Durante la gestión de Luis Arce el narcotráfico se instaló como uno de los ejes del debate público. Si bien las ahora ex autoridades reivindican grandes operativos y cooperación internacional, hay una serie de casos — desde la presencia de narcotraficantes de alto perfil hasta la implicación de policías en redes criminales— que ponen en duda la eficacia de la lucha antidroga.
Violeta Castillo
Fuente: https://elpais.bo
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El País recopiló las cifras de cierre de gestión y algunos de los episodios más relevantes que revelan las debilidades institucionales.
Mando
El Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, dependiente del Ministerio de Gobierno, estuvo los cinco años bajo el mando de Jaime Mamani Espíndola. Un ex dirigente del Trópico de Cochabamba, que desde poco después de asumir fue declarado como enemigo de los cocaleros de esa región.
Durante el informe de cierre de gestión realizado el 5 de noviembre, destacó algunas de las cifras más relevantes obtenidas en este tiempo. Sin embargo, en el quinquenio se registró una serie de escándalos que alarmaron a la población.
Marset: el narco que puso en jaque al Estado
El narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, se convirtió en un símbolo del alcance del crimen organizado en Bolivia. Las investigaciones confirman que uno de los hombres más buscados en la región residió años en Santa Cruz, usando identidades falsas y moviéndose con redes de protección para llevar una activa vida social.
Su fuga de un operativo policial en julio de 2023 es una de las deudas del anterior gobierno. Además, abrió una serie de preguntas sobre cómo este sujeto logró instalarse, obtener documentación local a inicios de 2019 y operar con relativa libertad.
La posterior apertura de investigaciones contra exfuncionarios del SEGIP por entrega de cédulas irregulares reforzó la percepción de fallas profundas en los sistemas de identificación y control fronterizo.
Alias Tuta
En mayo de 2025 cayó Marcos Roberto de Almeida, alias “Tuta”, uno de los presuntos líderes del Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil. El operativo fue casi cinematográfico: el buscado narco fue detectado dentro de una oficina del SEGIP en Santa Cruz, intentando obtener nueva documentación con una identidad falsa.
La detención derivó en una entrega coordinada con Brasil, que consideró el hecho un hito de cooperación regional. El Gobierno enarboló el operativo como muestra de que Bolivia sí puede enfrentar a organizaciones transnacionales. Sin embargo, también surgieron las críticas a que figuras del crimen organizado podían moverse en oficinas públicas y radicar en barrios exclusivos.
Extradiciones y la sombra narco en la Policía
Otro de los momentos críticos fue la extradición del exjefe antidroga Maximiliano Dávila a Estados Unidos, finalizada en diciembre de 2024. El excoronel fue acusado por la justicia norteamericana de conspirar para enviar cocaína y de uso de armas en operaciones relacionadas con el narcotráfico.
El caso sacudió a la Policía porque afectó directamente a un exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) que lideró la institución en la gestión de Evo Morales.
Aunque otros hechos no resultaron en extradiciones, también se convirtieron en escándalos en su momento.
Por ejemplo, los cinco uniformados que fueron detenidos en agosto en Antofagasta, Chile, con más de 570 kilos de droga; o el denominado caso “narcoaudios” de 2022 cuando se habría paralizado un operativo en Valle Sacta, Cochabamba, por órdenes del alto mando.
Otra deuda es el escape de los sicarios y el misterio alrededor del acribillamiento del capitán de José Carlos Aldunate Meneses en Santa Cruz a mediados de febrero. El oficial habría estado involucrado en hechos de “siembra de droga”.
Resultados
En contraste a esos hechos, el último quinquenio también hubo algunos logros. Entre ellos, además de alias Tuta, en el recuento entran otras capturas como la de Jhesuilson Pereira Gómez, uno de los líderes del Comando Vermelho que en 2023 fue expulsado al Brasil.
Recientemente, en marzo Marco Antonio Pereira Lima, otro integrante del Comando Vermelho, fue atrapado en Bolivia y enviado a su país.
Flavio Córdova Potocino, de nacionalidad peruana, fue aprehendido en Sacaba, Cochabamba, en agosto para luego entregarlo a las autoridades de su país.
Perspectivas
Con la llegada al Gobierno de Rodrigo Paz se avizora un cambio de estrategia en la lucha contra el narcotráfico que había sido “nacionalizada” durante el periodo del MAS. Las nuevas autoridades anunciaron el regreso de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y otros organismos internacionales.
Marset
El narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, se convirtió en un símbolo del alcance del crimen organizado en Bolivia
Las cifras que dejó el gobierno saliente
Jaime Mamani informó al cierre de su gestión que durante los cinco años se ejecutaron más de 51 mil operativos, se incautaron 175,25 toneladas de cocaína y 1.624,51 toneladas de marihuana, 90mil tabletas de éxtasis y 6,9 kilos de metanfetaminas. Además, se incineraron 5.242 fábricas de pasta base y 402 laboratorios de cristalización.
Se incautaron 248 aeronaves y se destruyeron 391 pistas clandestinas.
Los aprehendidos sumaron 16.121 personas, entre bolivianos y extranjeros.
El ahora ex viceministro revindicó su gestión argumentando que sí hubo cooperación internacional y se declaró libre de coca a las áreas protegidas de El Amboró y El Choré.
