
Fuente: Visión 360
La representante de los panificadores independientes de Bolivia, Elizabeth Galarza, cuestionó la continuidad de la subvención estatal otorgada a los panificadores afiliados a la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia (Conapabol), encabezada por Rubén Ríos. Pidió a las autoridades el cierre de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), entidad que, según afirmó, “no ha sido nada productiva para la población”.
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«Ha sido demasiado lo que se les ha dado. Ya no puede haber subvención”, señaló Galarza. Según la representante, la dotación estatal a los panificadores afiliados a Conapabol ha generado una gran afectación económica al Estado.
Galarza denunció que persiste la “competencia desleal” por parte del sector panificador federado, que obtiene insumos subvencionados y puede elaborar pan a menor costo, logrando así mayores utilidades en comparación con los panificadores independientes, quienes no reciben apoyo del Gobierno y deben adquirir sus insumos a precios elevados.
Por otro lado, la dirigente también denunció que, para ingresar al sector federado y acceder a la subvención, el costo es muy alto y se paga “de forma interna”. Por esta razón, no todos los panificadores forman parte de dicho sector.
“¿Por qué no nos hemos afiliado? Ellos (los federados) cobran una cantidad ilógica: nos piden 5.000 o 7.000 bolivianos, y en otros departamentos hasta 10.000 por el ingreso”, declaró Galarza en entrevista con Erbol.
La representante de los panificadores independientes de Bolivia también hizo públicas acusaciones contra Rubén Ríos, a quien señaló de haber vendido harina a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) para posteriormente subvencionar a los panificadores federados.