“Me reuniré con el BID para tratar de que mantengan su colaboración al Parque”


Yáñez dice que “la cultura no pierde jerarquía, gana capacidad de acción”

AUTORIDADES. La ministra Yáñez junto al presidente Rodrigo Paz.
UTORIDADES. La ministra Yáñez junto al presidente Rodrigo Paz. Foto: Gentileza

 

Fuente: Correo del Sur



Óscar Díaz Arnau/CORREO DEL SUR

CORREO DEL SUR (CS). ¿Por qué el Gobierno decide reemplazar el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización por el Ministerio de Turismo Sostenible, Culturas, Folklore y Gastronomía?

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Cinthya Yáñez (CY). El presidente Rodrigo Paz considera que las prioridades del país son justamente las que expresa el nuevo nombre del Ministerio. Son las líneas en las que vamos a trabajar los próximos años. Cada etapa política y cada gobierno tienen características propias; nadie debe extrañarse de eso ni pensar que el hecho de que el Ministerio ya no se llame de Descolonización y Despatriarcalización significa que no vayamos a trabajar con estas orientaciones. Lo haremos, pero despolitizándolas. Como ha dicho el presidente Paz, no se viene ideología. Vamos a apoyar mucho mejor que hasta ahora la recuperación de las culturas y las expresiones que fortalecen nuestra identidad.

Además, esta decisión se enmarca en la nueva estructura del Órgano Ejecutivo establecida por el Decreto Supremo 5488, que busca hacer más eficiente la administración pública, mejorar la coordinación entre instituciones y adecuar el trabajo del Estado al enorme potencial turístico del país, con un enfoque de sostenibilidad. Con este nuevo Ministerio se unifican áreas que comparten un mismo propósito: revalorizar nuestra riqueza cultural, impulsar la inclusión productiva, promover la innovación y fortalecer la marca país.

CS. ¿Cuál es la idea general del nuevo ministerio al reunir las áreas de turismo, cultura, folklore y gastronomía, el punto en común de las cuatro?, ¿a dónde apuntan como Gobierno?

CY. Estas cuatro áreas se complementan perfectamente entre sí. Como se sabe, un punto central de la crisis económica es la falta de dólares a causa de la debacle del gas. Por eso el Gobierno quiere impulsar por varias vías las exportaciones que generan divisas para el país. Una de las exportaciones con mayor valor agregado y que más empleo crea es el turismo. Y el turismo que llega a Bolivia, especialmente el turismo sostenible, es el que se siente atraído por nuestras culturas y, en particular, por un folclore que en Bolivia es cultura viva. Pocos países en el mundo tienen un folclore tan potente y capaz de movilizar a millones de personas como el nuestro. Lo mismo ocurre con la gastronomía: es cultura aplicada. La comida refleja modos de vida, historia y relación con la naturaleza. Sin una gastronomía fuerte, no puede existir un boom turístico. Bolivia tiene todo para lograrlo: excelente materia prima, sabores únicos, diversidad de pisos ecológicos y una tradición culinaria extraordinaria que debemos llevar de los hogares a la oferta gastronómica del país.

La idea general del nuevo ministerio es trabajar de manera articulada en torno a ese eje común: convertir nuestra riqueza cultural, natural y productiva en un verdadero motor de desarrollo. Al unir turismo, cultura, folclore y gastronomía, buscamos que estas áreas se potencien y que el país consolide una marca sólida, sostenible y reconocible. Todo apunta a lo mismo: fortalecer la identidad boliviana, dinamizar las economías locales y posicionar a Bolivia en el mundo a través de aquello que nos hace únicos.

CS. ¿Qué políticas prioritarias impulsará Ud.?

CY. Revolucionaremos esta actividad con el objetivo de conseguir dos millones de visitantes extranjeros anuales, lo que se puede lograr sin aumentar la infraestructura existente. Esto va a ayudar al país a conseguir cientos de millones de dólares adicionales. Tenemos que aprovechar que en este momento el costo de Bolivia es bajo para quienes vienen con dólares, lo que ya ha aumentado el flujo de ingreso de personas. Se calcula que este año recibiremos 1,2 millones de turistas extranjeros, es decir, que por fin habremos recuperado la cantidad lograda en 2019, prepandemia.

