

Oriente Petrolero va cerrando una temporada marcada por duras críticas a su planificación deportiva. El Club apostó por una plantilla de experiencia, pero la mayoría de los refuerzos no están a la altura de las exigencias y terminaron convirtiéndose en uno de los principales motivos del bajo rendimiento colectivo. La hinchada apunta especialmente a los refuerzos extranjeros que no lograron responder a las expectativas.

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Ricardo Centurión (32), surgido en Racing Club y reconocido en su momento como uno de los jugadores más talentosos del fútbol argentino, pero después perdido en la sombra de la irregularidad. En Oriente no fue la excepción: no marca diferencia dentro del campo y su aporte deportivo es prácticamente nulo. Acumula 1.715 minutos en 29 partidos jugados. Otro caso llamativo fue el de Rodrigo Amaral (28). Con pasos por Nacional, Racing, Fénix, The Strongest, Plaza Colonia, Wilstermann y Montevideo Wanderers, además fue seleccionado Sub-20 uruguayo. Llegó con un cartel importante; sin embargo, en Oriente no logró replicar su mejor versión, aquella que lo destacó en Strongest y Wilstermann. Su rendimiento fue intermitente y terminó decepcionando. Acumula 645 minutos en 13 partidos jugados.

Wálter Chalá (33), extremo ecuatoriano con pasado en Barcelona SC y Liga de Quito, y convocado a la selección de su país en 2016, inició con fuerza, pero se apagó con el pasar de los partidos. Su irregularidad lo convirtió en blanco de críticas y en varias ocasiones fue abucheado por la hinchada refinera. Lleva 27 partidos con 1.396 minutos en cancha y 4 goles.

El paraguayo Ronald Acuña tuvo un paso fugaz y sin impacto. Apenas disputó un semestre y dejó una pobre estadística: 13 partidos y solo tres goles, números muy bajos para el centrodelantero titular de uno de los clubes más grandes del país.

Su compatriota Jordan Santacruz (29) disputó 19 encuentros y, pese a mostrar actitud y garra, su aporte no alcanza para revertir el mal momento del equipo. Es uno de los pocos extranjeros que ha recibido aplausos, aunque su rendimiento no logra tapar la pobre campaña colectiva. Disputó 20 juegos.

El argentino Jonathan Cristaldo (36) tampoco cumplió con la expectativa. Llegó como goleador, pero no logró consolidarse, al igual que en su primera etapa con Erwin Sánchez. Participó en 29 partidos.

En el arco, el paraguayo Wilson Quiñónez tuvo un paso discreto en su segundo ciclo: solo disputó cuatro partidos. Su salida se precipitó luego de iniciar una demanda por salarios adeudados. Se marchó sin pena ni gloria.

El defensor argentino Maximiliano Caire también terminó fuera de los planes, tras ser relegado por bajo rendimiento por el director técnico Guillermo Álvaro Peña. Hoy entrena en la reserva del Club.

A nivel local, los nacionales tampoco estuvieron a la altura del peso histórico del club. Jugadores como Luis Cárdenas, Alejandro Meleán, Pablo Vaca, Víctor Cuéllar, Gilbert Álvarez, Sebastián Álvarez, Jorge Araúz,  y Henry Vaca, no lograron sostener un nivel acorde a las exigencias de Oriente. El rendimiento de todos es el reflejo de la pobre campaña. Eliminado de la Copa  Bolivia y fuera de la zona de clasificación a un torneo internacional en el Todos contra Todos.

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En medio de la turbulencia, otros nombres lograron salvar en parte la imagen del equipo: Jamir Berdecio, Fernando Nava, Mateo Abastoflor, Kevin Salvatierra y Dieguito Rodríguez, quienes, pese al contexto adverso, mostraron compromiso y regularidad. Oriente se ahoga institucionalmente con interinatos e improvisaciones, que la hinchada no se merece.