Paz Pereira recibirá el legado del Libertador


La Medalla de Bolívar es símbolo más importante de la Presidencia. Pesa 179 gramos y tenía un costo de $us 284.815 en 2002. Su valor histórico es incalculable.

Paz Pereira recibirá el legado del Libertador

Fuente: El Deber



La misma Asamblea Constituyente que fundó la República de Bolivia en 1825, fue la que decidió con un Decreto Supremo crear una medalla para el Libertador Simón Bolívar, quien después de cinco años, la devolvió a la nación. Han pasado dos siglos y esta joya se convirtió en la principal insignia presidencial y el símbolo del poder por excelencia. Hasta la fecha 57 de 67 presidentes, tuvieron el privilegio de lucirla.

Dentro de cinco días cuando se celebre la transmisión de mando en la ciudad de La Paz, será el turno de Rodrigo Paz Pereira, quien se convertirá en presidente del Bicentenario de Bolivia y empezará los cinco años de su gobierno, con el legado del Libertador Bolívar, la Medalla Presidencial en su pecho.

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Esta alhaja estatal, única en su clase, además del valor histórico que tiene, también es un símbolo de traspaso del poder y el 8 de noviembre se convertirá en la gran protagonista de la ceremonia oficial desde la perspectiva protocolaria porque será la entrega de ese poder por parte del presidente saliente – Luis Arce – de la Medalla del Libertador Bolívar, al presidente electo Rodrigo Paz.

“La Medalla del Libertador Simón Bolívar, que es el símbolo del mando presidencial, la insignia que reviste el poder del Estado, también celebra su Bicentenario, exactamente la misma cantidad de años que cumple nuestro país, 200 años”, afirmó a EL DEBER el presidente del Comité Internacional de Historiadores y Numismáticos, Daniel Oropeza.

Destacó que Bolivia es el único país de la región donde se instauró que cada presidente utilice la Medalla como una insignia de mando y símbolo de poder.

Su origen 

La Medalla del Libertador Simón Bolívar fue creada por Decreto Supremo del 11 de agosto de 1825, en agradecimiento por la independencia de Bolivia, y se dispuso la acuñación de la alhaja en la Casa de la Moneda en Potosí. En ese tiempo, según los historiadores Bolívar ya radicaba en Lima, Perú.

Dicho Decreto dictaba que el Mariscal Antonio José de Sucre, “debía presentar a Bolívar una medalla de oro tachonada de brillantes con la imagen del Libertador en la cumbre del Potosí sobre una escala de fusiles y banderas”, rememora el historiador y expresidente Carlos Mesa en un ensayo de su autoría publicado el 8 de agosto de 2018.

La norma también ordenaba que en reverso de la joya debía estar inscrita la siguiente frase: “La República Bolívar agradecida al héroe cuyo nombre lleva”.

La presea fue terminada en 1826 con un costo de 8.002 pesos y fue enviada a Bolívar el de junio de ese año.

Según un inventario de 1926, la Medalla Presidencial estaba compuesta por las siguientes joyas: en el rosón con 12 brillantes legítimos y cuatro piedras falsas; en el colgante, arriba tiene cuatro brillantes grandes legítimos y una pieza falsa en el centro; en el contorno tiene 24 brillantes grandes legítimos y faltaban 16 chispas. En el laurel se distinguen cuatro crisólitos (piedra preciosa verde) y tres piedras falsas. Todas las demás piedras del laurel son legítimas, se lee en el libro ‘Presidentes de Bolivia, entre urnas y fusiles’, de Carlos Mesa Gisbert.

En 2002 la Medalla fue restaurada, se colocaron 30 piezas de brillantes, se reemplazó la cadena de fantasía que alargaba la cadena de oro con una extensión idéntica a la pieza original que antes llegaba a la altura del cuello y se repuso la leyenda original que está en el reverso de la joya.

Según el inventario de ese año, la Medalla de Bolívar pesa 179 gramos y en esa época la alhaja tenía un valor de 284.815 dólares.

Tras permanecer casi 10 años fuera del país, el 28 de octubre de 1839, la presea fue devuelta a Bolivia, y el Congreso Constituyente de ese año decidió que “la medalla legada por Bolívar fuera a partir de entonces la principal insignia presidencial”.

Pero no todos los presidentes la ostentaron, entre ellos están: Antonio José de Sucre, José María Pérez de Urdininea; Pedro Blanco; Sebastián Ágreda; Mariano Enrique Calvo; José María Linares; Néstor Guillén; Tomás Monje; Alberto Natush Busch y Celso Torrelio Villa.

Paz Pereira recibirá el legado del Libertador

De Jamaica a un ‘night club’ 

En sus 200 años, la Medalla de Bolívar peregrinó en Centroamérica, fue retenida por algún exmandatario en tiempos turbulentos y en el último decenio, ocurrió lo impensable: la alhaja fue “robada” en la puerta de un centro nocturno en la ciudad de El Alto (2018). El hecho causó un repudio generalizado.

Antes de que sea instaurada como la insignia presidencial, en 1826 fue entregada al Libertador Bolívar, quien en 1830 en su testamento instruyó que sea devuelta a Bolivia y falleció. Pero el albacea Juan de Francisco Martín, huyó a Kinston, Jamaica porque los fieles a Bolívar eran perseguidos.

La medalla regresó a Bolivia en febrero de 1834 desde Kingston, peregrinó en barco por Brasil y Argentina para después ser trasladada en carreta hasta Bolivia para ser entregada al presidente Andrés de Santa Cruz.

Pero el hecho más grave pasó el 8 de agosto de 2018 en la presidencia de Evo Morales, cuando a un oficial de la seguridad presidencial que llevaba la joya estatal sin cumplir ningún protocolo, le sustrajeron la reliquia en un centro nocturno de El Alto.

Horas después la Medalla fue abandonada en un morral en el atrio de la iglesia San Pedro. “Ni la peor de las dictaduras puso en riesgo la preservación del legado de Bolívar”, protestó Mesa.

Las medallas y su poder  

El experto Oropeza cuenta que en Bolivia el uso de las medallas data desde mucho antes de 1825, cuando los oficiales llamados “ministros” de la Casa de la Moneda usaban medallas como un símbolo de autoridad y de poder.

Tras la creación de la Medalla de Bolívar también se mandó a acuñar medallas para el primer y segundo vicepresidente con el rostro de Antonio José de Sucre, de oro y de plata respectivamente, pero con las reformas el cargo se ajustó solo a una vicepresidencia.

El exvicepresidente Alvaro García Linera mandó a acuñar una medalla que es más grande que la de Bolívar. La joya fue usada por David Choquehuanca y se prevé que el 8 de noviembre la utilice el nuevo vicepresidente, Edmand Lara en el acto protocolar.

Algunas anécdotas

Al revés
En 1982, durante la posesión de Hernán Siles Zuazo, su secretario le colocó la medalla al revés, y el presidente permaneció así durante toda la ceremonia en el Congreso.

¿Una piedrita?
En 2002, al limpiarla para la auditoría aparece una roca en uno de los diamantes. La roca resultó ser un alimento que quedó fosilizado y la joya recuperó su valor

Cadena de Fantasía
En el retrato de Lidia Gueiler (1979), la medalla aparece con una cadena de bisutería, agregada décadas atrás para que colgara más abajo; en 2002 la candena fue restaurada con oro.

Fuente: El Deber