En culturas, haremos un trabajo profesional en las tres áreas que debe cubrir este ministerio: a) la investigación y puesta en valor de las diferentes culturas bolivianas (carnavales, fiestas religiosas, etc.); b) la promoción de las artes, tanto las tradicionales como las contemporáneas; c) el aprovechamiento económico de la dinámica cultural, sobre todo por medio de la coordinación de las culturas, el folclore, el turismo y la gastronomía. Vamos a realizar bien estas tareas, es decir, cumpliremos los objetivos del ministerio de forma seria y transparente. Lo haremos con la participación y en alianza con las organizaciones de folcloristas, fraternidades, comparsas, grupos musicales, artistas en general. Por primera vez en mucho tiempo tenderemos una verdadera cartera de Estado encargada de las culturas.

CS. En materia de turismo, ¿“sostenible” por pensarlo como un sector clave para el desarrollo económico de las comunidades de cada municipio y del país en general?

CY. Sostenible porque será sobre todo turismo ecológico y comunitario, no masificante. Para la revolución del turismo necesitamos trabajar con las comunidades que están en torno a los sitios y atractivos turísticos. Tenemos que impulsarlas a ellas ya todos los bolivianos a hacer millas de emprendimientos turísticos, lo que también tendrá un impacto enorme sobre la economía. Además, el turismo, a diferencia del gas, no se acaba nunca.

CS. ¿Cuál es su consideración de los destinos del sur y la intención de conectar a Sucre, Potosí y el Salar de Uyuni con el Cusco?

CY. Esta es una idea que existe hace mucho y que ha tenido problemas de ejecución por la dificultad de asociar nuestros atractivos con los peruanos, pues en ese país los nuestros se ven como competencia. Avanzaremos en este sentido, pero lo más importante será conectar nuestros propios destinos en una asociación naturaleza–cultura, es decir, entre el Salar, Potosí y Sucre, y también en una asociación sal–vino, entre el Salar de Uyuni y la Ruta del Vino de Tarija.

En este marco, la creación de una ruta aérea directa entre Cusco y Sucre se vuelve una pieza clave. Esta conexión no solo impulsará el turismo entre dos ciudades patrimoniales, sino que también fortalecerá los lazos culturales, económicos y turísticos entre Bolivia y Perú. Reducir el tiempo de viaje hará más atractiva la visita de turistas nacionales e internacionales y permitirá articular de manera más eficiente esta ruta con Potosí y el Salar de Uyuni, ampliando las posibilidades de circuitos integrados en el sur del país.

Para que todo esto sea viable, debemos resolver problemas de transporte, logística y coordinación interdepartamental (que hoy no existe). También debemos dotar de servicios básicos al Salar, restaurar los cascos históricos de Potosí y Sucre, mejorar los servicios museísticos e incorporar mejor a las comunidades. El turismo y las culturas han avanzado en la última década por su propio esfuerzo, prácticamente sin apoyo gubernamental; Por eso, todo está pendiente y rezagado. Desde el ministerio lo abordaremos con entusiasmo y mucho trabajo, porque es momento de transformar estas ideas en resultados concretos.

CS. El Gobierno ha recibido críticas de artistas y gestores culturales por no mantener un ministerio autónomo para el área de culturas. ¿Qué les responde Ud.?

CY. Culturas tiene un Ministerio y es el que yo voy a dirigir. Durante los últimos años, el ministerio ha sido una dependencia política y una bolsa de salarios para una organización social. Entonces, los artistas y gestores tienen que estar contentos, porque ahora sí haremos culturas en serio. Y lo haremos con su participación. Habrá meritocracia, técnica y diálogo. Les digo con absoluta claridad: la cultura no pierde jerarquía, gana capacidad de acción. La nueva estructura no elimina las políticas culturales, sino que las integra con áreas que potencian su impacto. Seguiremos trabajando con los sectores culturales con apertura y diálogo continuo, porque todas las competencias culturales se mantienen y se fortalecen, ahora con mayor articulación y con una presencia más activa en el desarrollo económico del país.

