Manuel Morales Alvarez
Las posibilidades de una disputa al interior del gobierno entre Paz y Lara son cada día más probables, es decir, entre el Presidente y el Vicepresidente. La brecha puede agrandarse y llegar a la ruptura de forma inminente. Existe varias causas, una de ellas tiene relación con el ejercicio del poder, el monopolio que se tiene sobre el mismo y los beneficios que se obtienen de él.
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El 16 de abril de 2025 acuñe la teoría de que “dentro del gobierno el poder no se comparte ni se transfiere” para explicar el conflicto entre Evo Morales y Luis Arce que se presentó al interior del Movimiento Al Socialismo y que derivo en la crisis terminal del gobierno instaurado entre el año 2020 al 2025 y del ciclo largo del masismo (2005-2025).
En esa oportunidad hice el planteamiento de la “no trasferencia del poder” al observar las profundas divisiones y confrontaciones que se presentaba al interior del gobierno del MAS cuyo sustento era un partido político con una misma ideología, con intereses concordantes, pero profundamente divididos en torno a la administración gubernamental que finalmente es la forma cómo se ejerce el poder político. En ese momento concluía que “el poder dentro del gobierno es intransferible y ello denota varias causas y consecuencias. Entre las primeras, la más importante, se trata de una noción de grupo primario cohesionado por el poder inherente al gobierno, tipo pandilla. Y entre las segundas, la más importante, es la superación de la ideología política, de las nociones discursivas de la clase o de lo indígena” (https://www.brujuladigital.net/opinion/el-poder-dentro-del-gobierno-es-intransferible).
Hoy, esta situación nuevamente se presenta al interior del gobierno inaugurado el 8 de noviembre del 2025, en tan sólo 12 días de gestión gubernamental. Hay una profunda brecha entre Rodrigo Paz y Edman Lara porque son incapaces de construir un gobierno con el poder compartido. Los gobiernos de Arce-Evo, Paz-Lara concuerdan con la proposición de que dentro del gobierno el poder no se comparte ni se transfiere y empieza a convertirse en una afirmación evidente del actual mundo político boliviano.
En el caso del MAS, siendo un partido político de larga data, el fenómeno de no transferir el poder al interior del gobierno ejercido por un sector, permitió evidenciar la debacle de la estructura partidaria -como marco institucional democrático- en cuestión de meses. En el caso del PDC, dicha estructura partidaria ni siquiera existe, por ello, las contradicciones entre Rodrigo Paz Presidente y Edman Lara Vicepresidente son similares a las contradicciones entre Luis Arce Presidente y Evo Morales, Presidente del partido político. Edman Lara y Evo Morales están fuera del gobierno y pretendieron tomar el control de las decisiones gubernamentales, reivindicando el apoyo popular que acumularon, pero cada uno se enfrentó y sucumbió al “Estado-tranca”.
La ruptura o la brecha política se convierten en insalvable.
A Luis Arce le fue muy mal, porque tuvo que contentarse con ejercer el gobierno sin mayoría parlamentaria y las consecuencias están a la vista de todos, pues no pudo generar normas de endeudamiento en un momento de crisis económica, perdió el control del parlamento y se consolidó como el peor gobierno en democracia responsable de la mayor crisis económica.
Políticamente hablando, la no convergencia del poder, lleva al gobierno al reino de la improvisación, hipoteca su futuro a la ambición política y edifica a sus propios enemigos dentro de Estado. Las cartas están echadas sobre la mesa, veremos cómo le va a Rodrigo Paz.