CS. En materia de folclore, ¿qué posición tiene el Gobierno respecto a la defensa de los elementos culturales propios del país, ante la amenaza latente de su apropiación por parte de naciones vecinas? Y, por otro lado están las manifestaciones populares del Carnaval de Oruro, en primer lugar, y luego otras como el Gran Poder, Urkupiña, Virgen de Guadalupe y Ch’utillos, entre otras que tienen significativa importancia social. ¿Algún adelanto de políticas sobre este tema?

Los bolivianos tenemos la ventaja sobre otros países de que las fiestas folclóricas que se realizan en nuestro territorio son verdaderamente enormes, movilizan a toda la sociedad. Es verdad que en otros países hay escuelas de danzas o grupos de artistas que copian nuestros bailes, pero no pueden hacer aparecer fraternidades como las que tenemos nosotros, con miles de bailarines, con una historia rica y recordada, en fin. La mejor defensa de nuestro patrimonio estará en apelar a esta fortaleza para hacer fiestas incomparables y promocionarlas en el mundo.

Vamos a trabajar con las asociaciones de bailarines para que cada una de las fiestas que ha mencionado mejor en servicios turísticos.

8. Evidentemente, el gobierno de Paz le da una importancia mayor que sus antecesores a la gastronomía. ¿Por qué? ¿Cómo se impulsará esta área –de gran auge en los últimos años– desde el viceministerio correspondiente?

Lamento que algunos vean la gastronomía como un asunto trivial o se convertirán en la decisión del gobierno de promoverla en un chiste o un meme. La gastronomía ya es una de las principales fuentes de empleo del país y hoy vive un momento de enorme crecimiento y reconocimiento. Tiene un potencial extraordinario para fortalecer la cadena productiva, apoyar a nuestros productores locales, atraer turismo y posicionar a Bolivia en el mundo. Lo que pasa es que estamos acostumbrados al extractivismo: pensamos que, si no es minería o petróleo, entonces se trata, justamente, de un chiste. Totalmente errado. Si hacemos bien las cosas, en cinco años podríamos ingresar 3.000 millones de dólares anuales por turismo, culturas, folclore y gastronomía, convirtiendo a estas áreas articuladas en la mayor exportación del país. Sería, además, una exportación de servicios, no de bienes primarios, con un Viceministerio de Gastronomía enfocado en innovación, formación culinaria, protección de productos tradicionales, promoción internacional y articulación productiva. Es decir, un pilar real para nuestra marca país.

CS. La preservación de las huellas de dinosaurios de Cal Orck’o en las canteras de Fancesa son actualmente una preocupación local después de un nuevo desprendimiento del farallón. El ministerio emitió un comunicado en ese mismo sentido. ¿Tomarán acciones como Gobierno nacional? Y el BID, que financió el proyecto de ampliación del Parque Cretácico, tomó contacto con Uds. ¿Para manifestar alguna postura sobre este tema? ¿Habrá continuidad en el apoyo financiero a este importante proyecto?

CY. El desprendimiento de Cal Orck’o es un hecho grave que preocupa profundamente. Tenemos la obligación de proteger el patrimonio paleontológico, y estamos coordinando acciones con otros ministerios para asegurar medidas técnicas, geológicas y administrativas inmediatas.

Respecto al proyecto de ampliación del Parque Cretácico, me reuniré en breve con el BID para tratar de que mantengan su colaboración con el Parque. Necesitamos determinar cuáles han sido las causas del deslizamiento, si naturales o de origen humano. Una vez que sepamos esto, tomaremos para proteger al farallón, tanto por las razones económicas obvias, ya que parte del turismo a Sucre se explica medidas por el Parque, como porque la pérdida del frente de huellas sería una pérdida irrecuperable para la humanidad.

Fuente: Correo del Sur